Redacción Canal Abierto | El 3 de diciembre de 1951, a los pocos días de ganar las elecciones que lo volvieron a consagrar como presidente, Juan Domingo Perón hizo un llamado a la población para que aportara iniciativas para la elaboración del Segundo Plan Quinquenal, con un mensaje emitido por cadena nacional.
Entre 1952 y 1953, llegaron al Ministerio de Asuntos Técnicos cerca de 100.000 cartas con propuestas de toda índole: vivienda, transporte, infraestructura, reforma agraria, créditos, monumentos. Cada carta se transformó en un expediente que fue caratulado, ordenado y remitido al organismo correspondiente para que opinara sobre su pertinencia en el plan que se avecinaba. En los años sucesivos, muchas de esas ideas, llegadas desde todo el territorio nacional, se convirtieron en políticas públicas.
“La obra realizada es muy grande, pero no alcanza, ya sabemos que el gobierno tiene en manos este problema. Pero no estaría mal algo más”. “El deber patriótico del momento me impone, como ciudadano argentino, no quedarme a un costado del camino”. “Escuchando siempre vuestros discursos y los de su dignísima esposa, como verdaderos peronistas de corazón, es por eso que en su disertación sobre el Segundo Plan Quinquenal nos dirigimos a usted por si nuestro problema puede ser incluido en él…”. “Satisfecha por haber puesto también un grano de arena en bien de los intereses generales…”. Las cartas, con proyectos de los más humildes a los más ambiciosos, dan cuenta del imaginario social de una época y de la convicción del pueblo de que habría un futuro próspero y colectivo.
Si bien el golpe de 1955 desmanteló el aparato estatal peronista, las cartas sobrevivieron. Hacia 1991, un convenio entre el Archivo General de la Nación y la Universidad de Belgrano convirtió a esa montaña de papel en un fondo documental. Historiadores y archivistas recuperaron unas 20.000 cartas, de las casi 100.000 que se habían recibido inicialmente. Con ellas hay fotos, dibujos y planos. Ocupan 175 metros lineales de estanterías y, desde este viernes 14 de julio, forman parte de una exposición en el Centro Cultural Kirchner que lleva por nombre su propia esencia: “La participación al poder”.
La Argentina soñada
La muestra expone más de 800 cartas. Y a lo largo de cuatro salas del segundo piso, once artistas argentinos contemporáneos reinterpretan las propuestas, inventos y deseos que se desprenden de los textos.
“Trabajé a partir de ocho cartas escritas por mujeres. Seis se transformaron en canción. Las otras dos, escritas por amas de casa organizadas, se transforman en el eco de las anteriores”, sostiene Gabriela Golder, una de las artistas, quien llevó adelante un cortometraje en tres pantallas simultáneas donde tres mujeres le ponen voz a los textos.
Por su parte, Andrés Denegri hizo foco en el pedido de tierra y vivienda, y a través del Súper 8 recreó la carta del director de una escuela rural de Colonia San Juan, Santiago del Estero.
Lucas Di Pascuale y Guadalupe Fassi construyeron una instalación donde escenifican una carta de trece carillas donde un ciudadano responde a la consigna “Perón quiere saber lo que su pueblo necesita”.
Los dibujos de Patricio Larrambebere llevan a las dos dimensiones una iniciativa que su autor llamó “Sistema Sanguíneo” y propone, a un tiempo, una reforma agraria y un ferrocarril que conecte a toda la nación.
El carro musical de Hernán Soriano retoma la idea que el músico santiagueño Carlos Carabajal expone en su carta a Perón y planteaba “llevar música a los más postergados”.
Eugenia Calvo y Marcela Sinclair invitan a conocer las propuestas más curiosas y adelantadas a su tiempo que emergieron de la ciudadanía. Santiago Andrés Viale toma una carta con propósito filantrópico y Alicia Herrero lleva adelante una propuesta artística que nos invita a una Argentina posible.
Por su parte, y en una sala propia, el gran Daniel Santoro desarrolló en un mural de carbonilla lo que emergió de muchas cartas: la novedosa forma de felicidad popular, que propone dejar huella en el territorio con obras monumentales.
Con la curaduría de Cecilia Priego y Andrea Wain, la muestra se puede visitar desde el 14 de julio al 29 de octubre en el CCK (Sarmiento 151, Ciudad de Buenos Aires), de 14 a 20, en las salas 203 a 206.