Redacción Canal Abierto | En vísperas al debate por la Ley Bases en el Congreso, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, participó de una reunión con empresarios pyme en la sede de la CTA Autónoma. Finalizado el encuentro, el mandatario riojano brindó una entrevista conjunta con Canal Abierto y TV Sindical.
– ¿Cuáles son sus expectativas de cara al debate por la Ley Bases?
– Yo tengo expectativa positiva, pero la verdad es que hay una incertidumbre al no saber cuál va a ser la decisión individual de muchos compañeros. Conocemos que el bloque de Unión por la Patria está abroquelado y son 33 voluntades. Esperemos que otros compañeros que son de origen peronista y que por x causa no están en el bloque puedan acompañar esta propuesta, como así también los que son de bancadas provinciales también puedan dialogar y saber que esta ley es perjudicial para el conjunto del pueblo argentino.
No se corresponde que sean tratados más de 240 artículos en una sola ley. Hay que dimensionar ley por ley, a los efectos de poder debatir y discutir una ley y tener fundadas razones para emitir un sufragio, que en este caso no las tiene. Es más, si tiene que estar fundado el sufragio, la mayoría de sufragantes tendrían que ser negativas. Porque todos los expositores que pertenecen a los distintos sectores culturales, económicos, deportivos de la sociedad que expusieron en el Senado de la Nación ante la requisitoria de los senadores para que concurran, se vio que ninguno de los sectores cree que va a ser beneficiosa para la sociedad esta ley. Por lo tanto, creo que tendrían que ser correspondiente con los que expresó la mayoría de esas personas.
– ¿Cómo convive con su electorado, que a la vez también votó a Milei?
El Presidente tiene una legitimidad de origen, que se tiene que ratificar en forma cotidiana. Pero cuando la gente te vota, es para estar mejor, no para estar peor. Entonces la gente lo vota a él primero, para sacar una una clase política de la cual estaba cansada, de eso soy consciente.
La clase política que no supo estar a la altura de la circunstancias no solamente para satisfacer sus demandas, sino para comunicarse con la gente para saber cuál es la situación del país y de qué manera tenemos que sacarlo adelante. Nunca supo explicar ni se comunicó con nuestra sociedad.
Pero cuando le da el voto a él, no le dio el voto a un proyecto. Le dio un voto de bronca, y hasta diría de odio, inculcado también en forma profesional por aquellos que conocen el nuevo sistema de comunicación que tiene el planeta, que son las redes sociales. De ahí llegó este mensaje que genera esa reacción y esa forma de actuar por odio o por rencores.
Yo lo que creo también es que desde la dirigencia política tenemos que cambiar actitudes, procedimientos, mensajes, lenguajes y la relación con la comodidad. Tenemos que ser austeros también. No puede ser que nosotros andemos con lujos cuando la gente tiene hambre. Son cosas que tenemos que rever.
Porque a la casta que él planteó, que era la casta política, la casta empresarial, la casta eclesiástica, industrial, financiera y de los bancos, no tocó a nadie. Al contrario, a mí no me tocó. A mí no me sacó un peso, le saca a la provincia. Le saca a todos los riojanos, pero la casta no la tocó. Entonces eso quiere decir que parte de la casta, que él dice que venía a combatir, está enclavada en la Casa Rosada.
– ¿Cuáles son a su juicio los principales sectores para iniciar una reconstrucción social del tejido social de la Argentina?
Todos los sectores son importantes pero fundamentalmente los trabajadores. A los trabajadores y a todos los sectores sociales que están al margen del sistema tenemos que detectarlos primero y encontrarlos e incorporarlos al sistema, que el sistema son ciudadanos que tienen que tener en el Estado una presencia activa en tratar de incorporarlos. Cuando decimos sistemas, decimos las personas que pueden alimentar, educar y curar a sus hijos de una manera digna producto de su trabajo, esto es importante.
Hoy por hoy Capital Federal es el lugar que menos propietarios de viviendas tiene en la República Argentina. Tiene tres millones de habitantes de los cuales 1.800.000 alquila. Eso quiere decir que hay una concentración inmobiliaria es muy pocas manos, que son los que regulan el mercado. A eso el Estado lo tiene que regular. No regular para mal, tiene que regular para dar la previsibilidad que tienen que tener los ciudadanos a la hora de tomar la decisión de alquilar un departamento o de alquilar una casa.
Hoy por hoy el alquiler de un departamento le lleva fácilmente el 40 o el 50% del salario. Y si a eso se le agregan las expensas, se le agrega los servicios de gas, agua, energía, tasa municipal o impuestos y se le va el salario en un departamento que está pagando sin que sea suyo, a diferencia de muchas de las provincias argentinas. En la nuestra, el 82% de los ciudadanos son dueños de la vivienda donde residen. Es la provincia que mayor cantidad de ciudadanos con vivienda propia tiene en la República Argentina
Por lo tanto, el alquiler, que está incluido en el INDEC, en La Rioja no es un problema grave pues son muy pocas la familias que alquilan. Fundamentalmente son estudiantes o familiares de estudiantes que están circunstancialmente en mi provincia
-¿Cómo ve la actualidad del peronismo y en qué debería reformularse para volver a ser como usted indicó, una alternativa de poder?
