Redacción Canal Abierto | La Asociación Trabajadores del Estado recordará a su histórico dirigente Germán Abdala al cumplirse el 30º aniversario de su partida en un acto en el Hotel Héctor Quagliaro (Moreno 2654, CABA). Abdala falleció el 13 de julio de 1993 tras luchar contra un cáncer que no logró apartarlo de la lucha política.
Protagonista de la recuperación del gremio de los estatales tras la salida de la dictadura, fue elegido diputado nacional en 1989 en la boleta con la que Carlos Menem llegó a la presidencia. Pero al poco de andar del gobierno del riojano, Abdala junto con otros legisladores se apartaron del bloque oficialista al ver que las banderas con las que habían llegado eran arriadas desde el Ejecutivo con las privatizaciones de las empresas públicas, el alineamiento con los Estados Unidos, los indultos a los genocidas de la dictadura y el abrazo al Consenso de Washingotn.
Compañero de lucha durante la dictadura y en la recuperación de ATE en 1984, el actual concejal de Lanús y fundador de la CTA Víctor de Gennaro recordó a Abdala en diálogo con Canal Abierto Radio. “A pesar de que fue elegido por el Partido Justicialista cuando este abandonó el mandato popular y planteó que había que privatizar todo lo que debería ser estatal, entre la disciplina de clase y la disciplina partidaria, Germán optó por la disciplina de clase”, sostuvo De Gennaro, que actualmente es uno de los precandidatos a intendente de Lanús por Unión por la Patria.
Y se esperanzó en que “ese legado esté en la mayoría, de que cuando llegan a los ámbitos de gobierno, de representación sindical, política, cultural o hasta deportiva o periodística sean capaces de asumir ese legado de disciplinarse ante las convicciones y ante los intereses de lo que uno representa y no a lo que supuestamente es lo que le ha permitido la legalidad”.
El dirigente recordó la última participación pública de Abdala en el Congreso de los Trabajadores Argentinos, germen de la CTA, en Parque Sarmiento el 14 de noviembre de 1992, cuando se hizo presente en el tramo final de su enfermedad: “Desoyendo a los consejos médicos que decían que tenía que seguir con el tratamiento, vino a compartir y a alentarnos. Ahí no solamente agradeció todos los gestos de afecto, porque como todos los grandes él sabía que la política no es una cosa individual y que él podía hacer eso gracias a todos esos compañeros y compañeras que lo estaban rodeando. Ahí dijo que no lo iba a derrotar el cáncer, sino la incapacidad de resolver y trascender y hacer las transformaciones”.
“En ese momento, en el que él se estaba haciendo cada vez más chico, delgado, con todas las dificultades físicas, se le agrandaba el alma para, aún en esa instancia, tener la fuerza y la convicción como para decirnos que nos convocaba a construir nuevos caminos, a construir una nueva sociedad. Hay que tener mucha generosidad y confianza en el colectivo como para apuntalar una idea de esa naturaleza”, agregó.
De Gennaro proyectó que su compañero de militancia hoy “estaría discutiendo cómo resuelve los problemas de la gente, de su pueblo, esa sería su prioridad. Yo no tengo la menor duda que estaría en un lugar de trinchera militante porque, como él se autodefinió, dijo `yo vine para ser militante del pueblo´, él sentía eso, lo expresaba”.
“Hoy, cuando está la crisis que hay, quizás hay que ser conscientes de que no hay salvadores, no son cuatro en una pieza, no es algo mágico que va a venir de arriba, sino realmente que hay que integrarse y compartir con el pueblo el diario, construir la solución de sus problemas”, concluyó De Gennaro.