Redacción Canal Abierto | Fiambalá es una pequeña localidad catamarqueña de cerca de 8 mil habitantes. Es la última ciudad sobre la Ruta Nacional 60 antes de que esta ascienda hacia la cordillera y llegue hasta la frontera con Chile, distante 210 kilómetros, en el Paso de San Francisco.
Es reconocida como punto turístico por sus termas y dunas de arena, sus viñedos artesanales y como parte de la Ruta del Adobe, un circuito por pueblos de la región que cuentan con construcciones de adobe como capillas, oratorios y viejas casonas coloniales. También es punto obligado para acceder a los Seismiles, los volcanes más elevados del planeta que superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar.
En los últimos meses, los vecinos se están acostumbrando a convivir con 100 trabajadores asiáticos, principalmente chinos, que desempeñan tareas en la planta de la empresa Liex Zijin, un proyecto de extracción de carbonato de litio, ubicado a 170 kilómetros al oeste de la ciudad en el salar Laguna Verde, emplazado a 4.000 metros sobre el nivel del mar y a escasa distancia de la frontera con Chile.
Desde 2009, la laguna está protegida como sitio Ramsar, un convenio internacional al que la Argentina adhiere, que proteje a los humedales… sí, los mismos que hace diez años grupos ambientalistas de todo el país intentan preservar con una ley decenas de veces cajoneada y siempre obstaculizada por los lobbies, entre otros, el minero que maneja las voluntades de los gobernadores norteños y sus diputados.
Pese a ello, el Proyecto Tres Quebradas que tiene una inversión planificada de 380 millones de dólares y producirá 20 mil toneladas de carbonato de litio al año, se encuentra en estado avanzado de construcción.
Situación laboral
El 1 de noviembre la policía minera de la provincia de Catamarca clausuró temporalmente la planta piloto de litio de la empresa china Liex Zijin en la ciudad y el yacimiento. Se debió a la constatación de irregularidades en cuanto a las normas de seguridad e higiene y de condiciones de trabajo denunciadas por un empleado tercerizado de la empresa, Víctor Guillermo Muñoz, también delegado coordinador del SITRAIC (Sindicato de la Industria de la Construcción, adherido a la CTA Autónoma) en la provincia.
A raíz de esto, “Víctor y otros tres compañeros afiliados son despedidos de la constructora Lemiro Pablo Pietroboni S.A., en la que la minera Zijin terceriza los trabajos de movimientos de tierra e ingeniería. Ellos son maquinistas, hacen las piletas de salmuera de las que se extrae el litio. Esta explotación no demanda mucha tecnología, sino equipamiento de gran porte”, cuenta a Canal Abierto la socióloga Cecilia Anigstein, parte del Grupo de Estudio Geopolítica y Bienes Comunes (GYBC), que estaba realizando un relevamiento en la provincia al momento de ocurrir estos hechos.
El GYBC –que funciona dentro del IEALC (Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe) de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA– hace más de 10 años que trabaja sobre minería del litio. Anigstein se dedica a los estudios del trabajo y viajó junto a Bruno Fornillo, coordinador del grupo, a indagar el mundo del trabajo minero con todas la dificultades que tiene porque los mineros no pueden hablar, “su convenio colectivo de trabajo (rubricado por el gremio oficial de la actividad, AOMA, Asociación Obrera Minera Argentina) tiene una cláusula de confidencialidad”, explica la socióloga.
“Las condiciones de trabajo en el yacimiento son extremas, están a 4.000 metros de altura, no tienen la ropa adecuada, les retacean la comida, les retacean la conectividad, los salarios están muy por debajo de lo que dicen los acuerdos salariales del sector y de lo que promociona el gobierno que habla de salarios por encima de la media. Nos hablaron de salarios de entre 80.000 y 120.000 pesos y fuentes de otras empresas mineras nos hablaron de gente trabajando por 40.000 a 50.000 pesos, lo mismo que cobra un municipal en Catamarca”, cuenta Anigstein.
“El conflicto laboral se trata de despidos antisindicales; directamente no suben a la mina a los compañeros que hicieron la denuncia por malas condiciones de trabajo (incumplimiento en las normas de seguridad e higiene, alimentación insuficiente e inadecuada para el tipo de tarea y de clima en que se desarrolla el trabajo, déficit en la atención médica) que provocó la intervención de la policía minera y la clausura temporal de la planta”.
