Redacción Canal Abierto | Los legisladores del PRO apoyarán el veto de Milei al financiamiento universitario que se tratará este miércoles en la Cámara de Diputados.
“Somos coherentes con la necesidad de sostener el equilibrio fiscal como prioridad para que nuestro país salga adelante. Somos coherentes con nuestro respeto a la ley de Administración Financiera que impide que una ley defina un gasto sin explicar cómo se financia”, planteó en un comunicado el partido que preside Mauricio Macri.
De esta manera, el oficialismo suma un par de puntos a su favor en la batalla que viene impulsando en contra de la educación superior. De todas maneras, aún no tiene asegurado el número mágico para blindar esto que hoy muchos califican de vetocracia.
La norma en cuestión supone una erogación para el Estado equivalente al 0,14% del PIB. Y si bien la cifra es insignificante (no representa siquiera un tercio de lo que el Gobierno resignó recaudar con Bienes Personales), forma parte de la cruzada presidencial contra todo lo que se encuentre en la esfera de lo público.
Tras la masiva segunda marcha federal universitaria y una virulenta carta de la Oficina del Presidente contra el conjunto de la oposición, los bloques de Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical (UCR) pidieron una sesión especial para ratificar, junto a Unión por la Patria y la Izquierda, la norma que en Diputados tuvo 143 votos a favor, 77 en contra y una abstención.
Del total de negativos aquel 15 de agosto, cuando obtuvo media sanción, el PRO aportó 33. Se da por hecho que el sector que responde a Patricia Bullrich seguirá la misma línea.
Ahora queda saldado el gran interrogante sobre la postura de los fieles al ex presidente Macri, quien apuesta a mantener una relación de amor y odio con el actual mandatario. Según sus palabras, un matrimonio “pero con casas separadas” (dixit).
El comunicado de esta tarde deja bien en claro que el líder del PRO no olvida los dardos hacia su persona durante la presentación del Presupuesto 2025: “Habiendo pasado diez meses de gestión el gobierno se encuentra en un conflicto agravado por cuestiones internas del propio gobierno, conflicto que con una gestión profesional y eficiente se podría haber evitado. Como siempre hemos señalado, para el PRO la gestión importa”.
Ya sea por incapacidad a la hora de la rosca, al no tener ya más qué ofrecer a aquellos “dialoguistas” siempre bien dispuestos o porque simplemente la causa universitaria caló hondo en la opinión pública, incluso los más cercanos al oficialismo (radicales y peronistas provinciales) evidencian incomodidad con esta lógica de compartir el costo político de las decisiones tomadas en La Libertad Avanza.
Es cierto, el Gobierno no necesita volver a sumar 87 voluntades sino lograr dos tercios de los presentes. Aquí, por lo tanto, empiezan a cobrar más peso las ausencias.
Aun cuando la oposición logre rechazar el veto en la Cámara Baja, luego será el turno del Senado, donde Milei y compañía suelen enfrentar negociaciones más ríspidas. Falta mucho para eso, pero vale recordar que el día en que se sancionó la ley de financiamiento universitario, la Cámara Alta tuvo 57 afirmativos, 10 negativos y 1 abstención.