Redacción Canal Abierto | El Gobierno Nacional definió actualizar en un 270 por ciento el presupuesto de gastos de funcionamiento de la Universidad de Buenos Aires y en un 300 por ciento el destinado a hospitales de la misma casa de estudios. Para el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) la medida implica el reconocimiento “de uno de los aspectos del problema -y su grave magnitud- que todo el sistema universitario viene planteando desde enero de este año”.
Sin embargo, “resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas”, cuestionaron. “No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda”, rechazó el ente que reúne a los rectores y rectoras de todas las casas de altos estudios públicas del país.
En esa línea, señalaron que “habiendo el Gobierno confirmado con sus actos que los recursos están, exigimos inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual al otorgado a la Universidad de Buenos Aires para todas las universidades públicas de la Nación”.
Consultada por Canal Abierto, Francisca Staiti, secretaria General de CONADU Histórica, advirtió que, de todas formas, la medida del Gobierno Nacional no contempla los ingresos de los trabajadores.
“El presupuesto es más que los gastos corrientes, no hay un peso para salarios, que representan el 90 o 95% del presupuesto universitario, por lo tanto, esto de los gastos corrientes es una mínima parte del total del presupuesto universitario”, explicó la dirigenta.
¿Divide y reinarás?
Tanto el Consejo Interuniversitario como los gremios universitarios nucleados en el Frente Sindical (CONADU-H, CONADU, FEDUN, CTERA, FAGDUT, FATUN y UDA), se pronunciaron ayer casi en simultáneo y cuestionaron duramente la medida. “Rechazamos cualquier metodología que promueva la división entre universidades y dentro de las universidades”, sostuvieron sin eufemismos los rectores.
En tanto, desde el Frente Sindical dejaron bien en claro que “a casi un mes de la movilización en apoyo a la universidad pública más grande de la historia, el Gobierno Nacional no ha resuelto ninguno de los temas del conflicto universitario: salarios, presupuesto y becas estudiantiles”.
En ese sentido, denunciaron que “la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, con la inflación acumulada del 8,8 % en el mes de abril, se ha agudizado y la Secretaría de Educación no convocó a reunión paritaria para resolver el incremento porcentual para el mes de mayo, no presentó una propuesta de recuperación de la pérdida salarial acumulada desde el mes de diciembre, no incrementó la garantía salarial para los cargos de menores ingresos y no pagó el FONID”.
Ante este panorama, convocaron a 48 horas de protesta para los días 22 y 23: “24 horas de visibilización del conflicto y 24 horas de paro sin concurrencias a los lugares de trabajo”, informaron. Si bien el CIN aún no se plegó a la protesta, el comunicado de ayer es una fuerte señal de que se podría estar gestando una nueva movilización de todo el sector.
Al respecto, Staiti opinó: “Creo que estrategia es ver cómo se divide este gran movimiento que por primera vez, y esto también es histórico, estudiantes, docentes, no docentes y también autoridades hemos estado en la pelea. También lo estuvimos en 2018, pero no en un movimiento conjunto, en esta ocasión se trata de un movimiento conjunto y articulado”
“El tema es ver cómo nos dividen, porque la semana pasada también la universidad de Formosa recibió un refuerzo”, agregó la representante sindical.
Cuestión Salarial
“La propuesta realizada por el Gobierno Nacional para resolver la situación presupuestaria crítica de la Universidad de Buenos Aires muestra que la contundencia de la marcha del 23 cambió las condiciones de negociación. Ahora falta el presupuesto de todas las universidades del país, el salario de docentes y nodocentes y las becas para que las y los estudiantes puedan ingresar, permanecer y graduarse. No podemos esperar más”, escribió el Frente Sindical.
Por su parte, Francisca Staiti detalló para esta nota que “quienes recién empiezan a trabajar, su salario hoy está por debajo de la línea de pobreza y en el sector no docente también la categoría más baja está en la misma situación, porque eran aquellas categorías en las que, hasta el gobierno anterior, se compensaba esa pérdida o esa o esa diferencia de salarios menores con la garantía salarial”.
“Entonces tenemos los salarios de los cargos de mayores ingresos con una pérdida del 50% -continuó explicando la titular de CONADU-H-, y los salarios de menores ingresos dentro del escalafón con una pérdida salarial significativa. Al no tener un salario garantido caen debajo de la línea de la pobreza, y el sector preuniversitario con una quita, o sea, además de esta pérdida, una quita salarial con el no pago del FONID. Es una situación compleja que afecta a los casi 190.000 docentes en las universidades nacionales y a los no docentes”.
Finalmente, sobre cómo se inserta la cuestión universitaria en la política nacional, la referente gremial señaló: “No podemos desconocer que está la negociación del Pacto de Mayo y sobre todo de la Ley Bases. Toda esta discusión está dando vueltas en Senadores y las universidades están ancladas en provincias, municipios, donde también se juega la política. El vicerrector de la UBA es un activo militante de la UCR, diputado. Intentan ir logrando los acuerdos para que la ley salga”.
“Hay una discriminación y unas estigmatización real hacia las universidades que están cruzando la General Paz”, sintetizó.
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