Por Federico Chechele | Hace unos días salió publicada una encuesta donde se consultaba si sería mejor vivir en un régimen más autoritario pero que resuelva los problemas a la gente. El portal La Política Online, que difundió la encuesta, asegura que fue pensada y diagramada por Santiago Caputo, principal asesor presidencial. Las preguntas apuntan a desacreditar principalmente a la democracia y la más llamativa era “¿En qué país prefiere vivir?”. Las opciones para responder: “En un país con un gobierno democrático que respete los derechos individuales de las personas” o “En un país con un gobierno autoritario que logre buenos resultados económicos”.
Los dueños del capital ya no creen en la democracia y parece que nuestro gobierno tampoco. Por eso, en este extremo del mundo, mandan señales a los tecno-millonarios que ahora forman parte del gobierno de los Estados Unidos que anhelan un mundo menos democrático y más práctico para hacer negocios.
La Casa Rosada se anima a este tipo de consultas por cierto consenso social y la esperanza que todavía le depositan algunos sectores que ven a diario cómo los grandes medios de comunicación recargan la caída de la inflación mientras evitan titular que el consumo se desplomó un -14% anual durante el 2024, el peor registro desde el 2002, con el salario mínimo más bajo de los últimos 30 años y con paritarias cero. Que el sol sale para todos será la profundización del relato, sin importar las formas ni los valores. El reciente tuit de Milei que propone perseguir a los zurdos por todas partes y su discurso de odio y misoginia en Davos expone por sí solo el deterioro institucional y la escandalosa relación de los medios con el Gobierno.
Javier Milei adelantó que continuará con el ajuste por lo que las representaciones políticas, sociales y sindicales deberán redoblar sus esfuerzos para torcer las políticas de entrega y saqueo. Recordemos que el 2024 comenzó con paros generales y movilizaciones masivas, e incluso históricas, pero se fueron diluyendo en luchas sectoriales. Sin embargo, el año finalizó con un acto en Plaza de Mayo de las dos CTA con la mirada puesta en la construcción de más unidad. La apuesta es que aquella esperanza de millones y la oposición se rocen en algún punto para frenar este proyecto aterrador, que excluye a más de la mitad del país.
Volvamos a esta opción que proponía la encuesta: ¿Te gustaría vivir en un país con un gobierno autoritario que logre buenos resultados económicos? El Presidente arriesga y plantea un escenario de democracia restringida porque desde el primer día ejerce el poder a través de decretos y vetos, militarizando la protesta social con represión, quitando derechos a las minorías y destruyendo toda política de inclusión social. El modelo de desprestigiar/controlar al Congreso y a la Justicia está en marcha. En paralelo, Donald Trump en su primer día como presidente indultó a los 1500 fanáticos que invadieron el Capitolio el 6 de enero 2021 antes de que confirmaran el triunfo de Joe Biden. Una locura televisada para todo el mundo y alentada por quien esta semana regresó a la Casa Blanca. Otro rasgo de deriva democrática que proponen y ejecutan estas nuevas derechas, allá y acá.
Porque mientras las potencias mundiales no pueden evitar las crisis del capitalismo como lo son la ecológica, la cuestión climática, la migración, el hambre y la vivienda, que aumentan y no dejan de agravarse, estas nuevas derechas promueven un nacionalismo exacerbado, la defensa del militarismo, la xenofobia, la obsesión contra el comunismo, el rechazo a la universidad y educación pública y a la ciencia.
Están diseñando un nuevo modelo de gobierno que expresan estos trillonarios, CEOs y Unicornios que quieren imponer el regreso al siglo 19 con jornadas laborales de 12 hs., proyectan medidas económicas que incrementarán la desigualdad hasta extremos inaguantables, mientras construyen yates de 200 metros para cinco personas, edifican rascacielos vacíos para magnates narcisistas, se entretienen manipulando la opinión pública con sus medios de comunicación y controlan las vidas de millones de personas con sus redes sociales sin que nadie regule ni legisle.
Según la organización británica Oxfam, el 82% del dinero que se generó en el mundo en 2017 fue al 1% más rico de la población global y responsabiliza esta desigualdad a la evasión de impuestos, la influencia de las empresas en la política, la erosión de los derechos de los trabajadores y el recorte de gastos. Hoy estos números se están agigantando, el mundo está más desigual que nunca. Como diría Mark Fisher,
“es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”.
Alguien dijo alguna vez que las personas que tienen miopía ven el mundo como lo pintaron los “impresionistas”, una luz distorsionada, un instante. Eso mismo estamos atravesando, y por más bello que parezca no deja de ser un engaño.
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X: @fedechechele
Ilustración: Marcelo Spotti