Redacción Canal Abierto | Lionel Andrés Messi Cuccittini ganó siete veces el Balón de Oro, seis premios de la FIFA al mejor jugador del mundo y seis Botas de Oro.
Si bien resultaría engorroso engorroso enumerar todos sus logros y récords a nivel clubes y Selección, no caben dudas de que su extenso palmarés tuvo un broche de oro en 2021, con la coronación como campeón de América con Argentina. Desde aquella final contra Brasil en el mítico Maracaná, pareció surgir otro jugador y otra Selección, con menos presión ni ataduras luego de tantos años de frustraciones y sequía.
Todo indica que en estas semanas estamos disfrutando de los últimos shows mundialistas del mejor jugador del globo y su gran chance de alzar la Copa. Y es que en medio de las celebraciones por el pase a la final, el propio capitán advirtió: “Seguramente este será mi último Mundial”.
Hasta el momento, Messi es el goleador de Qatar con 5 anotaciones, las mismas que Kylian Mbappé, la figura del rival del domingo. Por otro lado, en estos días llegó a 11 goles y superó a Gabriel Batistuta como el mayor anotador de Argentina en mundiales.
Además, en este torneo ha sido seleccionado como jugador del partido en cuatro oportunidades, lo que lo convierte en el futbolista que más veces ha recibido esa distinción en la historia del máximo torneo del fútbol, con 10 distinciones.
Si sumamos todas sus participaciones (Alemania 2006, Sudáfrica 2010, Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022), el capitán argentino jugó 25 partidos. En esta nota, un repaso por su historia mundialista:
2006: los inicios
Habiendo jugado sólo tres partidos de eliminatorias, el entonces entrenador de la Selección José Pékerman decidió incluirlo en la lista para el Mundial de Alemania con la casaca 19. Así, con 18 años y 357 días, se convertía en el argentino más joven en participar del evento futbolístico más importante del globo.
No tuvo minutos en el debut contra Costa de Marfil, que Argentina ganó 2 a 1 con dificultad.
Debutó en el segundo encuentro de la fase de grupos ante una Serbia y Montenegro que, a esa altura, se estaba comiendo un baile. Ese día Messi dio una asistencia y marcó el 6 a 0 final.
En el último partido de la primera fase, y ya con la clasificación asegurada, Pékerman metió mano y puso a Lio de titular (salió a los 19´del segundo tiempo por Julio “el jardinero” Cruz). Fue empate sin goles contra Países Bajos.
En octavos, contra México, entró en el minuto 84 y anotó un gol en tiempo de descuento que hubiera significado la victoria, pero el juez de línea lo anuló por un fuera de juego. En la prórroga, Maxi Rodríguez paró de pecho un pase largo de Juan Pablo Sorín y, sin dejar que la pelota tocara el suelo, la clavó en un ángulo. Gol y clasificación a la siguiente etapa.
En cuartos, su primer gran sinsabor con la albiceleste: Argentina se puso en ventaja, Alemania logró el empate agónico sobre el final y un alargue con varios hechos desafortunados (la salida de Juan Román Riquelme y la lesión de Roberto “Pato” Abbondanzieri, especialista en penales) dejó a Messi sin la oportunidad de frotar la lampara.
Quedarán para la posteridad las imágenes del “papelito” -ayuda memoria para los penales- del arquero alemán Jens Lehmann y un Messi frustrado y de brazos cruzados en el banco.
2010: el 10
Pese a haber logrado una clasificación sufrida que incluyó un épico partido en el que Martín Palermo anotó bajo una lluvia torrencial en el Monumental, Argentina se mostraba como uno de los grandes candidatos del Mundial de Sudáfrica. En parte, por el gran nivel que Messi venía demostrando en el Barcelona, pero también por el protagonismo de Diego Armando Maradona como director técnico.
Era el primer Mundial en el que el crack nacido en Rosario vestía la número 10.
El 12 de junio, en el 1-0 contra Nigeria, Lio tuvo un muy buen partido pero no anotó. 5 días después, el desempeño contra Corea del Sur fue similar, con varias asistencias, aunque con un resultado más holgado: 4 a 1.
Frente a Grecia, tercer rival de la fase de Grupos, Maradona metió siete cambios: por primera vez, Messi se puso la cinta de capitán del equipo ya que el técnico decidía darle descanso a Javier Mascherano.
El 10 tuvo varias chances pero no logro el gol. Hacia el final del partido, tras uno de sus ya clásicos driblings de derecha a izquierda y remate al arco, el recién ingresado Martín Palermo tomó el rebote y logró su primera anotación en mundiales.
