Redacción Canal Abierto | En la madrugada del domingo Clarín despidió, vía correo electrónico, a 48 trabajadores y valló su edificio de Tacuarí al 1800 para impedir el ingreso de estos.
En respuesta, integrantes de la comisión interna y del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) lanzaron un paro de actividades que a las pocas horas fue suspendido en función de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. El multimedio, en cambio, decidió ignorar la resolución y continuó con el bloqueo a su sede.
“Son dueños del medio y el edificio, pero pareciera que también de la calle”, apuntó Oscar Barnade, integrante de la Comisión Interna en el multimedio, en diálogo con Canal Abierto.
La decisión se conoció a pocas horas de que se cumpliera el cuarto aniversario de otra ola de cesantías, la que en abril de 2019 dejó en la calle a 65 empleados. Y a más de dos décadas de la recordada purga de noviembre de 2000, cuando el holding mediático echó a 117 personas (incluida buena parte de la comisión interna).
“El protocolo es siempre el mismo, violento”, indicó el periodista deportivo de Clarín. “El golpe es para los que recibieron la notificación, pero también para el reto que sabe que en cualquier momento puede sufrir lo mismo”.
En los últimos 4 años, entre despidos y retiros voluntarios, el ajuste en Clarín alcanzó a 600 trabajadores. “No están cubriendo los puestos con gente nueva y la precarización aumenta, algo que se nota en el producto periodístico”, señaló.
Sobre la situación salarial del sector, Barnade planteó que “hoy muchos tienen dos o tres trabajos e incluso están por debajo de la canasta básica familiar”.
Entrevista: Diego Leonoff