Redacción Canal Abierto | Ya lanzado como precandidato a Presidente por Unión por la Patria (UxP), en una lista “de unidad” del peronismo, Sergio Massa promete que en las próximas horas —a más tardar el viernes— podrá jugar la carta que le permitirá aspirar a una victoria electoral: un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el cierre de la Convención Anual de la Cámara de la Construcción (COMARCO), su segunda aparición pública como precandidato, el actual ministro de Economía sostuvo que su equipo está cerrando los detalles de un programa con el organismo internacional de crédito que se conocerá pronto.
“¿Qué significa ir al Fondo? Para que entendamos qué representaron esos 44 mil millones de dólares de 2019. Significa asumir metas, compromisos y obligaciones en términos de programa económico. Significa ceder en parte tu autonomía para atarte a un programa que es el que explica la capacidad de repago de tu país. Eso es ir al Fondo”, sentenció. Y agregó: “Una obsesión que tiene que tener el próximo presidente, el que sea, es el programa exportador, juntar todos los dólares que Argentina necesita para pagarle al FMI y volver a sacarlo de la Argentina y para no volver nunca más”.
Por lo pronto, este miércoles el Gobierno consiguió casi 1.000 millones de dólares de financiamiento del Banco Mundial para reforzar las reservas del Banco Central a poco delas PASO, escenario que en la Argentina suele disparar corridas cambiarias con todo y las férreas restricciones para la compra de divisas.
Lo que viene
Entretanto, los vencimientos se acumulan: los próximos 30 días la Argentina deberá afrontar pagos por 6.941 millones de dólares. De ellos, sólo al FMI corresponden 5.313 millones de dólares.
Por su parte, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, aseguró en declaraciones a FM La Patriada que el equipo económico es “optimista” sobre la posibilidad de reformular un acuerdo con el FMI y que el mismo significa “adelantar fondos que se iban a asignar de acá a fin de año” y/o “postergar o renegociar los vencimientos que se producían en el corto plazo”.
Hace quince días, cuando todavía no era su compañero de fórmula, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, sostuvo en Diputados que con la finalización de la primera etapa del gasoducto Néstor Kirchner, en la segunda mitad del año la Argentina logrará “un ahorro de 2.000 millones de dólares en importaciones” de energía.
También destacó que el año que viene “no vamos a tener los efectos de la sequía, que son 20.000 millones de dólares que nos faltaron este año”, y que con todo eso Argentina “va a tener una balanza comercial favorable, va a sostener el crecimiento económico, va a fortalecer las reservas del Banco Central y va a tener una mirada más severa sobre el tipo de cambio, y así lograr una curva descendente de la inflación y una mejora del poder adquisitivo del salario”.