Una vez más, México en octavos, victoria argentina y Messi sin poder meterla en un partido de fase eliminatoria.
En cuartos de final, un 4 a 0 contra una Alemania afilada puso fin al sueño mundialista.
2014: el capitán
Con la 10 en la espalda y ahora si, como capitán indiscutido de la Selección, Messi era la punta de lanza de un equipo que había transitado con facilidad las Eliminatorias para el Mundial de Brasil.
El 15 de junio, en el primer partido contra Bosnia-Herzegovina, Messi anotó el segundo gol tras una pared con Gonzalo Higuaín, para la victoria final 2 a 1.
A los seis días, frente a un Irán con una defensa muy poblada durante todo el partido, en el minuto 91 remató desde el borde del área para poner el 1 a 0. El crack del Barcelona aparecía como la gran esperanza y salvador argentino, ni más ni menos que en tierras del eterno clásico sudamericano.
La fase de grupos cerró con un 3 a 2 frente a Nigeria y el primer doblete de Messi en un mundial.
En el alargue del difícil partido de octavos de final frente a Suiza, Lio habilitó a Di Maria para romper el 0 a 0 y llevar a la Argentina a cuartos, donde superó a Bélgica 1 a 0 en otro encuentro cerrado.
Tras veinticuatro años sin llegar a semifinales, Argentina enfrentó a Holanda: tras un empate 0 a 0 en los 90 minutos y los tiempos extras, el equipo dirigido por Alejandro Sabella se impuso en una tanda de penales en la que Messi anotó el primero y el arquero Sergio «Chiquito” Romero se convirtió en “héroe”.
En la final esperaba una Alemania que venía de eliminar 1 a 7 al local Brasil. Fue quizás el mejor partido de la Selección en todo el mundial, con un gol anulado por un offside milimétrico, claras chances de gol erradas –entre otras, el recordado “era por abajo” de Rodrigo Palacios y otra que el “Pipa” Higuain tiró pegada al palo- y un claro penal del arquero teutón Manuel Neuer sobre el 9 argentino que el árbitro decidió no cobrar. En el tiempo complementario, el recién ingresado Mario Götze anotó e impidió que Messi alzara la copa en el mítico Maracaná.
Lionel Messi recibió el Balón de Oro como el mejor jugador de todo el certamen.
El 29 de julio Sabella presentó su renuncia. Bajo su dirección, el 10 anotó 25 veces en 32 partidos, fue goleador del equipo y superó sus promedios de gol con otros entrenadores: 0,78 contra 0,20 (Pékerman), 0,33 (Basile), 0,36 (Batista) y 0,18 (Maradona).
2018: la caída
Argentina llegaba a la copa envuelta en dudas y unas Eliminatorias complicadas (clasificó recién en el último partido ante Ecuador). De hecho, en junio de 2016 -tras la segunda derrota consecutiva contra Chile en finales de Copa América- Messi había anunciado su retiro de la Selección. Sin embargo, el 12 de agosto del mismo año, dio marcha atrás y comunicó su regreso para disputar los partidos de la clasificación para el Mundial. En el medio, renunciaron a la dirección técnica Gerardo Martino y más tarde Edgardo Bauza.
Desde su llegada a Rusia, el equipo enfrentó rumores de disputas internas y desavenencias entre los referentes del plantel y el técnico Jorge Sampaoli.
En el primer partido de Argentina en el Mundial, Lio erró un penal en el empate 1-1 ante Islandia y tuvo poca incidencia en el juego; en el segundo, tampoco tuvo protagonismo en el accidentado 3 a 0 frente a Croacia. En el último juego de primera fase, ante Nigeria, Messi volvió a aparecer: abrió el marcador luego de un control magistral tras un pase largo de Éver Banega y estuvo cerca de clavarla en un ángulo de tiro libre. Los malos resultados previos y el empate de penal nigeriano estuvieron a punto de eliminar a Argentina, que se salvó a último momento gracias a un gol agónico de Marcos Rojo. El equipo jugaba mal, pero esquivaba la vergüenza de irse de Rusia en primera ronda.
En octavos Lionel Messi volvió a quedar preso del esquema táctico de Jorge Sampaoli, que insistía en ubicarlo como “falso 9”. En el inicio del complemento, en la primera que Argentina pisó el área, la redonda le cayó a Messi, que pateó para que la pelota rebote en Mercado y se meta adentro.
Luego llegaría el embate francés, con tres goles en menos de 15 minutos. Messi ahí se retrasó más por el ingreso de Agüero, pero también estuvo bien marcado y no pudo gravitar demasiado. Resultado final: 4 a 3 frente al futuro campeón.