Redacción Canal Abierto | Desde la carrera de Economía salieron a responderle al presidente Javier Milei tras sus recientes afirmaciones respecto a la supuesta existencia de una política de adoctrinamiento marxista en las altas casas de estudio.
“Yo siempre hago el chiste de que si ustedes van a la Universidad de Buenos Aires, a la Facultad de Ciencias Económicas y preguntan quién es Ludwig von Mises, le van a decir que es el 9 de Holanda. Para otros, es el mejor economista de todos los tiempos junto a Murray Newton Rothbard. Eso sí, al barbudo sí lo conocen. Al barbudo alemán, a ese empobrecedor de Marx, sí lo conocen”, sostuvo el Presidente durante su exposición en el IEFA Latam Forum realziado ayer en el hotel Four Seasons.
Previamente, había lamentado que “en Argentina, la educación pública (porque toda es pública: puede ser de gestión privada o de gestión estatal) ha hecho muchísimo daño lavando el cerebro de la gente”.
Un escrito que lleva las firmas del Director del Departamento de Economía, Javier Curcio; del Director y la Vicedirectora de la carrera de Economía, Sebastián Katz y Jimena Ferraro y del Director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), Adnrés López, plantea que “la currícula y los contenidos, la bibliografía que se utiliza y los métodos de enseñanza de la carrera de Economía de la UBA son muy similares a los que se dictan e imparten en las principales universidades del planeta”.
En tal sentido, enfatiza que “en nuestra carrera predomina una amplia libertad de cátedra y de pensamiento, sujeta sin embargo a rigurosos contenidos mínimos curriculares que destacados docentes respetan en sus cursos, más allá de la eventual diversidad de sus enfoques y aproximaciones teóricas. Por otro lado, esos docentes son elegidos a través de mecanismos de concurso de carácter público y abierto, en base a sus antecedentes y su capacidad didáctica y pedagógica evaluada a través de pruebas de oposición a las cuales puede asistir toda persona interesada”.
Sobre el tema que desvela a Milei, que es la supuesta exclusión de la escuela austriaca de los planes de estudio, el escrito sostiene que “son motivo de estudio profundo en los cursos de la materia Historia del Pensamiento Económico que compone el plan obligatorio de la licenciatura, y que existe una asignatura optativa dedicada exclusivamente al tema con una larga tradición en nuestra casa de altos estudios”.
Además cuenta que las obras de los autores que dieron sus respectivos nombres a los perros del Presidente también se abordan en cursos de la materia Epistemología de la Economía y en contenidos de otras materias a lo largo de la formación.
El texto compara el lugar que tienen estos autores en relación a carreras de otras universidades del mundo. En tal sentido, destacan que “el hecho de que exista esa asignatura evidencia, en contra de las afirmaciones del señor Presidente, el carácter plural de nuestra carrera, ya que en las principales universidades del mundo el estudio de las ideas de la corriente austríaca tiene, en el mejor de los casos, un lugar marginal en las currículas de las carreras de Economía”.
Y respecto de la orientación marxista de la carrera, el comunicado afirma que “lejos de constituir el núcleo de la currícula como inexactamente afirma el Presidente, se estudia (al igual que la escuela austríaca) en la revisión de las diversas corrientes del pensamiento económico y luego en el marco de una materia optativa que los estudiantes interesados en dicho enfoque pueden elegir dentro de una amplia oferta de cursos disponibles”.
“Tomando en cuenta lo anterior parece claro que la acusación de “lavado de cerebro” -una afirmación que desconoce la libertad de cátedra que rige en nuestra carrera y la pluralidad de opiniones y enfoques fundados en un apego riguroso a los métodos de validación empírica de las proposiciones científicas en nuestra disciplina – sólo refleja un talante profundamente autoritario y esencialmente sospechoso del juicio crítico de nuestros estudiantes”, prosigue el texto.
Y avanza con una serie de preguntas respecto de las motivaciones que llevan al Presidente a hacer las afirmaciones que hizo: “¿Se trata de meros prejuicios, de fanatismo ideológico, de pura ignorancia? ¿O, es más bien una actitud que tiene que ser leída en el marco más general del ataque de la actual administración a todas las actividades que se desarrollan en el ámbito de las instituciones del sistema de investigación y enseñanza universitaria y que se manifiesta, entre otras acciones, en el congelamiento nominal de su presupuesto en un contexto de muy alta inflación?”
“Sólo el tiempo lo dirá, pero la comunidad académica de nuestra carrera quiere hacer saber que responderá a estos ataques injustificados haciendo lo que siempre hicimos: enseñando e investigando para continuar brindando una formación de excelencia a nuestros estudiantes”, concluye el texto.
Otras voces
Tras las palabras de Milei algunos referentes políticos salieron a manifestar su postura contraria. Uno de ellos fue el también economista y presidente de la Unión Cívica Radical, Martín Lousteau, quien a través de X planteó que “por la educación pública pasaron desde Kicillof hasta Cavallo, Sturzenegger, Toto Caputo y Diana Mondino. Casas de estudio en donde domina el pluralismo y la libertad de cátedra. ¿Lavado de cerebros? Hay que dejar de buscar excusas que justifiquen el desfinanciamiento a las universidades que aplica este gobierno”.
A través de su cuenta en la misma red social, el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta sostuvo: “Como egresado de Ciencias Económicas de la UBA, siento una profunda gratitud y un gran compromiso con la educación pública. La UBA formó cinco Premios Nobel, tiene más de 1.500.000 profesionales egresados, 200 años de historia de formación profesional, 300.000 estudiantes inscriptos de diversos orígenes socioeconómicos y fue premiada como una de las mejores universidades de Latinoamérica. Creo en la educación pública, en su poder transformador sobre las personas y como motor para el desarrollo de la Argentina”.
Por su parte, el ex ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, expuso que “es exactamente al revés de cómo lo dice Milei. En la UBA estudiamos a Hayek, a Mises, Keynes, Marx, Ricardo, Solow y una amplia diversidad de escuelas y autores. Eso es lo que permite a los estudiantes tenér una formación más amplia y elegir su propio camino profesional y académico. Lo que propone Milei es que solo se debería leer a los autores que él pondera y no a los demás. Eso sí es lavar la cabeza de la gente. Eso es lo que pretende”.