Redacción Canal Abierto | Los países del sur global, los llamados países en vías de desarrollo como el nuestro, tenemos una conflictiva y conocida relación con los organismos multilaterales de crédito. El Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por nombrar a los más conocidos, son citados prácticamente a diario en las columnas de política y economía de los medios masivos, pero también en alguna charla de bar entre amigos. Pero, además de estos, hay cientas de agencias de crédito a la exportación (ECA, por su sigla en inglés) que condicionan el desarrollo económico e inciden en la vida social y política de nuestras naciones.
“Uno habla con cualquier persona y le suena haber escuchado hablar sobre el BID, el Banco Mundial o el FMI y, más allá de las críticas que podamos establecer, estos organismos tienen que cumplir con algunas normas y leyes, tienen auditorías de la sociedad civil y de la prensa. Las agencias de crédito a la exportación (ECA) están en una zona más gris y casi nadie las conoce”, sostiene en Canal Abierto Ariel Slipak, economista y docente de la Universidad de Buenos Aires y coordinador del Área de Investigaciones de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
¿Cómo funcionan los organismos multilaterales de crédito?
–Después de la Segunda Guerra Mundial, como una especie de contribución democrática y a la paz, se crean las instituciones de Bretton Woods (conferencia de las Naciones Unidas en 1944 que estableció las políticas económicas mundiales para la segunda mitad del siglo XX, fomentando una institucionalidad neoliberal de la economía mundial), el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un lado y el Banco Mundial por otro. El FMI se funda con una idea o una lógica de intervenir y ayudar a los países en una crisis financiera para que las crisis financieras no se contagien de un país a otro, y el Banco Mundial, como banco multilateral de desarrollo, con la lógica de otorgar préstamos para aspectos vinculados al desarrollo económico y social, con un mandato de desarrollo. Después aparecen organismos similares como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco de Reconstrucción y Fomento. Contextualizando, esto ocurre en la época del Plan Marshall (iniciativa de los Estados Unidos para la reconstrucción de los países europeos devastados tras la Segunda Guerra Mundial).
Lo que finalmente terminó pasando con estas instituciones es que tienen un mandato de evitar crisis financieras o fomentar que se cierren las brechas y las inequidades entre el norte y el Sur global y justamente hacen lo contrario; mantienen el status quo de poder y han profundizado las inequidades tecnológicas, ecológicas, distributivas entre el norte y el Sur.
¿Qué son las agencias de crédito a la exportación?
–Las ECAs tienen como mandato principal promover la competitividad de los exportadores del propio país. Es decir, una ECA de China va a tratar de fomentar la competitividad externa de las empresas chinas. Entonces qué hace presta plata para que los importadores de Argentina o de Venezuela o de Myanmar compren productos de China.
Estas agencias tienen tres grandes productos estrella. Los préstamos, el financiamiento directo: pueden prestarle al exportador del propio país o al comprador. Le presto plata al importador argentino para que compre productos chinos, o al Estado para que realice una obra con infraestructura, knowhow y personal chinos. Otros productos estrella de las agencias son los seguros y las garantías. A veces, las empresas cuando se forman emiten deuda; por ejemplo, uno de los dos proyectos de litio que operan en Argentina se formó con una asociación entre una empresa australiana (Allkem) y Toyota Tsusho; eso lo financió un banco de Japón. Una agencia japonesa emitió una garantía sin la cual no existiría ese préstamo ni la operatoria de Sales de Jujuy, la empresa que extrae litio del Salar de Olaroz.
Los grandes capitales trasnacionales las utilizan también para minimizar riesgos. Por ejemplo, estoy interesado en un proyecto de infraestructura, un oleoducto o un gasoducto; son proyectos de gran impacto socioambiental, muchas veces generan violaciones de derechos humanos, evaluaciones de impacto ambiental poco transparentes, falta de consulta y participación popular. Un banco privado o una aseguradora privada no se quieren meter ahí, entonces los grandes capitales utilizan las ECAs para minimizar riesgos. Así el capital en connivencia con los estados nacionales –las ECAs mayoritariamente son estatales– llevan adelante estos negocios y si hay algún problema tengo la garantía de la agencia de crédito.
¿Podés darnos algunos ejemplos de la incidencia de estas ECAs en nuestra realidad?
-En este momento, hay un proyecto muy polémico de un oleoducto en el este de África, entre Uganda y Tanzania con violaciones de derechos humanos terribles. El oleoducto mantiene el petróleo a una temperatura muy elevada y provoca un impacto ambiental muy fuerte. Ahí hay metidos muchos capitales de muchos países, entre ellos la China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) y están las ECAs: la SACE (Servizi assicurativi e finanziari per le imprese) de Italia; la Sinosure o la CHEXIM (Export-Import Bank of China), etc.
