Redacción Canal Abierto | “Los salarios vienen creciendo al 3,5% mensual real. Si eso lo anualizaran da 51% real. Son números enormes. Si replicaran ese ejercicio durante cuatro años y medio alcanzaríamos a Estados Unidos”.
Las declaraciones del presidente Javier Milei no sólo van a contramano de los números que reflejan los salarios, sino que esconden un mecanismo que, desde el comienzo, ha sido una constante de la gestión de La Libertad Avanza: la transferencia millonaria de ingresos.
Los que ganaron, los que perdieron
Lejos de recuperarse, los trabajadores han sufrido en los últimos meses un enflaquecimiento en sus bolsillos que explica por qué el supuesto crecimiento que el Gobierno propagandiza no se siente. Sólo en los primeros ocho meses del año, los asalariados dejaron de percibir -17,3 billones de pesos.
En el mismo período, también cayeron -5,4 billones de pesos del Estado, vía recaudación de la Seguridad Social (que posibilita el pago de jubilaciones y prestaciones sociales), y las obras sociales perdieron otros -1,5 billones de pesos. Los sindicatos, por su parte, dejaron de percibir -335.000 millones de pesos.
“La caída del salario, en lo que va del mandato de Milei, generó una transferencia de 24,5 billones de pesos, de los cuales 17,3 salieron del bolsillo de los trabajadores”, analiza el último informe de coyuntura elaborado por el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE).
Participación en el PBI
En el mismo sentido, en el estudio detallan que durante lo que va del gobierno de Milei se consolidó una tendencia iniciada en la gestión de Mauricio Macri: “los asalariados cada vez se quedan con una menor proporción del producto nacional”, explican.
Desde 2017, cuando participaban en un 50% del PBI, la evolución de su participación fue en picada, con una recuperación recién en 2020, durante el gobierno de Alberto Fernández que —rápidamente y pandemia mediante— cayó al 40% en 2021. La remontada fue lenta y sólo hasta 2023, pero desde el triunfo de La Libertad Avanza revirtió su tendencia y ya está en el orden del 43%.
“El cambio distributivo iniciado por Macri ya acumula una transferencia del trabajo al capital equivalente a 290.000 millones de dólares. Esta ganancia extra, al no invertirse internamente por la caída del mercado interno, busca dolarizarse y fugarse, volviendo más vulnerable la economía nacional”, plantean en MATE.
En este escenario, también perdieron los jubilados, que recibieron una actualización de ingresos por última vez en septiembre de 2023. Hasta septiembre de este año, según estudio, jubilados y pensionados ya llevan perdido el -8,5% de sus ingresos.
Los trabajadores registrados, por su parte, perdieron -3,5% los del sector privado, y -20,8% los estatales, que fue a quienes peor les fue.
Les siguieron de cerca los trabajadores no registrados del sector privado, que perdieron hasta agosto -15,6% de sus ingresos.
Ilustración: Marcelo Spotti