Redacción Canal Abierto | La versión local del Festival Internacional de Cine Cannábico (FICC) tendrá su tercera edición desde este miércoles en el Complejo Manzana de las Luces. Además tendrá una versión online a través de la plataforma Octubre TV y actividades paralelas a las proyecciones como talleres, charlas y espectáculos musicales.
Las proyecciones y actividades paralelas tendrán lugar entre el 15 y el 26 de Febrero en el Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces (Perú 222) y la Casa Nacional del Bicentenario (Riobamba 985). El contenido online estará disponible a través de Octubre TV entre el 20 de febrero y el 3 de marzo. El catálogo y la grilla se pueden consultar en la página oficial del festival.
El festival, que en sus inicios se denominaba Festival Internacional de CineCannábico del Río de La Plata tuvo su primera entrega en 2019 en Montevideo. Entonces, la idea era que las sedes se repartieran entre las capitales uruguaya y argentina. Pero en 2020, la pandemia de coronavirus obligó a posponer la versión local pautada para abril de ese año. En 2022, Santiago se sumó como sede chilena.
Las proyecciones se organizan a partir de dos parámetros cruzados. Por un lado las categorías de competencia Largometraje de Ficción, Documental y Corto de Ficción y por otro las secciones temáticas Humos, Música, Prohibido prohibir, Tierra y Otros viajes. En total, más de una treintena de obras que abordan la temática desde distintas aristas.
En el catálogo del Festival, los organizadores manifiestan que «en estos tres años se avanzó mucho en materia de leyes y tabúes sociales con respecto al cannabis. Por primera vez recibimos el aval del Instituto de Cine, que es un gran orgullo para nosotres, pero estos avances nos hablan también de la necesidad de profundizar la propuesta y este año nos animamos a programar películas que hablen también de otras drogas o sustancias, y poner en debate el prohibicionismo, la reducción de daños, la salud mental, los negocios e intereses que hay detrás, la falta de información y el porqué algunas drogas son legales y otras están prohibidas o estigmatizadas».
«Somos un Festival con una temática específica, que claramente plantea desde el cine un cambio de paradigma, y una perspectiva que incluya los derechos de lxs usuarixs. Creemos que hay que salir del closet y el cine siempre es un aliado», agregan.
El festival fue ideado en 2019 por Malena Bystrowicz y Alejo Araujo, quien en diálogo con Canal Abierto adelantó que están en tratativas con espacios para extenderlo a otros países de la región: «tenemos aparte proyectos con producciones en otros en otros países de Latinoamérica que se están preparando, pero es muy posible que se sumen uno o dos países más dos ciudades más latinoamericanas, así que estamos más que contentos».
Al apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación con el que cuenta desde el inicio, este año se suma el del INCAA. “Nosotros venimos haciendo hace varios años el pedido formal al INCAA para que nos apoye como festival. El INCAA tiene recursos económicos con los que apoya festivales. Este año por primera vez nos han reconocido, nos han dado un aporte para hacer el festival. Para nosotros eso también es importantísimo porque es un reconocimiento desde el área que más involucrada a un festival de cine”, contó Araujo
El crecimiento del evento también se vio reflejado en la cantidad de trabajos presentados: en la edición del año pasado fueron 300 y para este llegaron a recibor 800 propuestas para incluir en la grilla del festival.
“Hemos crecido también en cuanto a programación, en cuanto a propuestas, a temática y acompañando más allá obviamente acompañándolo lo que va pasando en nuestros países con respecto a los cambios de legislación y todo eso también empujando para que sean más profundos los cambios necesarios que hay que ir sobre todo tratar de llegar a por lo menos una despenalización del consumo no para que los usuarios usuarias por lo menos puedan elegir libremente sobre su cuerpo”, agregó.
Y destacó que “son puertas que se fueron abriendo poco a poco por las políticas nacionales que hay al respecto. También hay un cambio de paradigma general que se está dando en la sociedad que hace que todo esto sea menos cuestionable en algún punto. Aparte nuestra propuesta nunca es alentar el consumo ni mucho menos, sino justamente ir hacia herramientas para los derechos de los usuarios, los derechos humanos, la concientización sobre los consumos y la reducción de daños”.
Araujo subrayó que este cambio de paradigma se ve reflejado en el crecimiento que en su corta vida ha experimentado el festival año a año. “El cine refleja este cambio y está más abierto al tema: Lo puede incluir de distintas maneras, a veces es central en la temática de la película el cannabis, a veces es secundario y a veces está ahí más como un espíritu: Me gusta hablar de un espíritu cannábico. También hay realizadores que están bastante abocados al tema. Incluso hay realizadores que participaron del festival y han vuelto con nuevas películas. Ellos saben que tienen un espacio donde su arte y su digamos su herramienta para comunicar tiene un espacio ahí difusión”, concluyó.