Redacción Canal Abierto | En su discurso de apertura de sesiones de la Legislatura bonaerense, el mandatario provincial Axel Kicillof se diferenció del presidente Javier Milei y contrapuso siete puntos a los 10 planteados por el titular del Ejecutivo nacional en el denominado Pacto de Mayo.
En un acto en el que mechó el informe de gestión como respuestas a las medidas llevadas adelante por el Gobierno Nacional en los menos de 3 meses que lleva al frente del país, Kicillof se plantó como figura abiertamente opositora, sin los matices que expresaron otros mandatarios provinciales.
El gobernador postergó la ceremonia, que inicialmente se daría por la tarde del viernes 1º, al conocerse que Milei haría lo propio esa noche y no al mediodía como era habitual. El contenido del discurso explica por qué.
“La motosierra se aplicó sobre los jubilados, los laburantes, los pueblos de las provincias, las asignaciones familiares, las universidades nacionales. Para ser justos y exhaustivos, no todos los renglones del gasto se redujeron, hubo una partida que creció fuerte: fue el pago de servicios de la deuda externa, que se incrementó un 139% en términos reales. Como siempre que está metido Caputo, para tomar o pagar deuda sí hay plata”, menifestó el Gobernador.
También tuvo pasajes en los que buscó tender puentes con sus pares de otras jurisdicciones, paso que intentó tras el recorte de coparticipación a Chubut y luego del Fondo de Financiamiento.
“Milei debe respetar a las provincias y a sus pueblos, eso implica cumplir leyes y normas y dejar de extorsionar a los gobernadores para que aprueben leyes que lastiman los intereses de sus provincias. Juramos sobre la Constitución de la Provincia de Buenos Aires defenderla y hacerla cumplir. Eso haremos”, aseveró Kicillof.
Y agregó que “el gobierno nacional no se dedica a repartir limosna ni recursos discrecionales a las provincias, sino que tiene la obligación de contribuir al sostenimiento de la salud, la educación, la seguridad, la infraestructura que necesita el pueblo argentino que, para su información, no vive en un modelo teórico, sino en el territorio de las provincias argentinas. Hacerlo no es optativo, es lo que está obligado a hacer el gobierno nacional. En caso contrario, como ocurre hoy, el gobierno nacional está abandonando al pueblo, está desertando. También el Presidente juró sobre la Constitución y tiene que respetarla”.
“Estamos reclamando por lo que les corresponde a sus provincias según el régimen federal que eligió la Argentina. Parece mentira que a esta altura de la historia Milei haya reeditado el enfrentamiento entre unitarios y federales”, lamentó Kicillof.
En plan de plantear antítesis entre su accionar y el de Milei, Kicillof recordó que “tal y como estaba establecido en la ley, en febrero distribuimos el 10% de los 116.000 millones a los 135 municipios. Es un buen indicador del contraste con el incumplimiento del gobierno nacional: son transferencias no automáticas, pero sí obligatorias de la provincia hacia los municipios que estamos respetando”.
“La provincia promoverá cada vez una mayor cooperación con otros gobiernos provinciales. Los gobernadores estamos muy preocupados por el nulo sentido federal que muestra el Gobierno Nacional y estamos decididos a integrar esfuerzos para actuar como red y como límite al delirio centralista del Presidente. ¿Qué significa poner un límite? Nuestra aspiración es clara: que ponga los pies sobre la realidad y que gobierne con respeto y dentro de la Constitución”, destacó en otro pasaje.
¿Uno menos para mayo?
Para el final dejó el punto que más expectativa generaba. Sin ninguna manifestación por redes sociales ni medios de comunicación desde el viernes a la noche cuando Milei convocó al Pacto de Mayo, se refirió a la cuestión antes de cerrar su alocución.
“Después de someter al pueblo, a la democracia y al federalismo a una agresión tan inédita como salvaje, ahora se nos lanza una invitación que se parece más a una amenaza o una imposición que a un diálogo”, planteó Kicillof.
“Cuenten con nosotros para reuniones de trabajo, para encuentros destinados a solucionar problemas, incluso para debatir. Pero si se trata de encuentros para fotos y marketing… arranquen nomás si no llegamos”, remató. Con la misma tonada que el viernes se cantaba “la casta tiene miedo”, desde las bancadas oficialistas cantaron “la patria no se vende”.
Luego contrapuso: “Estaremos en todos los ámbitos que sean necesarios para seguir reclamando con firmeza algunos puntos concretos con los que todas las fuerzas políticas y los 135 intendentes seguramente coincidirán”.
Allí enumeró siete puntos:
1. La inmediata reactivación de las obras públicas frenadas caprichosamente que afectan la vida de los 135 municipios.
2. El respeto al federalismo y la inmediata reposición de los fondos vengativamente birlados a las provincias.
3. La devolución de los fondos del FONID para los salarios docentes y los fondos para las universidades y el transporte.
4. La urgente distribución de los recursos destinados a los comedores y los medicamentos que se interrumpieron de manera tan insensible como incomprensible.
5. La derogación del DNU ilegal, anticonstitucional según todos los especialistas de todas las vertientes y que es el marco para el saqueo de recursos provinciales que se viene realizando.
6. El firme rechazo al delirante proyecto de dolarización, que debilitaría la soberanía monetaria, multiplicaría la desigualdad y que favorece únicamente al narcotráfico.
7. El dragado del Canal Magdalena y la defensa irrestricta de nuestra patria y nuestra historia, con el firme reclamo por la soberanía en Malvinas.
“Nuestro pacto es con el Pueblo, nuestro pacto es con la Patria y con la provincia y nunca lo vamos a traicionar”, sentenció Kicillof.