Las agencias de crédito a la exportación están muy poco reguladas o casi nada y su mandato es la exportación del propio país. Una ECA ha financiado en Argentina el parque solar Cauchari, en Jujuy, uno de los parques solares más grandes de Sudamérica. Jujuy la financió con un bono verde de 15% y el otro 85% fue el CHEXIM. ¿Cuáles fueron las condiciones? Que los paneles solares sean de Talesum una empresa china y la obra la hicieron Shanghai Electric y Power China.
Las ECAs financian las cosas más polémicas, por ejemplo, armas. El Banco Mundial no va a financiar un proyecto de armas porque está en la mira de todo el mundo. Financian proyectos extractivos en el Sur global o de infraestructura que son de los más polémicos y producen violaciones a los derechos humanos y vulneraciones del derecho indígena.
En todo lo que venís contando se descuenta que las ECAs obvian los acuerdos internacionales para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para minimizar las consecuencias del cambio climático. El Acuerdo de París (2015), el Pacto de Glasgow surgido de la COP26 el año pasado…
–Las agencias de crédito a la exportación en los últimos tres años han financiado en promedio unos 43 mil millones de dólares a proyectos de extracción de combustibles fósiles y 3.500 millones a energías renovables, a pesar de que tienen una retórica verde o empiezan a construir su retórica verde.
De todos modos, hay un avance en los últimos años. Producto de la presión de la sociedad civil sobre el gobierno británico, por ejemplo de organizaciones como Oil Change International, Amigos de la Tierra Internacional (Friends of the Earth) y otras, se ha logrado que la agencia británica, la UKEF (UK Export Finance’s), haya tomado el compromiso de salir de los fósiles. Entonces hay un avance importante, la mayoría de las agencias de crédito, las más importantes de los países OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) han tomado el compromiso de ir retirándose del financiamiento a los fósiles, indispensable para poder avanzar hacia la transición energética a energías renovables.
Unos 34 países y otras cinco organizaciones financieras internacionales firmaron el Acuerdo de Glasgow que dice: vamos a tratar de salir del financiamiento de exportaciones a fósiles, tanto petróleo como gas. Algunas lo están cumpliendo como la agencia danesa o la UKEF, que ha financiado a Panamerican Energy –de la que British Petroleum es accionista– en Vaca Muerta, no así todas las agencias de Estados Unidos.
En Argentina, si uno mira el presupuesto nacional 2023 hay 153 mil millones de pesos en subsidios a los fósiles que son transferencias del Estado a las empresas que extraen fósiles. Si es tan rentable, no sé por qué necesitan tanto subsidio, no subsidios al consumo, esto es subsidio directo del Estado a las empresas, es regalo de dinero a las empresas. Eso se podría destinar a los renovables.
Me contabas antes del impacto concreto del financiamiento a proyectos de fracking en nuestro país, concretamente sobre la comunidad de Sauzal Bonito, en Neuquén.
-La agencia de Estados Unidos llamada OPIC (Overseas Private Investment Corporation, hoy la DFC) en 2019 aprobó un financiamiento a una operación en Vaca Muerta, en Bajada del Palo Oeste, un área que opera Vista Oil, luego lo retiraron, eran 300 millones de dólares. Desde que comenzó a operar esta compañía, en un área donde no había sismos se han registrado más de 20, y muchos especialistas lo relacionan con los sets de fractura hidráulica. Correlacionan la fecha de la fractura con la ubicación de los sismos y se puede constatar la coincidencia. Esto tiene impacto en las casas de la población de allí digamos.
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Acá es donde se hace relevante el tema de la participación de la sociedad civil en las auditorías a los proyectos de inversión. En este proyecto la DFC de Estados Unidos recibió material que decía que había una alta probabilidad de provocar sismos y a pesar de ello se definió como un proyecto elegible. En ese momento, la senadora Kamala Harris firmó una carta oponiéndose a ese financiamiento, la hoy vicepresidenta.
¿Cómo podemos enfrentar la incidencia de estas agencias como sociedad civil?
-La herramienta que tenemos desde la sociedad civil es hacer valer los derechos que se han conquistado con instrumentos como el acuerdo de Escazú, que Argentina firmó y suscribe, sobre acceso a la información y participación. Se tiene que trabajar en la implementación. Tiene que estar la sociedad civil pidiendo no sólo los estudios de impacto ambiental, sino también lo que se denomina evaluación ambiental estratégica que tiene en cuenta los aspectos socioambientales en su conjunto.
Estas agencias, además de financiar los peores proyectos como armas o carbón, condicionan a los países, son flujos financieros que van del Norte al Sur global, profundizan la deuda externa y a veces los hacen pasar como si fueran ayuda para el desarrollo cuando en realidad son endeudamiento. No solamente condicionan la compra a proveedores de sus propios países, que es su misión y es entendible en el capitalismo, sino que terminan condicionando los financiamientos a que se pueda hacer cambios en las legislaciones laborales, cambios en las legislaciones socioambientales. Terminan siendo un factor que hace jugar la legislación hacia la baja y establecen condicionamientos políticos. Entonces, necesitamos información, participación, estar atentos y atentas.
Entrevista: Nahuel Croza