El peronismo está en un proceso de reconstrucción. Yo soy peronista por todas las conquistas que Perón le dio al pueblo argentino. Porque demostró un país en desarrollo, con crecimiento y con oportunidades para todos; con los obreros bien pagos, con las 8 horas de trabajo, con las vacaciones, el aguinaldo, la jubilación, la universidad para los obreros primero y después para los hijos de los obreros. En la década del 70 casi todos los profesionales eran hijos de los obreros del Perón.
Nuestro país tenía una concentración de riqueza en muy pocas manos donde el conjunto de los ciudadanos mayoritariamente, más del 80%, eran una suerte de esclavos o de mano de obra barata, de los que concentraban el poder económico, que en su momento se llamaban «gorilas», luego oligarquía. Hoy por hoy creo que eso no existe. Sí existe una concentración en algunos empresarios que yo creo que hablando con ellos maduramente y civilizadamente, pero con sólidos fundamentos, ellos pueden entender que tienen que contribuir para que el país pueda armónicamente salir adelante
– ¿Ante la gravedad económica que vive nuestro país, ¿cree que estamos a tiempo de una salida institucional?
Yo tengo mis dudas, se lo manifesté al Presidente y lo manifiesto públicamente: es inevitable que de persistir a esta situación, si no se modifica la política económica ni las políticas sociales de este gobierno, seguramente va a existir una conmoción social que puede ser de impredecibles consecuencias y no puedo magnificar las consecuencias que puede tener.
Es muy difícil cuando un ciudadano de haber tenido un trabajo y no lo tiene, y al ver que el salario le alcanzaba y nuevamente para mantener su hogar no lo puede mantener, y encima ha perdido su puesto de trabajo, que no reaccione ante la insensibilidad de un gobierno que no prevé este tipo de situaciones. Porque una cosa es no poder generar más puestos de trabajo pero otra cosa es eliminar los que actualmente están. Entonces, lo que nosotros creemos es que este Gobierno tiene que modificar su mirada y sus decisiones profundamente. Tiene que dar un giro de 180 grados, se necesita hacer todo lo opuesto a lo que está haciendo ahora para poder decir que es un verdadero representante de los intereses argentinos y que va a defender los intereses de los argentinos.
– Usted planteó la posibilidad de juicio político al Presidente, ¿qué viabilidad le ve?
El juicio político es la decisión política que se toma cuando se le plantea que las decisiones que está tomando la conducta que tiene no son las que se corresponden con un presidente. Estas declaraciones de querer destruir el Estado serían la gota que rebalsa el vaso, pero todas las declaraciones que él hace, inclusive cuando se dirige a los otros poderes del Estado a los que les dice ratas o degenerados, o cuando habla peyorativamente de grandes sectores de la sociedad, no son conductas que un presidente debe tener. Son conductas impropias de un presidente, son conductas indecorosas. El vocabulario que tiene tampoco es el adecuado para el presidente. La forma de ser desde el mensaje, que es agresivo hacia la sociedad, o algunos mensajes que tienen un sesgo de misoginia.
Entonces ese comportamiento tiene que cambiar porque representa al conjunto del pueblo argentino, no representa a los libertarios o a la motosierra para destruir todo: representa a aquellos que lo han votado y aquellos que no lo hemos votado, por lo tanto él tiene que estar a la altura de las circunstancias.
Por eso el juicio político es una decisión política de un conjunto de ciudadanos que cree que en estas condiciones este presidente no puede seguir actuando. Yo considero que si no modifica sus conductas, si no modifica sus políticas, es un presidente que tiene que correrse un poquito para que venga otro a poner de pie la Argentina, como ya lo hicimos.
-¿Qué se lleva de esta actividad con las pymes en la CTA Autónoma?
En este lugar me encuentro con los compañeros, fundamentalmente con las pymes para conversar un poco con ellos, dar nuestra visión y también darle una salida al país. Porque el país tiene salida porque es muy rico. Eso es algo que no solamente todos lo decimos, sino que todos los podemos ver y verificar. Si usted recorre el norte argentino va a verificar la riqueza no sólo en materia económica sino en materia turística, en materia social, en la calidad de nuestra gente que es lo más valioso que tenemos en toda la República Argentina. Eso es lo que te motiva a seguir adelante.
La verdad es que hay muchas riquezas en nuestro país, pero que lamentablemente, al no tener una concepción como la nuestra, de buscar la unidad del pueblo argentino, es difícil. Tenemos una disconformidad natural los argentinos que tenemos que modificarla y los medios de comunicación, fundamentalmente lo que concentra el monopolio de la información, tienen que ayudar y colaborar con ese estímulo que hay que ponerle a nuestra sociedad levantándole los brazos, sabiendo que con el producto de su esfuerzo, su compromiso y su sacrificio en el mediano y en el corto plazo podemos salir adelante.
Entrevista: Manuel Rodríguez