Redacción Canal Abierto | Semanas atrás, el presidente electo, Javier Milei, había deslizado que quería entregar Aerolíneas Argentinas a sus trabajadores, para que la empresa juegue en un mercado aerocomercial de “cielos abiertos”, medida que fue rechazada por distintos sectores.
En un comunicado difundido hoy, la empresa de bandera ratificó que una de las críticas que más se le hacen a las empresas públicas, que produce gastos, no aplica en este caso. En efecto, Aerolíneas proyecta cerrar su balance anual con ganancias por US$ 32 millones. Además, habiendo ejecutado el 0% del presupuesto asignado para este año, la línea aérea alcanza el equilibrio financiero por primera vez desde 2008, cuando el Estado Nacional recuperó su control.
La compañía señaló que ha venido reduciendo significativamente su déficit desde que en 2019 alcanzara los US$ 667 millones: durante 2020 y 2021, los dos años de pandemia, se situó en US$ 654 y US$ 439 millones respectivamente, mientras que en 2022 se redujo a US$ 246 millones.
Además, sostuvo que en agosto de 2023 se presentó un balance semestral con un déficit de US$ 48 millones, lo que significó una reducción del 61% comparado con el mismo período de 2022 y, a su vez, una reducción del 80% respecto al mismo período de 2019.
Tanto en este caso como en los anteriores, los ejercicios contables fueron auditados por la Auditoria General de la Nación y por la consultora internacional KPMG, remarcó.
Otro dato destacado por la compañía es el aumento de los ingresos por ventas que este año estima cerrar en US$ 2.126 millones: un 24% más que en 2022 y un 34% más que en 2019. También se destacan los US$ 100 millones que la empresa logró ingresar a través de un fideicomiso administrado por BICE Fideicomisos, empresa del Banco de Inversión y Comercio Exterior.
Asimismo, en 2023, Aerolíneas transfirió al Estado $ 176.000 millones, contra los $ 6.000 millones que recibió correspondientes al presupuesto 2022, que, a su vez, fue ejecutado en sólo un 67%.
Más pasajero, más aviones, más rutas
“Aerolíneas demostró, en muy poco tiempo que, con un Plan de Negocios serio y responsable, la sustentabilidad es posible. Y lo hicimos sin usar el presupuesto asignado por el Estado, con récord de pasajeros, más aviones, más destinos, más rutas y agregando valor a todo el sector turístico”, sostuvo Pablo Ceriani, presidente de la empresa.
Para este año, Aerolíneas superará el récord de pasajeros de 2019, ya que llegará a los 14.050.000 y prevé para 2024 superar los 16 millones.
Además, en los últimos cuatro años se incorporaron tres nuevos destinos y 18 nuevas rutas. De esta manera, la compañía vuela a 39 destinos dentro de Argentina (21 de estos destinos de manera exclusiva) y opera, además, 52 rutas federales sin pasar por Buenos Aires.
En tanto que en la red de vuelos internacionales son 22 los destinos (incluyendo a Porto Seguro que inicia en 2024). Además, durante 2023, alcanzó el récord histórico de aviones operativos con 84, y serán 90 a finales de diciembre del próximo año.
Dicho plan de flota incluyó el ingreso de dos aviones cargueros puros y la renovación de la flota Embraer 190 a partir de 2024, cuando comenzarán a ingresar los nuevos E195-E2.
Por último, el informe destaca la incorporación de un nuevo simulador de vuelos a su centro de capacitación, generando ahorros por US$ 7,6 millones cada año y un ahorro total de US$ 26 millones producto de capacitar en propio al personal en los cinco simuladores de vuelo que la empresa posee.
“Esto ya ocurrió”
En declaraciones a Canal Abierto, Fabio Basteiro, ex dirigente de la Asociación Personal Aeronáutico (APA), había señalado las afirmaciones de Milei eran “una chicana” para “discutir otra cosa”: la desregulación de los cielos, tal como ocurre en países como El Salvador, Honduras y Ecuador.
Una medida así supondría la “vulnerabilidad de los cielos argentinos y de sus rutas, para que empresas extranjeras hagan todo el cabotaje interno, transporten el mercado nacional hacia el extranjero y lo ubiquen de acuerdo a las necesidades que tienen ellos y no la nación argentina”, advirtió el trabajador aeronáutico.
La estrategia, según Basteiro, es conocida porque ya ocurrió. “Congelar salarios y comenzar a hacer el contacto con otras líneas aéreas de carácter internacional para que vayan ocupando las rutas que Aerolíneas, por la falta de recursos, va a dejar de poder volar”.
Además, señaló que la propuesta era inviable. “¿Hubo alguna línea aérea que terminó siendo una cooperativa? Muy pocas. Porque no es un problema sobre si los trabajadores conocen el mercado o no, sino que la problemática es lo que necesita una nación de la aerolínea de bandera. Lo que necesita el octavo país en extensión mundial en un régimen de exportaciones, de integración regional, donde las rutas son obligación del Estado para comunicar esas escalas”, explicó el dirigente.
Con información de Agencia Télam.