Los 100 días del Gobierno de Javier Milei se caracterizaron por un “retroceso en las condiciones de vida de los sectores populares y por un avance de las políticas de entrega, saqueo y pérdida de soberanía que favorecieron a los sectores más concentrados que operan en la economía local”.
Así lo expresa un informe-diagnóstico elaborado por el Instituto de Estudios y Formación de la CTA (IEF-CTA) que explora las principales medidas del Gobierno. Entre ellas, el MegaDNU 70/2023 y el fallido proyecto de Ley Ómnibus -que por estos días se está debatiendo nuevamente con el ministro de Interior, Guillermo Francos, como principal operador. El documento caracteriza ambas iniciativas como un intento por promover “una reforma constitucional de facto”.
No hay plata (para los trabajadores)
Como sostiene el documento, las primeras consecuencias del programa económico son ineludibles. En estos 100 días la inflación fue del 71,4% y afectó principalmente a los sectores populares. El salario real de los trabajadores registrados cayó un 17,9% entre diciembre y enero, el haber jubilatorio en estos tres meses retrocedió un 29,5% y el salario social complementario, percibido por los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, tuvo una merma del 37,6%.
Mientras, el análisis de las variaciones en el gasto público muestra a las claras la dirección de las políticas oficiales: mientras todas las partidas destinadas a gastos sociales cayeron significativamente, los recursos destinados al pago de los servicios de la deuda crecieron un 37% interanual en el primer bimestre del año.
El impacto sobre las condiciones de vida de los sectores populares también incluye retrocesos en el empleo, la salud, la vivienda, la educación y la seguridad social, cuyo avance institucional más importante se plasmó en el DNU 70/23, aún vigente.
Por fuera de esta norma, el documento también destaca, entre muchos otros, los obstáculos para acceder a medicamentos y el desfinanciamiento del Fondo para la Integración Socio Urbana.
En materia laboral, la reforma contenida en el DNU 70/23 fue suspendida por decisión de la justicia laboral. Sin embargo, la acción del gobierno nacional ha debilitado herramientas muy importantes como el Salario Mínimo, Vital y Móvil y la Paritaria Nacional Docente. A su vez, en el sector público avanzó con despidos y no renovación de contratos, afectando a miles de trabajadores y trabajadoras.
La asunción de Javier Milei también puso en marcha un cambio en la orientación del aparato estatal que fue más allá de un recorte en distintas dependencias públicas. Se desmantelaron áreas de intervención y se redujo el financiamiento de muchos sectores, al tiempo que se fortalecieron todos aquellos ligados a las fuerzas represivas.
El sector productivo
A propósito de los primeros 100 días de gobierno, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) también realizó un estudio, centrado en los principales datos y precios de la economía. Además de observar lo que ocurrió con las jubilaciones en relación al poder de compra de la canasta básica, o los salarios tomando como referencia los pasajes de colectivos, el informe permite ver el impacto en el aparato productivo del país y en las actividades que son las principales generadoras de empleo.
Entre los datos más impactantes, se puede observar una caída en el Índice de Producción Industrial Manufacturera que en el acumulado entre diciembre de 2023 y enero de este año fue de -19,4%. Por su parte, la utilización de la capacidad instalada de enero de este año fue del 54,6%, cuando en el mismo mes del año anterior se encontraba casi 8 puntos arriba, en 62%.
La recesión también se observa en el rubro de las ventas minoristas pyme, que en el acumulado de diciembre de 2023-enero 2024 registraron una caída del 23%. A continuación, todos los datos:
Represión y táctica política
Más allá de los datos económicos, el informe diagnóstico de IEF-CTA, subraya que “la intervención del Gobierno nacional no se limitó al plano material, también lo hizo y de manera muy significativa en el plano simbólico. Con su accionar construye sentido, fija los límites de lo públicamente aceptable”. En ese sentido, “el racismo, la discriminación y la crueldad, a partir de su validación por la palabra oficial encuentran así un terreno fértil donde replicarse”, alerta.
“Los discursos que Javier Milei pronunciaba en el pasado como panelista de televisión tenían un impacto sobre la sociedad muy distinto al que poseen cuando son efectuados como presidente de la Nación. Los ataques al Estado, a las organizaciones sindicales, a los movimientos sociales, al movimiento feminista y al movimiento de derechos humanos, entre otros, forman parte de este proceso, que conduce a una exacerbación del individualismo y la violencia del sálvese quien pueda”, apunta.
Desde la Central conducida por Hugo “Cachorro Godoy”, denuncian que ese accionar es deliberado: “Para llevar a cabo sus políticas, el Gobierno nacional necesita doblegar la resistencia social al ajuste y sostener las herramientas institucionales que le permiten gobernar por decreto. De allí que en estos 100 días se haya intensificado la represión y criminalización de la protesta social”.
Así, en este período se contabilizan al menos 17 eventos represivos llevados adelante por las fuerzas de seguridad federales y provinciales en el marco de protestas, dentro de los cuales al menos 320 personas recibieron heridas de distinta consideración, 56 personas fueron detenidas, se iniciaron causas a 44 manifestantes, activistas o dirigentes y se impusieron cinco multas millonarias a organizaciones sindicales, de desocupados y partidos políticos.
La represión en los hechos fue acompañada por reformas institucionales, tales como el “Protocolo para el mantenimiento del orden público ante el corte de vías de circulación”, aprobado por el Ministerio de Seguridad y la inclusión en el proyecto de ley ómnibus de reformas muy regresivas en el Código Penal.
Frente a este panorama “la resistencia social ha sido una constante”. “Desde las primeras movilizaciones de diciembre hasta la próxima concentración popular del 24 de Marzo, pasando por la huelga general del 24 de Enero y el paro del 8 de Marzo, los 100 días de Javier Milei han sido acompañados por 100 días de resistencia”, afirma el documento.
Ilustración: Marcelo Spotti