Canal Abierto Radio | Hoy comienza el juicio a cinco policías por un caso de gatillo fácil en Paso Viejo, un pueblo del interior de la provincia de Córdoba. Se trata de Joaquín Paredes, que el 25 de octubre de 2020 tenía 15 años cuando fue a saludar a un amigo que cumplía años y lo estaba festejando con otros pibes en una plaza del pueblo. Durante un operativo de dispersión por la cuarentena ordenada por la emergencia sanitaria del coronavirus, los efectivos abrieron fuego causando una víctima fatal y varios heridos.
El debate estará a cargo de la Cámara del Crimen de Cruz del Eje mediante el sistema de jurados. En la localidad de Paso Viejo viven cerca de mil habitantes. De acuerdo a los datos de la causa, cuando llegaron los agentes se produjo una discusión con los jóvenes, lo que derivó en una balacera por parte de los policías.
Consultado por Canal Abierto Radio, Claudio Orosz, abogado de la familia Paredes y reconocido profesional defensor de los derechos humanos, subrayó que “es muy importante que tenga difusión porque, a diferencia de otros casos de violencia estatal, cuando se trata de chicos pobres, de barrios perdidos del interior más profundo, no tienen tanta atención como cuando los hechos tienen como víctimas a quienes viven en la capital”.
Según consta en el expediente, en la plaza se produjeron al menos siete disparos: cuatro del arma del agente Alexis Luna y tres del agente Maykel Mercedes López, uno de los cuales mató a Joaquín. También resultó herido en el brazo Brian Brandon Villada, de 15 años.
Cuando un grupo de chicos fue hasta la comisaría a pedir auxilio, también los recibieron a los tiros.
De los cinco acusados, López es el único que se encuentra detenido y está imputado por “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y coautor de lesiones graves en agresión agravadas por el uso de arma de fuego en concurso real”.
Los restantes acusados son Iván Alexis Luna, por “lesiones graves en agresión agravadas por el uso de arma de fuego y disparo de arma de arma de fuego”; y Enzo Ricardo Alvarado; Jorge Luis Gómez; y Ronald Nicolás Fernández Aliendro, por “omisión de los deberes” y “disparo de arma de fuego calificado la condición especial”.
“El argumento de la policía es que fueron agredidos por una multitud de ‘niños’ –comienza explicando el letrado-, porque encima utilizan esa palabra, hablan de agresiones con piedras y un disparo de arma de fuego en la camioneta que la Policía Judicial de la provincia de Córdoba comprobó que fue producido por la propia Policía para simular un enfrentamiento, y con los testimonios que se recabaron quedó claro que la policía llegó al lugar, produjo una encerrona por las dos salidas que tenía el predio, de muy mala manera ordenó retirarse, uno de ellos desenfundó una escopeta y efectuó disparos, algunos de los chicos salieron corriendo y otros atinaron a defenderse con piedras, y finalmente otros dos policías sacaron su 9mm y tiraron a todo que corriera”
En el caso resaltan las complicaciones que puede representar la convivencia entre victimas y victimarios en un pueblo chico, teniendo en cuenta que, por ejemplo, el abuelo y el tioabuelo de Joaquín son policías o que algunos de los imputados son primos de algunos de los chicos que fueron atacados.
Sobre eso, Orosz sostiene: “De acuerdo a lo que nos dicen los psicólogos que la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación puso a disposición de las víctimas, realmente se ha producido una gran presión de parte de la policía, eso nosotros lo pudimos ver, allanamiento a los lugares de las víctimas, además se cruzan permanentemente porque los policías viven en Paso Viejo, solo uno está detenido, hay mensajes por whatsapp, es muy triste”
“Si no hay presiones políticas, no hay otra forma de explicar este hecho que no sea como un caso de violencia estatal”, agrega.
“Con posterioridad a la muerte de los chicos los policías huyen y los dejan a los dos heridos, uno finalmente muerto, en el suelo y se van, entonces parte de los chicos corren a la comisaria a pedir que vengan con los móviles y lleven a los chicos a un hospital, y en vez de intentar socorrer a los heridos los reciben a tiros”, completa el defensor.
“En Córdoba hubo un caso muy parecido en el que mataron a otro pibe de menos de 20 años, Blas Correas, en un reten se asustan y los policías lo mataron a él y casi matan a sus otros cuatro compañeros, y tuvo muchísima mas trascendencia porque era un pibe de clase media, pero lo que es admirable es que la mamá de ese chico acompaña a esta mamá pobre de Paso Viejo, va a estar presente porque entiende que en realidad esto nos afecta a todos como sociedad”, finaliza Orosz.