La Asociación Contra la Violencia Institucional –ACVI- dio a conocer ayer que un hombre de 39 años, integrante del Frente Federal La Patriada, de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), perdió la visión de un ojo como resultado de un disparo con posta de goma, durante la represión policial a la movilización que llevaron adelante las organizaciones sociales el pasado 10 de abril frente al Ministerio de Capital Humano, en reclamo por alimentos para los comedores populares.
Cabe recordar que las organizaciones, así como el Monitor de Respuestas Represivas Estatales o Paraestatales a la Protesta Social en Argentina (IEF-CTA) ya habían denunciado que el operativo policial había sido “una emboscada”. Así, porque la violencia se desató cuando las columnas se dirigían hacia las oficinas de Capital Humano en calle Juncal, luego del llamado del secretario de Desarrollo Social, Pablo de la Torre, quien convocó a los referentes a una reunión en esa sede.
En comunicación con Canal Abierto, Matías Busso, abogado de ACVI, precisó que el ataque al militante de UTEP ocurrió en Bernardo de Irigoyen, entre Moreno y Avenida Belgrano, y que estiman que el disparo provino de un efectivo de la Policía de la Ciudad, fuerza que operó en dicha zona.
El abogado además informó que en las próximas horas presentarán la denuncia penal. El objetivo, indicó, es que se individualice al autor material del hecho, pero también, poder conocer si el accionar respondió al criterio individual del policía o a una orden institucional.
“Queremos saber cuál fue la comunicación interna, porque los operativos policiales no son actuaciones flagrantes o de policías que actúan por motus propio. Hay un entrenamiento previo y hay directivas. Entonces, queremos saber si parte de esa orden era utilizar las balas de goma y si disparar a la cabeza responde al criterio individual de un policía o si responde a la línea institucional, lo que sería gravísimo”, subrayó el abogado.
También resaltó que en la causa incluirán otros hechos similares, como el que sufrió Matías Aufieri, abogado de CEPRODH (Centro de Profesionales por los Derechos Humanos de Argentina), en las protestas contra la Ley Ómnibus, el 1 de febrero pasado. De este modo, “para mostrar que no es un hecho aislado”. En efecto, el mismo 10 de abril, el periodista de Crónica TV, Diego Ricciardi, fue herido con un perdigón de goma en el mentón.
En ese sentido, Busso remarcó que “hay un problema con los protocolos de armas menos letales, que deberían homologarse con los de armas letales que indican que todos los disparos deberían ser de la cintura para abajo o incluso a los pies, para no afectar órganos vitales”, advirtió.
Otros hechos similares se registraron en 2017, en la anterior gestión de Patricia Bullrich al frente del ministerio de Seguridad. De esa época ACVI pudo identificar al menos dos casos, uno ocurrido en la manifestación por Justicia por Santiago Maldonado, y otro en las protestas contra la reforma previsional.
El antecedente paradigmático, en tanto, es el de Chile, cuando durante el estallido social de 2019 cientos de manifestantes fueron víctimas de heridas oculares. En febrero de 2020, a cuatro meses de iniciadas las protestas, el l Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) informaba que 445 personas habían sufrido ese tipo de heridas, el 66%, por heridas de armas de fuego.
Violencia indiscriminada
La Comisión Provincial por la Memoria, que monitoreó el operativo policial del 10 de abril en calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura de la provincia de Buenos Aires, en coordinación con el Comité Nacional de Prevención de la Tortura (CNPT) y el Mecanismo Local de CABA-Defensoría del Pueblo, presentó ayer un informe destinado a autoridades provinciales, legisladores nacionales y organismos de derechos humanos.
A partir de lo observado, la CPM concluyó que hubo un uso de “violencia indiscriminada con heridos” así como “detenciones arbitrarias”, por parte de los distintos cuerpos de la Policía de la Ciudad. En ese marco, “se registraron disparos con postas de goma en cabeza y rostro, hubo presencia de personal policial con armas de fuego, camiones hidrantes, lanzamiento de gases químicos y golpes con tonfas contra las y los manifestantes, incluso cuando estaban de forma pacífica o retirándose”, detallaron.
En documento además señala que “los hechos culminaron con 10 detenciones y al menos 36 personas heridas, entre ellas periodistas y personal sanitario que se encontraba en las postas de salud de las organizaciones”.