Redacción Canal Abierto | “La Argentina se está poniendo de pie abrazando las ideas de la libertad” fue el concepto que Milei intentó vender a los traders y representantes de fondos de inversión que se acercaron a escucharlo en la bolsa de Nueva York.
A su efusividad tradicional, el Presidente sumó la excitación que evidentemente le provocó inaugurar la sesión bursátil en Wall Street con el tradicional toque de campana, un rito que en el pasado también protagonizaron sus predecerores Carlos Menem y Nestor Kirchner.
Durante casi 40 minutos, abundó en elogios para sí y los suyos, incluso para su ministro de Economía, Lui “Toto” Caputo, ubicado a su izquierda: “va a ser recordado como el mejor ministro de economía de la historia porque está haciendo una tarea enorme”.
Esto, en medio de un derrumbe histórico de la actividad económica, según mediciones oficiales y las de privados, y la mayor caída del PBI de todo el continente (incluso peor que en el caso haitiano).
Pese a todos estos indicadores negativos, dijo que su objetivo era mostrar “la experiencia del caso argentino” e insistió que cuando asumió “estaba todo dado para el estallido”.
“Muchos me cuestionan la política social. Dicen que no tenemos corazón, yo diría que no tienen cerebro los que hacen ese comentario”, lanzó, en lo que se interpreta como la justificación de la deterioro en las encuestas. O bien, un tiro por elevación al Papa Francisco, quien días quien había dicho que el Gobierno “en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta”.
En este sentido, a la derecha de Milei, Patricia Bullrich fue la otra gran beneficiaria de las flores presidenciales: “Llevamos 4 meses sin que haya un piquete”. No hace falta aquí perder el tiempo para explicar los sucesivos fracasos del protocolo anti protesta, al margen de un recrudecimiento de la represión a la protesta que ya le valió varias advertencias por parte de organismos internacionales.
La intervención terminó con el usual “¡Viva la libertad carajo!” y el aplauso de quienes acompañan al mandatario en su gira por Estados Unidos, como son su hermana Karina, la canciller Diana Mondino, el embajador en Estados Unidos Gerardo Werthein y el jefe de asesores económicos de la Casa Rosada, Demian Reidel.
Por la tarde el Presidente visitará a su amigo Elon Musk y mañana hablará ante la Asamblea general de las Naciones Unidas, donde se espera un mensaje similar al que llevó a principio de años al Foro de Davos.
En aquel entonces, Milei caracterizó como “socialista” o “colectivista” a todos los sistemas económicos en práctica, sorprendió al hablar de la amenaza del avance del comunismo y negar problemáticas como la desigualdad social, la brecha salarial entre hombres y mujeres o el cambio climático, discusiones que ni los megamillonarios de Davos se hubiera animado a plantear.