Canal Abierto Radio | La ola de bancos quebrados en Estados Unidos que empezó con la caída del Silicon Valley Bank, continuó con una fuerte baja en las acciones en la Bolsa de Wall Street de importantes entidades financieras. En las últimas horas el First Republic quedó al borde de convertirse en el tercero en derrumbarse -tras el desplome de Signature Bank of New York- en medio de temores de que la crisis se extienda a todo el sistema bancario. Además, los títulos del Credit Suisse volvieron a caer hoy pese al salvataje del Banco Central de Europa.
A pesar de que el Tesoro estadounidense aseguró que su sistema bancario “sigue sólido” y que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) salió inmediatamente asegurar que no hay un riesgo de “crisis sistémica” comparable a la de 2008, el mundo mira con atención la evolución de la situación ante un posible efecto contagio que pueda expandir las consecuencias por fuera de Estados Unidos y Europa.
En ese contexto, Canal Abierto Radio conversó con Martín Burgos, economista y director del departamento de Economía del Centro Cultural de la Cooperación, para dimensionar los alcances de la crisis bancaria.
“En ese tipo de crashes –comenzó explicando el especialista- en algún momento el Estado tiene que intervenir para que no se siga propagando, si bien Biden puede tener una política más liberal en este momento, si esto continúa va a tener que hacer algo, se lo van a pedir sus propios electores”
“Venimos con un proceso de especulación muy fuerte que se ve sobre todo en las tecnológicas, es un proceso en el cual la Bolsa sube y la gente empieza a poner plata ahí, y la Bolsa sube porque la gente empieza a poner plata ahí. Ya cuando empiezan a subir acciones de cosas que no se sabe bien que tienen, o de algunos productos que no llegan a lograr algún tipo de ganancia, ahí es cuando están financiando cosas que tal vez a futuro den ganancias. El caso típico es el de Uber, una empresa que fue creciendo mucho su valor en la Bolsa pero en términos de rentabilidad no da ganancia, da perdida”, aclaró.
Sobre eventuales complicaciones para la economía argentina, Burgos aseguró: “Esto es casi imposible que impacte en los bancos locales, esta muy vinculado a la burbuja de las criptomonedas, que no son monedas y eso es importante aclararlo porque la gente cree que está comprando algo duro, como si estuviera comprando dólares, y no es así, y muchas veces aparece la cuestión de la estafa vinculada a estos valores, que en realidad son como acciones, y las acciones pueden ganar o perder, últimamente está perdiendo mucho, como hay todo un ecosistema alrededor, eso se tiene que guardar en algún lado, esa especie de bancos que fueron naciendo, Exchange, Binnance, que tiene publicidades en todos lados, viven mucho de la fama, de que son conocidos, la gente se engancha y termina perdiendo toda la plata”.
“Son activos digitales –advirtió sobre las criptomonedas-, porque incluso las acciones son de alguna empresa, deberían tener alguna relación entre sus ganancias y la acción, vos estas comprando una parte de la empresa. Lo otro es un activo digital que se esconde detrás de una tecnología, del discurso de que es perfecta, que es mucho mejor que cualquier moneda, y no se sabe si Bitcoin va a seguir existiendo de acá a 10 años”.
“Generalmente cuando aparece un cisne negro, un banco al que le va muy mal, uno empieza a mirar los balances de todos los bancos y se da cuenta de que están todos muy mal, pero tal vez el día antes nadie miraba esos balances, hay un efecto de manada que es muy malo”, agregó el economista que además es coordinador del libro Desarrollo y ambiente: Problemas y debates desde la periferia, publicado por Ediciones del CCC.
“Puede pasar que retiren toda la plata del banco o muevan todos los activos y eso puede generar una crisis financiera que al ser en Estados Unidos y en Europa va a impactar en todos, lados menos en Argentina porque nosotros ya estamos debajo del agua, entonces que llueva o que no llueva es lo mismo. Más peligro es para los países que están conectados al sistema financiero porque no van a poder tener acceso al crédito internacional. Nosotros no tenemos ese problema porque ya toda la deuda que podíamos tomar la tomó el gobierno anterior, y se terminó defaullteando y estamos viendo si lo paga el próximo gobierno, evidentemente no es algo que nos aqueja inmediatamente”, sintetizó.