Redacción Canal Abierto | El reconocido ranking SCImago 2023 ubica al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) a la cabeza entre 95 instituciones de la región, y decimocuarto a nivel global.
La evaluación destaca su productividad, innovación y aplicación de los desarrollos, y a la vez echa por tierra los argumentos privatizadores que circulan fuertemente hace semanas.
Además del principal organismo en ciencia argentino, entre los primeros once puestos de la región también el Instituto Tecnológico de Chascomús, Fundación Instituto Leloir y Centro Científico Tecnológico de La Plata.
“Mientras algunos prometen privatizar el CONICET, el ranking mas prestigioso que evalúa instituciones científicas de A. Latina lo pone en el 1er lugar x el alto nivel de su producción académica”, destacó en la red social X (ex Twitter) el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus.
Sin mencionarlo, el comentario tiene como destinatario el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, quien en las últimas semanas enfocó su retórica antiestatista contra el organismo científico: “El Conicet hoy tiene 35 mil personas. La NASA tiene 17 mil. Me parece que el Conicet no produce en línea con lo que produce la NASA. O sea, la productividad del Conicet es bastante cuestionable. La NASA, digamos, me parece que produce un poquito más”.
Aunque a esta altura parezca una obviedad aclararlo, la afirmación del ganador de las PASO es falsa. No sólo por el hecho de que el Conicet cuenta con un presupuesto en dólares 72 veces menor al de la NASA, sino por la inadecuada comparación entre ambas instituciones.
Por otra parte, en análisis del sitio Chequeado.com plantea como “el equivalente argentino de la NASA es la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), que está conformada por 288 personas”.
Es más, si se analiza la inversión total en investigación y desarrollo respecto del PBI, en la Argentina representa el 0,52% y en los Estados Unidos 3,45%. Israel encabeza el ranking con una inversión del 5,44% de su PBI, seguido por Corea (4,81%).
Al margen de las mentiras y tergiversaciones del candidato, en redes sociales vienen circulando abundantes menciones -con nombre y apellido de investigadores- a títulos de publicaciones sobre temáticas aparentemente irrelevantes, incluso ridículas. En particular, vinculadas a las ciencias sociales.
En un artículo publicado por la revista MU, el historiador e investigador Ezequiel Adamovsky contesta los ataques, explica la importancia del financiamiento de estos estudios y “los modos a veces invisibles en que los saberes que producen impactan en la vida social”.