Canal Abierto Radio | El fixture electoral de 2023 no se detiene y, si bien falta mucho, las 16 votaciones provinciales pueden arrojar pautas para lecturas parciales que permitan ir delineando un panorama nacional aunque, cómo en política no siempre 2+2 es 4, ningún resultado local, y ni siquiera todos ellos juntos, pueden garantizar alguna verdad sobre lo que ocurrirá con la votación presidencial.
Ya abrieron los cuartos oscuros La Pampa, Neuquén, Río Negro, Misiones, Jujuy, La Rioja, Salta, Tierra del Fuego, Corrientes, San Luis, Tucumán, Mendoza, Chaco, Córdoba, Formosa y San Juan. Este fin de semana hay PASO en Santa Fe. Y faltan cinco semanas para la primaria que abrirá la carrera hacia la Casa rosada. Con todo esto, Facundo Cruz, politólogo, integrante del Centro de Investigación para la Calidad Democrática y autor del boletín La gente vota del portal Cenital, ensaya algunas conclusiones y abre algunos debates.
En conversación con Canal Abierto Radio, el analista observó que “está yendo a votar menos gente que en el 2019, muchos de los informes que circularon estaban comparando estas elecciones con las de 2021, que fueron legislativas nacionales, en un mismo día, entonces ahí estaban comparando peras con manzanas”.
“Hay una baja en la participación –continuó aclarando-, de la cantidad de gente que fue a votar, en promedio en estas provincias cayó 4,5%, pero también es importante ver cuánta de esa gente agarra una de las boletas y la pone en el sobre, por eso calculamos la participación positiva y ahí también vemos una caída de casi el 7%, o sea que hay menos gente que va a votar y también un salto del voto blanco y el voto nulo”.
Sin embargo, ante panoramas apocalípticos o de supuestas crisis de representatividad presentadas en algunos medios de comunicación, el consultor subraya:
“Lo que hay que hacer con cuidado es la interpretación de esos datos, porque estamos viendo los datos de caída de participación de este año con los lentes del 2001-2003, donde había bronca, decepción, angustia, una sensación de que había que votar a Clemente o a una feta de salame o romper la boleta o dejar el sobre vacío, como una forma de protesta contra la situación política. Hoy en día no vemos que el escenario sea el mismo, no pensamos que pueda ir en la línea del 2001-2003”.
Consultado por el desdoblamiento de fechas que eligieron la mayoría de los gobernadores, Cruz analizó: “No creo que sea una consecuencia del nivel de participación sino más bien una lectura general de cómo está la política nacional, un gobierno que le está costando encontrar soluciones sólidas para problemas económicos y sociales sumado a un nivel de polarización muy marcado, y un tercer punto que es que hay una figura nacional más al extremo de la derecha, Javier Milei, que a principio de año tenía niveles de intención de voto más elevados y por esas cuestiones los gobernadores definieron que era mejor desacoplarse de la elección nacional”.
Por último, sobre la posibilidad de ver los resultados provinciales con una proyección nacional, el coordinador de la carrera Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Argentina de la Empresa, señala: “No veo que se pueda hacer eso, porque hubo una intención de los gobiernos provinciales de desacoplarse de la disputa nacional para tratar de que los oficialismo provinciales ganen, y eso se dio en la mayoría de los casos, y por otro lado, muchas de las candidaturas provinciales que se presentaron fueron coaliciones provinciales que unían pedazos políticos de espacios que a nivel nacional están enfrentados, por ejemplo Alberto Weretilneck (Río Negro) reunió apoyos de La Cámpora y la UCR”.
Además, habló sobre la aparición de Cristina Fernández de Kirchner en la campaña de Unión por la Patria.
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Ilustración: Marcelo Spotti