Por Inés Hayes | Con producción integral de lavaca (Claudia Acuña y Sergio Ciancaglini, Lucas Pedulla en investigación, Anabella Arrascaeta frente a cámara) y dirección de Patricio Escobar (director del documental “La crisis causó 2 nuevas muertes”, entre otros), Las cosas que hay que hacer para trabajar aborda un movimiento que después de más de 20 años crece, genera puestos de trabajo y demuestra que hay otra forma de organizarse para hacer frente a la crisis capitalista más voraz de todos los tiempos.
El programa pudo hacerse gracias a un proyecto ganador del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA), del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM). La serie hace foco en los movimientos, agendas, ideas, proyectos, voces y cuerpos de trabajadores y trabajadoras que no suelen aparecer frente a las cámaras.
En el capítulo 1 el punto de partida es el Encuentro Federal de Empresas Recuperadas, realizado en la Aceitera La Matanza, recuperada en 2016. Fue el escenario que impulsó una nueva presentación del proyecto de Ley de Recuperación de Unidades Productivas, un modo de consolidar y expandir la experiencia de empresas y fábricas recuperadas por cooperativas de trabajadorxs. Se muestran además experiencias de Jujuy, Santiago del Estero, Conurbano bonaerense, CABA, Salta, Tucumán, Bragado, Misiones: 2000 trabajadores y trabajadoras en un movimiento ya constituido.
El escenario del segundo episodio continúa en la Aceitera La Matanza, pero el foco ahora está puesto en una novedad: la fábrica contó ese día con la presencia de Alberto Fernández, la primera vez que un presidente en ejercicio visitaba una fábrica recuperada. También aparecen del exministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico; y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
Durante el capítulo tercero aparece el Congreso Nacional porque desde su irrupción en 2001, las fábricas recuperadas cuentan con un marco jurídico precario. Algunas se amparan en la Ley de Concursos y Quiebras, pero el andamiaje legal está flojo, y muchas veces terminan quedando bajo los criterios de jueces y síndicos, que juegan a favor de los exdueños. Por ese motivo, la ley de Recuperación de Unidades Productivas es un mecanismo necesario y que los trabajadores presentaron por segunda vez en el Congreso, luego de que perdiera estado parlamentario en 2020. El capítulo recorre las palabras de diputados y diputadas que expresan discursivamente la importancia de la ley. Una de ellas es Victoria Tolosa Paz, la actual ministra de Desarrollo Social. Sin embargo, al día de la fecha, la ley no fue sancionada.
El quinto capítulo muestra una nueva celebración de la Gráfica Patricios, la fábrica recuperada por su cooperativa de trabajadores donde, además, se imprime la revista Mu. El episodio cuenta con la participación del periodista, escritor e integrante de lavaca Sergio Ciancaglini, que cubrió la toma y recuperación en 2003.
El diario Tiempo Argentino es uno de los máximos símbolos de recuperación de los puestos de trabajo de los últimos años. Este capítulo es un homenaje a esa lucha, a su primer presidente Javier Borelli, y cuenta con la participación del editor de la MU, Franco Ciancaglini, el periodista que cubrió en tiempo real el brutal ataque a un medio de comunicación autogestivo.
El sexto episodio comienza con la periodista Anabella Arrascaeta pegando imágenes sobre una reja en un edificio tapiado. En ese mismo lugar funcionó el Hotel BAUEN, uno de los emblemas de la autogestión obrera en Argentina, que cerró sus puertas en 2020. Allí llega uno de sus referentes, Federico Tonarelli, a pensar qué significó esa experiencia, cómo se vivió desde adentro la decisión, así como la actualidad de esta historia que hoy busca rearmarse.
Durante el séptimo se creó la Cooperativa La Matanza. Edith Garay es una de las referentes no solo de la fábrica, sino también del movimiento y de las trabajadoras en las cooperativas: “Lo principal es pensarnos empresarios sin olvidarnos que somos trabajadores”.
El último capítulo transcurre en el Mercado de Flores, en la Ciudad de Buenos Aires donde el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas presentó MIA, la Moneda de Intercambio Argentina, lanzada para fortalecer a empresas recuperadas y experiencias de la economía popular a partir del intercambio de productos y servicios. La idea de la experiencia nació en Suiza en 1934. La serie cierra con un lema que se escucha bailando: “La cooperación supera a la competencia”.