Los trabajadores de la actividad minera trabajan 14 días en el yacimiento y luego tienen 14 días de franco. La mayoría de los trabajadores no vive en las localidades donde están las mineras.
“Por ejemplo, Víctor es de Santa María que está como a 400 kilómetros de Fiambalá. Entonces, él llega a Fiambalá y no lo suben a la mina, se tiene que volver a su casa y allí recibe por whatsapp un telegrama de despido. No le liquidan la indemnización, no le liquidan nada”.
“Esto lo pudimos corroborar con una organización de ex trabajadores de minera La Alumbrera. Muchos están con juicios por lesiones provocadas por el trabajo minero o por despidos arbitrarios. Es una red por fuera de los sindicatos, de ex trabajadores y algunos que han vuelto a trabajar, bastante espontánea, por la cual circula información. Según ellos, no es excepcional lo que está ocurriendo en Fiambalá. Estas situaciones de despidos arbitrarios, de malas condiciones de trabajo y salarios muy por debajo de lo que establece el convenio minero, que cubre a una minoría de los trabajadores mineros, porque gran parte están tercerizados, pareciera que es algo común a todas las empresas mineras”.
Complicidad política
La élite política provincial está absolutamente involucrada con los negocios de las constructoras y de las mineras. Hay una suerte de convivencia donde las empresas mineras se llevan una renta extraordinaria porque tributan muy poco debido a que las regalías son bajas y al mismo tiempo realizan maniobras de explotación laboral.
¿La minería es una fuente de trabajo importante en la provincia?
-No, definitivamente no. Te voy a contar lo que dicen los datos de empleo. Por un lado tenemos los números del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) que es la base de cotizantes al sistema de jubilatorio. Cuando vas a los informes gubernamentales te vas a encontrar que la minería a nivel nacional al igual que el sector hidrocarburos tienen un peso muy bajo en el empleo; en los últimos 10 años siempre entorno a los 80.000 y 90.000 trabajadores a nivel nacional entre hidrocarburos y minería (según datos del SIACAM, a julio de 2022, son 37.000 los empleos directos en minería a nivel nacional).
Cuando vas a la provincia de Catamarca, no llegan a 2.000 los trabajadores vinculados directamente con las mineras –que no están tercerizados–. Hubo una caída muy fuerte en los últimos años porque cerró, se agotó La Alumbrera, si bien sostienen una parte del personal en tareas de remediación y hay un segundo proyecto en discusión –Agua Rica–, bajó mucho el empleo minero; hubo despidos ilegales durante la pandemia, entonces se observa también una caída fuerte vinculada a la pandemia y un rebote en 2021 que no termina de recuperar lo que había previamente.
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En lo que es litio, en toda la provincia hay alrededor de 350 trabajadores vinculados directamente con la minería, es decir trabajadores que tienen el Convenio Colectivo de AOMA con acuerdos salariales de 200 a 300 mil pesos, con buenas condiciones de trabajo. Pero la gran mayoría de los trabajadores están encuadrados en UOCRA, el gremio de la construcción, con salarios menores y convenios que no prevén las particularidades de la actividad minera.
La gente del lugar nos decía que es mentira que los salarios de los mineros son mucho más altos que los del resto, suelen ser un poquito mayores a los del empleo municipal o provincial. También nos dicen que donde están las mineras no se generan oportunidades de empleo. Una queja recurrente de los trabajadores y de la gente del lugar es que no toman pobladores locales, que contratan gente de afuera, inclusive de otras provincias. Por otro lado, los trabajadores asiáticos no son únicamente profesionales, también están trabajando en la cocina y en áreas operativas.
Un mapa del mercado laboral en la provincia
“En Catamarca, según nos informó un diputado nacional en una entrevista, tenés alrededor de 90.000 trabajadores estatales –provinciales y municipales– sin contar todas las otras formas de empleo público como los Potenciar Trabajo, las becas, etcétera. Después, por el SIPA sabemos que Catamarca en febrero de 2022 tenía poco más de 30.000 trabajadores privados registrados. En febrero el Renatep, registro voluntario de trabajadores de la economía popular, tenía más de 38.000 trabajadores inscriptos y la gente de la UTEP en la provincia nos dijo que son muchos más porque no se completó ese registro”, describe Anigstein.
