Por Néstor Espósito | En la causa por presuntas actividades de inteligencia ilegal que mediáticamente –más que en tribunales– afirma que el diputado del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade, es una suerte de jefe del espionaje clandestino que filtró los chats del viaje a escondidas al Lago Escondido omite deliberadamente dos datos claves.
El primero es que la información que trascendió en la recta final hacia el balotaje fue aportada por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (DAJUDECO), que depende de la Corte Suprema. El último tramo del camino hacia la segunda vuelta presidencial coincide también con la etapa decisiva de la labor de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados. De allí que Tailhade atribuya a un “vuelto” del presidente de la Corte, Horacio Rosatti, y su alter ego, Silvio Robles, la difusión de tres intercambios de Telegram entre él y el ex policía bonaerense Ariel Zanchetta, a quien el propio Poder Judicial califica como “agente inorgánico de la AFI”.
Zanchetta no figura en ningún registro de la AFI. Como tampoco figuraba el falso abogado Marcelo D’Alessio. Sin embargo Zanchetta es un “inorgánico” (lo cual da una idea de pertenencia a la central de inteligencia) y D’Alessio -cuyas conversaciones con múltiples dirigentes políticos riegan todo el expediente- es sólo un loquito al que desde principios de 2019 nadie conoce.
Tailhade deberá explicar en la Justicia sus tres chats con Zanchetta. Pero hay uno especialmente sobre el que es necesaria una precisión de cronología.
El informe de la DAJUDECO muestra que Zanchetta le envió un link de acceso a una página de internet donde estaban todos los chats de los viajeros ocultos al Lago Escondido. Ello ocurrió el domingo 4 de diciembre de 2022 a las 20:50.
La página de internet donde estaban los chats del grupo de jueces, fiscales, espías y funcionarios porteños autodenominados “los huemules”, que habían viajado al Lago Escondido, estaba dando vueltas en las redacciones de todos los medios desde el viernes 2 de diciembre. El sábado 3 de diciembre, mientras el seleccionado argentino de fútbol se aprestaba a jugar por octavos de final del Mundial de Qatar con Australia, dos medios de comunicación decidieron publicar la noticia: el sitio de internet El Cohete a la Luna, del periodista Horacio Verbitsky, y el diario cooperativo Tiempo Argentino. Cuando Zanchetta le envió el link a Tailhade hacía casi 24 horas que eso ya se conocía. Tailhade no pudo filtrar algo que ya se había filtrado con anterioridad.
La DAJUDECO también filtró fotos de conversaciones entre Zanchetta y el dirigente de la Cámpora Fabián “Conu” Rodríguez, quien tiene un panorama judicial complicado por delante. ¿Rodríguez fue el único dirigente político que le hizo un encargo a Zanchetta? (en su caso, sobre la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz).
El fiscal Gerardo Pollicita escribió en su dictamen: “se ha acreditado que Zanchetta no habría desplegado su actividad en soledad sino que… ‘reportaba’ parte de su actividad a terceros y realizaba algunas de estas conductas por ‘pedido’ de otros, personas estas cuya identificación está en curso, por lo que no se descarta realizar futuras presentaciones con los datos de aquellos que colaboraron, instigaron o participaron de cualquier modo, y su convocatoria a proceso según la responsabilidad que les corresponda a cada caso”.
Es decir que en el tramo final de la campaña presidencial un organismo que depende de la Corte aporta un informe parcial que sólo incluye los nombres de dos dirigentes políticos que pertenecen a una de las dos fuerzas que competirán en el balotaje.
“Este Ministerio Público Fiscal continúa analizando los elementos probatorios con el fin de identificar otros posibles involucrados en las operaciones de espionaje ilegal”, dice el dictamen. ¿El fiscal no cuenta con elementos para determinar quiénes podrían ser esos otros “clientes” de Zanchetta? Pues sí; el propio dictamen menciona los archivos “Diputado pedido”, “Fernández pedido”, “Pedido Ciro” y “Pedido”, en los que puede haber información sobre quiénes más pedían informes de inteligencia ilegal.
El fiscal explicó que no tuvo tiempo aún de avanzar en esa línea.
Por su parte, la DAJUDECO informó que su reporte es sólo un recorte (valga el juego de palabras) y “se continúa con la estructura metodológica planificada, dando cumplimiento de la asistencia encomendada en entregas parciales y periódicas de los resultados alcanzados a la fecha de entrega”.
“Los resultados que aquí se exponen son parciales y relativos al mencionado eje, respecto al volumen documental en estudio”
Ellos tampoco tuvieron tiempo.
Néstor Espósito: @nestoresposito