Redacción Canal Abierto | La ley 27.640, aprobada en 2021, establece el “Marco Regulatorio de Biocombustibles, elaboración, almacenaje, comercialización y mezcla”. Esta norma fija los porcentajes obligatorios de bioetanol (en las naftas) y de biodiésel (en el gasoil o diésel oil) que deben contener los combustibles. El etanol se obtiene a partir de la caña de azúcar y el biodiésel a partir de aceites vegetales, principalmente del aceite crudo de soja.
Una ley previa, la 26.093 de 2006, que fijó el “Régimen de Promoción para la Producción y Uso Sustentables de Biocombustibles” y dio inicio a la actividad, la complementa.
En uno de sus capítulos, el polémico proyecto de ley Ómnibus –o Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos– estipula varios cambios a esta norma que han provocado reacción en las provincias con intereses en la actividad y en actores del sector, tanto las grandes cerealeras, a las que les abre el juego, las pymes y las petroleras.
Uno de las principales modificaciones se refiere a las tasas de corte. Actualmente debe mezclarse un 7,5% de Biodiesel con gasoil. La Ley Ómnibus propone un 10% desde su entrada en vigor y suba periódicas hasta alcanzar el 12,5% a principios de 2026.
En el caso del bioetanol se sostiene el 12% actual para las naftas, facultando a la autoridad de aplicación a extenderlo en los próximos dos años hasta un 15%.
Un mercado para tiburones
El texto en debate en Diputados permite el acceso de un actor de peso al mercado de los biocombustibles: las grandes cerealeras, actualmente excluidas de este negocio. Así Cargill, Bunge, Dreyfus, AGD y Noble, entre otras, podrán tener participación en este mercado con un cupo limitado por la norma.
Las que trinan con esta propuesta son las pymes productoras que, según voceros de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB), corren serios riesgos de ir a la quiebra.
Para esta cámara, las nuevas modificaciones empeoran el proyecto. “Se retrocedió porque establece que ningún jugador podrá tener una cuota superior al 14% del mercado; hay seis empresas integradas grandes, número que terminará dominando todo”, declaró a La Nación, Federico Martelli, director de la CEPREB. “Para las
pymes es imposible entrar en un sistema de libre competencia contra las compañías integradas, que tienen una escala hasta 10 veces más grande”.
Otros actores que hicieron oír su voz fueron los gobernadores. Los mandatarios de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán, Salta y Jujuy –productoras de soja, las primeras, y de caña de azúcar, las dos últimas–, interesados en este mercado, presentaron un proyecto conjunto con una propuesta alternativa al Ejecutivo y a los diputados.
Azúcar amargo
La redacción original del texto reformado perjudicaba a las provincias azucareras, dejando afuera justamente al inesperado aliado peronista del gobierno Milei, el gobernador de Tucumán Osvaldo Jaldo, y su escindido bloque de diputados del PJ denominado “Independencia” tras votar a favor del dictamen de la ley Ómnibus en la madrugada del miércoles del paro nacional.
Según trascendió, esta deriva de Jaldo, el delfín no deseado de Manzur, se debe a que en tratativas con el “todavía” ministro del Interior, Guillermo Francos, obtuvo el 0% de retenciones para las exportaciones de limón y derivados (fijadas en el 15% en el proyecto original), concesiones para el azúcar y cambios acordados con las otras provincias productoras sobre la regulación en la producción de bios.
Los patagónicos
El texto de la ley Ómnibus tampoco conforma a las petroleras que están impedidas de participar en la producción de los biocombustibles que deben mezclar con sus hidrocarburos. El proyecto les permite acceder a este mercado cuando el porcentaje de mezcla sea superior al 18% en el bioetanol y del 15% en biodiesel. Las refinadoras estiman que para eso falta mucho tiempo y sostienen que la norma va en contra de la tendencia mundial que favorece la producción de combustibles alternativos en reemplazo de los fósiles.
Relacionados a las petroleras con base en la Patagonia, hay dos bloques de los que puede depender la suerte de este capítulo de la ley Ómnibus: los 9 diputados de Innovación Federal que conduce el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, y los 23 diputados de Hacemos Coalición Federal que se referencian en Miguel Ángel Pichetto. Según se comenta en los pasillos parlamentarios dependerá del diputado rionegrino la suerte de estas reformas.