“Con lo cual después de 25 a 30 años de minería en Catamarca, el sector más dinámico del empleo, el sector que mayor peso tiene es el sector público, en segundo lugar la economía popular y, muy por detrás, el empleo privado registrado. De esos 30.000 trabajadores del sector privado 1.856 (según datos del Sistema de Información Abierta a la Comunidad sobre la Actividad Minera en Argentina-SIACAM, a julio de 2022), o sea, menos del 10% son de la minería. La minería en 30 años no ha generado cambios sustantivos en el mercado de trabajo ni tampoco ha promovido que crezcan sectores del empleo donde haya mejores condiciones de trabajo, registro, derechos”.
“Parte de la propaganda gubernamental o de los informes sectoriales que producen los ministerios se enfocan en la idea del empleo directo e indirecto, del supuesto impacto “virtuoso” en la economía de la actividad minera. Lo cierto es que mucho de lo que aparece como empleo indirecto en realidad son tercerizaciones… trabajo precario, con contratos basura, y pésimas condiciones de trabajo y salariales”.
“La primera conclusión que te puedo dar en base a este relevamiento exploratorio que hicimos es que la minería no es una generadora de trabajo con derechos, de ninguna manera, que no genera desarrollo en las comunidades y que muchas veces termina perjudicando a las otras actividades preexistentes como el turismo”, sintetiza la socióloga del GYBC.
Fiambalá y sus viñas
Fiambalá tiene mucha producción de vino, en todas las casas hay viñas. Hay un par de bodegas chicas y existe incluso una bodega municipal. No es una gran actividad productiva, no es Mendoza, pero es un trabajo del que viven muchas personas de la localidad.
“Por el momento, la actividad no está afectada, pero hay muchas dudas y nadie tiene muy en claro cuáles son las fuentes de agua que está utilizando la minería y si eso puede llegar a afectar a la actividad. El riego de las viñas ya tiene un problema estructural histórico, porque es una zona super seca; hay un problema serio con el agua. Hay muchos actores locales que hablan de que el agua para consumo doméstico está contaminada, pero no vimos ninguna prueba fehaciente de eso, solamente escuchamos testimonios”, nos comenta Anigstein.
Bruno Fornillo es historiador por la UBA, Magister en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural por la Universidad Nacional de San Martín y Doctor en Ciencias Sociales por la UBA y en Geopolítica por París VIII. Como investigador del CONICET, indaga el vínculo entre recursos naturales estratégicos, matrices energéticas y la República Popular China en Sudamérica. Como coordinador del GYBC viajó junto a Cecilia a Fiambalá. Lo consultamos.
¿Encontrás algo a favor de la minería del litio?
-El litio es un insumo que tenemos que utilizar para llevar adelante una transición energética y popular, porque el mundo fósil se desploma absolutamente y en esa transición necesitamos, aunque sea, baterías para sostener el transporte público. Ni por casualidad pensamos que es necesario, posible o deseable transformar todo el parque automotor fósil en uno eléctrico, eso es un deseo del capital al que nosotros nos oponemos y combatimos radicalmente.
La minería del litio está al servicio de esa transición comandada por el capital. Tiene que haber una minería del litio que esté al servicio de una transición justa y popular y al beneficio de la población, y que por lo tanto utilice el muy poco litio que se necesita sólo para sostener una nueva infraestructura supersustentable que cimiente el transporte público.
Hay técnicas de extracción totalmente sustentables. Las hay pero son menos rentables y tiene que haber un respeto a las decisiones y a los derechos de las comunidades.
Próxima entrega | Turismo y ambiente
La minera está ubicada en un punto turístico que es una zona protegida. No solamente por los salares, que es lo que se está discutiendo con la ley de humedales, sino porque además es una zona con muchísima riqueza arqueológica.
“Lo que ocurre en Fiambalá también está sucediendo con otras mineras en Catamarca pero este es un proyecto nuevo con la particularidad de que es una empresa china y tienen un modo de intervenir en la comunidad diferente, aún no sabemos si mejor o peor”, concluye a la socióloga.