Por Julia Varela * | “Si bien es cierto que no tenemos forma de determinar cómo y con qué se cometió este atroz crimen contra la humanidad de Tehuel, no tenemos ninguna duda de que el imputado ha llevado a cabo esta macabra empresa delictiva”, dijo Martín Chiorazzi este viernes al inicio de los alegatos de la Fiscalía. En su turno de exposición, se encargó de reconstruir las pruebas que para el Estado son fundamentales para pedir que se condene al imputado por el delito de homicidio agravado por el odio a la identidad de género, correspondientes al artículo 80, inciso 4 del Código Penal, y que tiene una pena de reclusión perpetua.
Chiorazzi recuperó las cuatro pruebas que impulsaron a la Fiscalía a elevar la causa a juicio y habló de las salpicaduras de sangre en la pared de la casa de Ramos: “No tiene forma alguna de explicar cómo es que se encontró sangre, un pedazo de la carcasa del celular de Tehuel y tela quemada que también correspondía a Tehuel”. También hizo referencia a las pericias obtenidas a través de los pedidos a las empresas telefónicas, sobre las posiciones de los celulares del imputado y de la víctima. “Las pruebas periciales obtenidas, datos de los teléfonos, testimonios y antenas constituyen una base sólida para acreditar el homicidio. Tehuel fue asesinado por Luis Ramos”, agregó Juan Caniggia, perteneciente también a la Fiscalía de Juicio nº19.
“Dos personas de sexo masculino, identificados como Luis Ramos y Oscar Montes, causaron intencionalmente la muerte a Tehuel, quien se autopercibía varón, motivados por el odio a la identidad de género y la orientación sexual, con métodos aún no determinados”, dijo Caniggia en el inicio de su intervención. Para la Fiscalía los imputados “fueron los encargados de que desaparezca, asesinar y ocultar el cuerpo de Tehuel”.
“El 11 de marzo de 2021, Tehuel había comenzado el día con vida”, dijo Chiorazzi y reconstruyó los diferentes testimonios de las personas que, a lo largo de las seis audiencias que duró el juicio, fueron citadas a declarar como testigxs. “Tehuel fue víctima de una cisnorma. Estaba luchando por ser reconocido; encontró un montón de barreras en esta sociedad. Tuvo una entrevista de trabajo donde lo rechazaron porque podía cambiar de elección y quedar embarazado; no lo tomaban en ningún lado porque era un chico trans”, dijo Caniggia y agregó: “Tehuel tenía una familia conformada, sentía que para esa familia él necesitaba un trabajo para poder ser sostén del hogar. Tehuel estaba expuesto a lobos donde se le fue la vida”.
Además de la condena por homicidio agravado por el odio a la identidad de género, la Fiscalía pidió que se cree un protocolo específico de búsqueda de personas LGTBIQ+ desaparecidas con enfoque de diversidad sexual y de género como una medida de reparación integral; y solicitar al estado provincial la declaración de emergencia social por violencia en perjuicio a las personas travestis trans en la Provincia de Buenos Aires.
La Fiscalía se apoyó en la Ley de Identidad de Género, en los Principios de Yogyakarta, y recuperó el fallo de primera instancia por el travesticidio de Diana Sacayán para fundar el argumento. “Entendemos también que esta condena no va a traer sólo justicia para Tehuel y su familia, sino que va a mandar un mensaje claro a nuestra sociedad, que no va a tolerar la violencia y discriminación a las personas travesti trans”, dijo Caniggia.
Lxs abogadxs de la madre de Tehuel, Flavia Centurión, Cristian González, Pilar Rodríguez Genin y María Dolores Amaya, y adhirieron al pedido de la Fiscalía. “Tehuel se sentía padre. Él, como en toda sociedad machista y patriarcal, se sentía proveedor y por eso buscaba trabajo”, dijo González en su alegato. “Era muy visible la lucha de Tehuel contra la cisnorma, eso lo expuso a los lobos donde se le fue la vida”, dijo también el abogado, recuperando el testimonio de Daniel Osorio, perito psicológico que declaró el último día de pruebas.
