Redacción Canal Abierto | Esta mañana el Presidente se sumó al relanzamiento de A24, el canal que este año incorporó a varios de los periodistas que hasta el año pasado militaron las políticas del oficialismo en la pantalla de La Nación+.
“Bajamos 21 puntos la pobreza, sacamos casi 10 millones de la pobreza; baja la inflación, suben los salarios reales, las jubilaciones y a la gente le va mucho mejor”, lanzó a una audiencia que seguramente no daba crédito a lo que estaba escuchando.
Entre otras cuestiones, Milei volvió a defender el precio del dólar: “de ninguna manera está caro, no hay atraso cambiario”.
A la insistencia del conductor respecto al reclamo y queja de los industriales por el encarecimiento de la argentina en dólares y las dificultades que esto significa para la producción, la respuesta fue siempre la misma: “no vamos a devaluar, tendrán que aprender a competir”.
“Están pidiendo que yo destruya los salarios para que un par de sátrapas mantengan altos retornos de capital. Cuando usted mira los retornos que están teniendo son enormes”, apuntó.
Entre los datos que lanzó al voleo el mandatario, uno de los que más llamó la atención fue el siguiente: “cuando nosotros asumimos el salario promedio de la economía formal era de USD 300 y hoy es de USD 1.100”.
Semanas atrás, en uno de los capítulos del enfrentamiento con Victoria Villarruel, él mismo había reconocido que “el 95% de los argentinos gana mucho menos que eso (las “dos chirolas” que acusaba de salario su vice), el salario promedio de la economía es 400 mil”. Es decir, el equivalente a USD 333 (según la cotización del blue o paralelo, y que en distintos medios oficialistas etiquetan como “libre”).
En promedio, según relevó un informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), los trabajadores registrados perdieron 12% de su poder de compra en sólo un año. Este resultado prácticamente duplica la caída de cualquier año del gobierno de Macri y es el peor balance desde 2001.
Por su puesto, el desplome fue importante para los estatales (-22%), pero también significativo para el resto de la economía (-7%).
A pesar de la parcial recuperación del salario en el segundo trimestre del año, la caída del poder de compra registrada desde que asumió Milei implicó una pérdida de ingresos, en promedio, de $1.099.769 para cada empleado del sector privado.
En cualquier caso, la alerta que vienen planteando los especialistas hace un tiempo es el fuerte encarecimiento en dólares.
Uno de los índices internacionales que mide este fenómeno es el llamado índice Big Mac, creado por The Economist como parámetro mundial de apreciación de monedas. Allí, nuestro país aparece en la cúspide del ranking de América Latina y segundo -detrás de Suiza- a nivel internacional (en Argentina, el menú cuesta u$s6.95, mientras que en Estados Unidos, u$s5,79).
Para salir del atolladero, Milei atinó simplemente a descartar lo que llamó la “imbecilidad del Big Mac” y planteó la necesidad de seguir bajando impuestos a los sectores más pudientes. De esta manera, se produciría un “efecto derrame” (evitó mencionar la famosa teoría) que a la postre derivaría en un aumento de “todos los bienes transables y, entre ellos, el salario”.
Otro dato económico que, cuando menos, atempera el exitismo que emana desde Casa Rosada es que la inflación lleva acumulada más de un 100% interanual.
A contra mano de la realidad y no contento con la relativa desaceleración de la inflación a fuerza de recesión económica, el Presidente llegó a afirmar en los estudios de televisión que la “Argentina hace meses está en deflación”. Su teoría es que si al 0,8% de inflación mayorista le restáramos el crawling peg (hasta el mes pasado, a un ritmo de 2%), esta resultaría negativa. Olvida, cuando menos, las fuertes subas en las góndolas y los servicios que sufre cualquier persona de a pie.
«Al acuerdo le falta el moño», aseguró sobre el nuevo préstamo que negocia con el Fondo Monetario Internacional. Y si bien reconoció que le fin último son los “fondos frescos”, curiosamente negó que llegarían “sin incrementar la deuda”.
Al respecto, explicó que el futuro desembolso se destinaría a “cancelar deuda con el Banco Central”, una pirueta para evitar que el nuevo endeudamiento pase por el Congreso, como indica la ley.
El último informe de la Secretaría de Finanzas, que depende del Ministerio de Economía, es muy claro: en los últimos 12 meses, el stock de deuda bruta (tanto en pesos como en divisas) aumentó por el equivalente a USD 96.042 millones, pasando de USD 368.000 millones en diciembre de 2023, a USD 464.267 millones en diciembre de 2024.
“La economía tocó su piso en abril y desde entonces se está expandiendo a un ritmo aproximado al 11% anual», revoleó Milei.
Pero, al igual que con el resto de las afirmaciones, el Presidente parece estar mirando otro canal: otro informe reciente del MATE detalla el derrumbe de la industria “con casi la mitad de los sectores cayendo en torno al 20% anual”.
Por su parte, la Encuesta Radar Pyme del 4° Trimestre del 2024 que realiza la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) detalló que el promedio de la capacidad industrial utilizada durante 2024 se mantuvo en torno del 53,8%; y aclaró que ni bien asumió Milei hubo un “primer desplome de 12 puntos de caída” que “provocó el cierre de alrededor de 1.200 industrias”, la mitad de ellas ubicadas en la Provincia de Buenos Aires.
Como consecuencia, el 30.9% de las industrias despidió personal en el cuarto trimestre de 2024, mientras que solo el 19.5% incorporó.
En cuanto a las expectativas, el 49.4% de los empresarios industriales considera que la situación económica del sector empeorará en 2025, el 69.23% no planea incorporar trabajadores en el próximo trimestre, y 6 de cada 100 pymes industriales perciben que “está en peligro su continuidad”.