Redacción Canal Abierto | “Este gobierno debió denunciar todo ese acuerdo infame de (Mauricio) Macri, (Donald) Trump y (Christine) Lagarde como un negociado. No se hizo. También podría haber dicho que Argentina aceptaba hasta aproximadamente 19.000 millones de dólares, que era lo que correspondía que le prestaran según su cuota en el FMI. De ahí a 57.000 es una violación de todos los reglamentos internos del Fondo. Podría decir: ‘esto es una irregularidad, queremos que se investigue’. Tampoco se hizo. Es muy difícil ser opositor del gobierno propio, porque lo que tendría que decir Massa es ‘este gobierno negoció mal’”.
La reflexión de Ricardo Aronskind –economista, magíster en Relaciones Internacionales, investigador y docente universitario– apunta directamente a la encerrona con la que se encuentra el precandidato presidencial de Unión por la Patria Sergio Massa, quien necesita mostrarse como la solución mientras es parte del problema.
Y a la deuda con el Fondo Monetario Internacional, el elefante en la habitación de las cuentas públicas. “Hace como dos meses que se está negociando con el FMI. No está saliendo fácil porque no se está aceptando lo que pide el Fondo, que es más degradación de la situación económica. Incluso si ganara alguna variante del macrismo va a tener que hacer algo (con el acuerdo) porque la combinación de vencimientos del Fondo más las deudas con los fondos de inversión privados es muy grande, son cifras que no se van a poder pagar cuando empiecen a vencer”, sostiene en diálogo con Canal Abierto.
Las elecciones y el futuro
¿Qué diferencia haría un gobierno de Massa? ¿Por qué Cristina Fernández lo eligió como candidato? ¿Es Unión por la Patria una alternativa viable frente a la embestida de derecha? Para Aronskind –que entiende al kirchnerismo como “una variante particular que no es mayoritaria” dentro del peronismo, y al peronismo como una fuerza “de centro” incluso “conservadora en algunas provincias”– las explicaciones no son auspiciosas y las expectativas son moderadas pero, pese a todo, la disyuntiva eleccionaria en el panorama 2023 es de resolución bastante fácil.
“Con otro nivel de ingresos, manejar la deuda con el Fondo va a ser mucho más razonable. Hay mucho para hacer en muchos terrenos en la Argentina, que tiene capacidades exportadoras muy grandes desaprovechadas hasta el momento. Algo de sacrificio del territorio tenemos que hacer pero tiene que ser en función del interés nacional, esa es la clave, y ese es el desafío y la diferencia que puede haber entre un gobierno de Unión por la Patria y un gobierno de Juntos por el Cambio –asegura–. Juntos por el Cambio no duda, ni se hace la pregunta sobre el territorio, ni sobre la gente, ni sobre nada, porque son una expresión del capital multinacional en la Argentina”.
Un futuro mejor se trata, para él, de una administración distinta de los recursos que a la Argentina no le faltan. “Para que el Estado resuelva las cosas tiene que tener poder. No se puede seguir con este nivel de falta de autoridad estatal”, resume.
¿Qué cabe esperar? ¿Qué cosas están en juego? Todo esto y mucho más, en esta entrevista.
Entrevista: Gladys Stagno