“Señores jueces, Ramos le da muerte a Tehuel y en su forma de darle muerte, encuentra confluencia de todo el odio que tenía. Le niega la posibilidad de existencia hasta a sus restos mortales y ese daño se lo hace a toda la comunidad LGTBI”, reforzó. González, además, hizo suyo el testimonio de una militante que, antes de que comenzara la audiencia le dijo: “Nos tenemos que hacer cargo de que el cupo laboral travesti trans no penetra en los barrios”.
Cuando fue el turno del alegato del imputado, a cargo de la defensora oficial Natalia Argenti y su equipo, su mirada fue contundente: “No se sabe qué pasó, no hay indicadores absolutos de culpabilidad, no hay cuerpo ni hay arma homicida. La investigación de esta causa fue muy mala. Me acoplo a lo que dijo el padre de Tehuel: se podría haber tenido otro tipo de información y no sólo en esa etapa de juicio”. La abogada propuso mirar los elementos que están en la instrucción pero que no fueron tenidos en cuenta a la hora del juicio: “Si dejamos de mirar a estas tres personas (haciendo referencia a Ramos, Montes y Tehuel), puede haber habido más cosas. Hay un tal ‘Manu’, que nombra Montes en la indagatoria, que estuvo junto a él ese día. No se lo allanó y no se siguió esa línea de la investigación. ¿Pudo haber sido Manu y no Ramos? No lo vamos a saber”, dijo la abogada. “Hay otra persona más, Lolo, que tuvo contacto con Ramos esa madrugada. Tampoco se siguió esa línea”, agregó.
La abogada reconstruyó las dos escenas de allanamientos, de los días 16 y el 23 de marzo. “El 16 de marzo, en el allanamiento, encontraron un pedazo de campera y la tapa del Motorola en la calle Mansilla, la casa de Ramos. Pero en la calle Florencio Varela, a la vuelta, también había restos del celular. En el medio había una serie de cosas combustionadas, que no tuvieron interés policial, marcando algo. La campera estaba ahí arriba, afuera. En la salamandra, dentro de la casa de Ramos, había cosas quemadas y, como un llamador, dos envoltorios de preservativos verdes, y atrás, la mancha de sangre. Hubo confusiones de los policías que declararon en este juicio: Pastore dijo que la campera estaba sobre el perímetro, parecía que estaba adentro. Y decía que fue arrojada de adentro para afuera. Carballo también dijo lo mismo. Otro testigo, otro policía, dijo que no, que la campera estaba afuera. De hecho, cuando vienen los tres peritos a declarar al juicio dicen que el trozo de campera estaba afuera”, dijo.
“Cuando los peritos entraron a hacer los levantamientos de prueba en el allanamiento, dijeron: ‘la preservación del lugar es incompleta’, es decir, que la escena no estaba custodiada. Y dijeron: se deja constancia a nuestro arribo se hallaba presente en el lugar personal de la sub DDI de San Vicente’”. La abogada interpeló a la sala: “Si yo miro desde afuera, pienso que es una escena plantada. ¿Ramos es tan, tan inteligente que se deshace de un cadáver y se deshace de un arma pero se deja toda la evidencia en la casa para que lo vengan a buscar?”, preguntó la abogada. “No hay restos de campera en ningún lado, ¿Quién dejaría un trozo de campera colgado como si fuese un adorno de un árbol de navidad? Los peritos dijeron que se veía a simple vista. Si se ve a simple vista y yo maté, lo saco. No dejo la mancha de sangre, no dejo los preservativos. Si estoy quemando, lo quemo todo. Si oculto un cuerpo, oculto el cuerpo, el teléfono y la campera; no dejo partes”, agregó.
“El día 23, vuelven a hacer el allanamiento y vuelven a decir lo mismo: la escena no está preservada y antes de que lleguen los peritos, había personal de la DDI”, dijoe. Argentique, el 23, cuando volvieron a allanar la casa del imputado, encontraron un envoltorio de preservativo blanco que coincidía con el que tenía Ramos en la mochila cuando fue aprehendido el 18 de marzo, cinco días antes. “El 23 también encontraron dos libros de magia negra que no habían encontrado antes. Parece que hayan dicho: vamos a hacer pensar que hubo un abuso sexual y, si no, vamos a hacer pensar que hubo un ritual de magia negra, porque en la casa de Ramos había un círculo con una cruz pintada en el piso”, agrega.
