Redacción Canal Abierto | Un muerto por un disparo y tres heridos de bala produjo el ataque de una patota de sicarios al servicio de una empresa privada local que vendió tierras habitadas por comunidades originarias y pequeños campesinos a la firma alemana Concept Nature Management S.A.
Hace varios años que familias campesinas y de comunidades indígenas del departamento Figueroa, en Santiago del Estero, organizadas en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), denuncian los conflictos desencadenados por empresarios locales e internacionales que buscan apropiarse de las tierras en las que viven y producen.
El pasado martes (5/9), en un nueva escalada de un conflicto que ya se cobró una vida en 2011, se produjeron la muerte de un joven empleado de una de estas empresas, según declaran los comuneros, víctima del fuego amigo, y heridas de bala por la espalda a tres integrantes de la comunidad indígena. A raíz del hecho la policía detuvo a dos lugareños que se presentaron voluntariamente porque se habían defendido con un disparo de escopeta, tiro no coincidente con el balazo que acabó con la vida del integrante de la patota de apellido Ledesma.
Los territorios en disputa están ubicados en los parajes San Roque y Chañar Pozo y fueron relevados y registrados por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), bajo la Ley 21.160 –de emergencia territorial indígena, que prohíbe cualquier intento de desalojo en tierras comunitarias.
“Esto es zona de monte. Todavía monte virgen que es resguardado por las comunidades originarias. En 2011 murió otro esbirro contratado por las empresas para limpiar a las comunidades”, explica Lucas Tedesco, de la UTT, en diálogo con Canal Abierto.
“La empresa alemana ‘compró’ 31.000 hectáreas para canjear por bonos verdes –o bonos de carbono. Son un método de compensación de emisiones de dióxido de carbono (CO2), que permiten a las empresas reducir el impacto de su huella de carbono. Plantando árboles en Sudamérica o en África, resarcen la contaminación que generan en Europa–. En Santiago del Estero hay varias pequeñas empresas, que son todas mafias –podemos mencionar a Santiago S.A. y a Figueroa S.A.– que piden informes de dominio de tierras donde viven las comunidades hace más de 100 años y buscan herederos para hacerse de las mismas, arreglando sucesiones y comprando por unos pocos pesos”, cuenta Tedesco.
La empresa alemana –que tiene una subsidiaria local– lo que hace es desmontar el monte nativo, “árboles que tienen 200 años, quebracho colorado y blanco, itín, mistol, algarrobos”, para forestar con especies exóticas. “Lo primero que hacen es pasar las topadoras para después sembrar almendros y otras especies que, por la zona que es, no van a van a tener éxito, no van a dar almendras nunca”.
Desde la UTT vienen acompañando el conflicto. El año pasado realizaron un corte de ruta para denunciar la situación y varios comuneros y referentes de la organización fueron detenidos. “A mí me metieron preso también. Ahí cortamos la Ruta 5 porque habían detenido a Felipe, un compañero de la comunidad tonokoté, exigíamos su liberación y la represión fue feroz”, narra Lucas.
“El gobierno de Santiago mira para otro lado, deja este limbo legal en donde las familias que viven hace 100 años están defendiendo su territorio y donde aparecen empresas y matones, pibitos de 18, 20 años a los que les dan armas y los arengan a limpiar los campos de las comunidades. Les dan 130 mil pesos por mes y les dicen que se pueden robar todos los animales de las comunidades”.
Cacería
El martes pasado los comuneros se pusieron delante de las topadoras, cruzaron algunos árboles ya derribados e hicieron frente a los invasores. “Unas 20 personas que venían en diferentes camionetas, sin mediar palabra, les empiezan a dar con las armas en la cabeza a los compañeros y las compañeras de la comunidad. En la desesperación empiezan a correr y se da esta situación de fusilamiento. Los tres heridos tienen heridas de bala desde atrás, o sea, estaban escapando, escondiéndose en el monte. Hay un herido en la pierna con el orificio desde atrás, otro en la espalda y el tercero, en la cara: la bala le entró desde atrás y le rompió la boca”, cuenta Tedesco, presente en la zona y acompañando a las familias. “El muerto, nosotros lo que calculamos que pasó es que entre ellos mismos se balearon. Veinte pibes tirando hacia el monte a un grupo de gente en escape”.
Tensión. ¿El estado provincial?, ni noticias
Los referentes nacionales de la UTT llevan varios días recorriendo la zona y hablando con las comunidades y con referentes y referentas locales. “Anoche estuvimos en las casas, en el lugar del conflicto. Solamente hay mujeres con niños porque los empresarios y esta familia Ledesma amenazaron con que iban a matar a todos los varones del territorio en conflicto. Los hombres no están durmiendo en sus casas, algunos se fueron a Santiago y otros están durmiendo en el monte”.
“Hacemos responsable al gobierno de la provincia que no quiere escuchar las necesidades de las comunidades indígenas y las organizaciones campesinas que queremos vivir dignamente resguardando nuestros territorios, produciendo alimentos sanos y soberanos para la mesa de nuestras familias y del pueblo”, sostiene Angélica Serrano, integrante de la comunidad Yakú Muchuna del pueblo tonokoté, en diálogo con Canal Abierto.
“Las comunidades resistimos y cuidamos el territorio. La comunidad indígena de San Roque, adherida a la UTT, viene denunciando situaciones de violencia y atropellos por parte de los empleados de estas empresas: Concept Nature y Figueroa S.A. Utilizan la violencia para despojarlos del territorio. También intentan cercar el terreno de modo que las familias se quedan sin espacio para producir”, explica Angélica.
“Los familiares de los heridos y detenidos están monte adentro, con mucho miedo. Reciben amenazas a través de las redes. La población de la comunidad está atemorizada, los chicos no quieren ir a la escuela por miedo a que les hagan algo”. Las comunidades y los referentes de la UTT han solicitado la presencia de la polícía provincial para garantizar la seguridad de las familias ante la amenaza constante de gente armada recorriendo la zona.
Las historias de campesinos y comunidades despojados de sus tierras, la cantidad de muertes en situaciones violentas, los amedrentamientos, los robos, se multiplican.
Según un informe del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, en los últimos 20 años se deforestaron 6,5 millones de hectáreas de bosque nativo, más de la mitad del stock de 12 millones existente en 1998. El 87% de esa superficie arrasada se encuentra en el denominado Parque Chaqueño que abarca Formosa, Chacho y Santiago del Estero. Esta última es la provincia con más desmontes: el 28% del total.
Este es el resultado del avance de la frontera agropecuaria a fuerza de soja, feedlot, bonos verdes, abogados y escribanos truchos, balazos para las comunidades y topadoras para el monte.