Redacción Canal Abierto | Ante la falta de acuerdo en la negociación colectiva salarial aceitera, el gremio del sector, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo, dispuso una medida de fuerza conjunta en todas las plantas aceiteras del país de 24 horas de paro.
Los aceiteros son uno de los sindicatos que año a año logra las mejores paritarias en un actividad que produce cuantiosas ganancias en un mercado hiperconcentrado y trasnacionalizado. El gremio, históricamente, basa su planteo paritario en el derecho a un Salario Mínimo, Vital y Móvil acorde a como lo definen el artículo 14 bis de la Constitución Nacional y el artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo, esto es, que asegure a los trabajadores en su jornada legal de trabajo la satisfacción de las nueve necesidades allí contempladas: alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.
Este lunes, tras ocho horas de negociación, las cámaras del sector -CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), CIAVEC (Cámara Industrial de Aceites Vegetales de Córdoba) y CARBIO (Cámara Argentina de Biocombustibles)- hicieron una oferta de incremento salarial del 10%, frente a la propuesta obrera del 27,4%, que fue considerada insuficiente y como una provocación por los trabajadores.
“Hace varias semanas que venimos negociando con los representantes de las cámaras para llegar al salario mínimo, vital y móvil según su definición legal, como venimos haciendo durante 20 años”, explica a Canal Abierto Diego Márquez, secretario del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros Bahía Blanca-Daireaux y responsable de Prensa y Formación de la Federación, al concluir una reunión de comisión directiva este mediodía. Los economistas del gremio, parte del equipo de trabajo e investigación del MATE (Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía), calculan frente a cada paritaria el valor que debe tener el salario mínimo para un trabajador aceitero si cumple lo que las leyes establecen. Este parámetro es utilizado por los delegados paritarios para discutir con los empresarios.
“Las empresas están queriendo cambiar la forma de diálogo que hemos tenido en todo este tiempo con respecto al salario y plantean que la referencia sea el IPC. Ellos nos hicieron un ofrecimiento del 12,5% en julio y 5% en septiembre, con lo cual nuestro salario base quedaría en 1.240.000 pesos, mientras que el salario mínimo que estima la Federación, a hoy, debería ser de 1.630.000 pesos, con lo cual la oferta es insuficiente”, sostiene Márquez.
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Esta propuesta “va en línea con la gestión de un gobierno nacional que busca la destrucción de los salarios, que diariamente son devorados por la liberación de precios de todos los productos que consumimos, constituyendo la base de su política económica”, sostuvo la Federación en un comunicado.
La FTCIODyARA rechaza además la reinstalación del impuesto a las ganancias al salario de los trabajadores.
El paro de los aceiteros afecta a las terminales del complejo industrial oleaginoso de Rosario y San Lorenzo, el nodo portuario agroexportador más importante del mundo y principal generador de divisas del país. También al resto de la industria aceitera y de biocombustibles del país.
Esta mañana, ante el paro sorpresivo, una gran cantidad de camiones que no pudo ingresar a las terminales portuarias se aglomeró sobre la autopista Rosario-Santa Fe a la altura del kilómetro 14, generando la interrupción del tránsito.
El buen patrón
La patronal, por su parte, a través de un comunicado de CIARA, sostuvo que “el paro nacional de los aceiteros no tiene fundamento. La industria aceitera tuvo en 2023 el peor año de su historia sin resignar ni un solo puesto de trabajo. Este año nos comprometimos a que ningún trabajador pierda en relación con el avance de la inflación”.
En línea con lo que advierten los trabajadores, esta cámara denuncia motivaciones políticas en la medida de fuerza y solicita que se levante la medidas. “Llamamos a los líderes sindicales a levantar la medida rápidamente, a volver a la mesa de negociación de las paritarias y evitar planteos políticos que son ajenos a la realidad de una industria que paga salarios muy por encima de la media nacional”, concluye la misiva patronal.
Contrariamente a las “buenas razones” que expresa la dirigencia empresaria, el dirigente aceitero sostiene que la patronal esta pulseando con el gobierno la obtención de un dólar preferencial que especulan debería fijarse en $1.800, o una devaluación. “En esa discusión nos meten en la bolsa, sino hubiésemos hecho el arreglo paritario como acostumbrábamos”, sostiene Márquez.
“En el plenario que se desarrolló en San Lorenzo -el pasado 24 de julio-, más de 250 delegados nos dieron el mandato de defender lo ya ganado, que es el salario mínimo y vital. La realidad es que hoy la totalidad de las plantas del país están paradas y estamos aguardando las negociaciones. Fuimos a la huelga pero no determinamos un tiempo; vamos a ir evaluando lo que seguiremos haciendo”, concluyó el secretario de la Federación.
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Foto: SOEA (Sindicato Aceitero de San Lorenzo)