“Además sabemos que, desde que se hizo la denuncia, todos los vecinos sabían que se montaban operativos y campamentos y era potencial el allanamiento en cualquier lado. Aplicaban allanamientos consentidos, ingreso a morada. Es impresionante la cantidad de personal policial que participó de los operativos; de la ciudad de La Plata fueron todos. Pero la alerta amarilla se dio recién en junio, una vergüenza. Se podía haber hecho otra cosa, se podía haber actuado de otra manera. Intervinieron miles de dependencias”, dijo.
La defensora recordó que durante la tercera audiencia, le preguntó a personal policial si había escuchado algo sobre un auto blanco, sobre una fiesta clandestina. “Dijo en este juicio que se descartó como línea de investigación. Pero hay una testiga que declaró en la causa que dijo haber sido seguida, el 3 de abril, por un auto blanco. Cuando esa persona se lo comenta a su amiga, la amiga también afirma haber sido seguida por un auto similar esa misma semana. La línea del auto blanco quedó ahí. Nadie habló con esas señoras. Y sobre la fiesta clandestina, hay tres personas en el expediente que dicen haber visto a Tehuel en una fiesta clandestina la noche del 11 de marzo a la 1:30 de la madrugada y que, después, se retiró del lugar. Esas personas declararon en la IPP. El policía dijo que esas líneas se desestimaron porque los chicos a veces mienten. Los chicos dicen la verdad y cuando una persona desaparece, todos los datos son importantes”, agregó la abogada.
“¿Y si Tehuel fue a esa fiesta y después se fue a otro lado con ‘Lolo’, o con ‘Manu’? No sabemos. Pero era más fácil acusar a Ramos, que fue la última persona que lo vio, que tenía antecedentes y que lo conocía. No lo vamos a saber. Pero sí vamos a saber las cosas que están en las pruebas y que se ven en el expediente”, dice Argenti.
Argenti recuperó datos del expediente y dijo que el 15 de marzo, Ramos le pidió a una vecina que le cuide la casa:
–Si ves algo raro, llamá al 911, no llames a la seccional.
–¿Por qué?
–Porque me están persiguiendo.
“El mismo 15 de marzo, Michelle fue a la casa de Ramos a buscar a Tehuel junto con su padre pero una empleada policial no la dejó entrar. El 16 de marzo, el día del allanamiento, hubo otra inspección ocular y además, declaró la mamá de Ramos, que dijo que su hijo estaba siendo frecuentemente visitado por personal policial”, dice la abogada.
“Es lógico que se hubiera querido ir de la casa, si todo el planeta lo estaba buscando. Porque como dijo el testigo, Ramos y Montes eran las únicas dos personas que sonaban como responsables. Nadie más”, dijo.
“Con todo esto que he analizado sobre la prueba, queda claro que la hipótesis de la Fiscalía no se construye como un rompecabezas completo. Hay muchas fisuras en el razonamiento y muchas cosas que no tienen explicación. En el expediente, además, hay organizaciones que dijeron ¿y si esto es un caso de trata de personas? ¿Y si lo sacaron del lugar? ¿Y si Ramos, Montes o alguna de estas personas lo entregó? Tranquilamente pudo haber sucedido, hay dudas sobre el hecho. No sabemos si Tehuel murió o no y, de ninguna manera se puede comprobar que Ramos fue el autor material”, finalizó Argenti. Por todo esto, la defensa pidió la absolución y, si no, como subsidiaria, una pena de homicidio simple con atenuantes ya que Ramos tiene buena conducta y un hijo pequeño.
Ahora el tribunal, conformado por el presidente Dr. Claudio Joaquín Bernard, la vicepresidenta Silvia Edit Hoerr y el vocal Ramiro Fernández Lorenzo, va a deliberar. La lectura del veredicto será el viernes 30 de agosto a las 13 hs.
*Esta nota forma parte de una cobertura colaborativa sobre el juicio por el caso de Tehuel de la Torre, realizada entre varios medios de La Plata pertenecientes a la Red de Medios Digitales (RMD). Somos Pulso Noticias, Perycia, Otro Viento, AnRED, Nota al pie y Desde la raíz.
Foto: Fotos: Camila Flores (Pulso Noticias) y Pedro Ramos (Desde la raíz)