Redacción Canal Abierto | Tras siete meses de una inflación mensual superior el 5% y una expectativa anual cercana al 100%, el fenómeno sigue descontrolado y tiene como principales damnificados a los trabajadores.
Según un estudio publicado por el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), el salario medio actual se encuentra “estancado en el mismo valor desde hace dos años” ($134.000 de bolsillo) y el poder de compra es “$7.000 menor al del salario con el que terminó el gobierno de Cambiemos”. De esta manera, los ingresos laborales “no logran avanzar por delante del aumento del costo de vida”.
Como referencia, el gobierno de Cristina Fernández terminó con un salario medio de bolsillo equivalente a lo que hoy serían $178.000. Es decir que, en relación con diciembre de 2015, el salario medio de bolsillo actual tiene un retraso de $45.000.
Evolución histórica del salario
En un análisis histórico del índice del salario real bruto medio (RIPTE), MATE detalla que durante el mandato de Néstor Kirchner (2003-2007), la mejora del salario real implicó un ingreso extra acumulado de $1.515.000 por asalariado.
Por su parte, durante el primer mandato de Cristina Fernández (2007-2011) los salarios volvieron a ganar. En este caso $320.000 a lo largo de período. En su segundo mandato (2011-2015), el incremento del salario real fue aún mayor: $836.000 acumulados.
La curva ascendente se rompió por primera vez tras doce años durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019). En ese período la pérdida acumulada del salario real fue de -$987.000 por asalariado.
Lejos de recuperarse y pese a todas las estrategias desplegadas por el Gobierno durante la pandemia para conservar el poder adquisitivo, según el análisis del MATE en lo que va del mandato de Alberto Fernández el salario real siguió cayendo, y ya lleva una pérdida acumulada de -$159.000 por trabajador.
Formadores de precios y rentabilidad
Este empeoramiento del poder de compra de los sueldos se da un marco de crecimiento de la economía. La actividad es un 6,4% superior a la de un año atrás y casi 8% mayor a la que había al finalizar el mandato macrista. Entre los sectores que más crecieron durante el gobierno de Fernández se encuentra la Construcción (32%), el Comercio (27%), la Industria (24%), la Pesca (20,4%), la Minería (15%), y los Servicios sociales y de salud (11%). Por el contrario, los dos sectores que redujeron su actividad fueron la Agricultura (-21%) y Hotelería y restaurantes (-19%).
El hecho de que los salarios pierdan en este contexto de crecimiento de la economía —que se retrajo en casi todos los sectores durante el gobierno de Macri—, incluso a pesar de las activas negociaciones entre sindicatos y patronales, es parte del análisis que llevan adelante la mayoría de los economistas.
Una de las explicaciones que establece el equipo de MATE para justificar este fenómeno radica en que las empresas con capacidad de formación de precios “se adelantan a la inflación”. En otras palabras, suben los precios aún sin que lo hagan sus costos, para cubrirse de posibles subas futuras que sucedan durante el lapso financiero de pagos y cobros. De esta manera, presionan “sobre la propia inercia del aumento de precios y obtienen una rentabilidad incrementada”.
Ilustración: Marcelo Spotti