Redacción Canal Abierto | Primero fue el viaje a Chile, que tenía previsto para la segunda semana de marzo con la intención de participar del seminario organizado por una empresa y que debió suspender, según versiones oficiales, “por la tragedia en Bahía Blanca” producto de las inundaciones.
Después, el viaje a España, que se planeaba para el 21 de marzo, donde la organización autodenominada Club de los Viernes —“movimiento en defensa de las libertades civiles, el derecho de propiedad y el Estado limitado”— le entregaría el premio de dudosa categoría “Escuela de Salamanca”. Esta vez, el viaje fue aplazado debido a la “delicada situación que transcurre la política y la institucionalidad democrática”, sostuvieron desde la Presidencia.
Finalmente, Javier Milei suspendió su segundo viaje a Israel que comenzaría el próximo sábado y, al parecer, iba a incluir una agenda oficial. Si bien el Presidente pensaba recibir allí un premio de la Fundación Genesis Price —promocionado como el “Premio Nobel Judío”— también firmaría en Tel Aviv un memorándum sin efectos prácticos con el primer ministro Benjamín Netanyahu de “cooperación en la lucha contra el terrorismo”. Pero no pudo ser: la escalada de la protesta de los jubilados que terminó en feroz represión y los apremios económicos que atraviesa el país frustraron, nuevamente, los planes. Al menos, esa es la versión oficial.
Por fuera del Gobierno, sin embargo, se barajan otros motivos.
La criptoestafa y la caída del líder de derecha
En lo que refiere al viaje a España, fuentes del Parlamento español, en diálogo con este medio, aseguraron que —tras el escándalo de la criptomoneda $Libra— la figura de Milei se desdibujó en territorio ibérico. “Los de Vox ya no quieren aparecer con él y dejaron de mencionarlo”, explican.
Allí, además, ya hay radicada una denuncia contra la familia de Hayden Davis, presuntos cómplices de Milei en la estafa de las memecoins.
“Desde el Congreso de los Diputados en Madrid impulsamos una denuncia porque la familia Davis por todos los datos que tenemos estaría residiendo en Cataluña, dentro de España —detalló el diputado catalán, Gerardo Pisarello—. Si esto es así, si desde España se contribuyó a la comisión de un delito que no solamente puede ser de estafa sino un atentado contra la seguridad financiera, contra los intereses del propio Estado, eso puede denunciarse tanto ante la Audiencia Nacional española como ante la Fiscalía Europea. Sería un caso que Europa tendría razones para investigar”.
Y agregó: “Es el sistema financiero el que se puede ver damnificado. Si hay una familia que está viviendo en este momento en Cataluña, que tuvo contacto con la hermana del Presidente, que dice que la sobornó y que desde ahí cometieron un delito de estafa que pasa por encima de las reglas convencionales del sistema financiero, puede haber bancos y mucha gente que se siente perjudicada por eso, aunque no haya sido perjudicada por la operación como tal”.
Más allá de la denuncia, el escándalo desatado por la criptoestafa circula como el verdadero motivo detrás de la interrupción del ritmo alocado que caracterizó a la agenda internacional de Milei desde su asunción.
Sucede que no sólo en España la derecha ha dejado de considerarlo una figura a resaltar y que, por el mismo motivo, el riesgo de escraches al Primer Mandatario fuera del país es alta.
Por otro lado, Milei no viaja sin su hermana Karina, señalada como implicada directa en la estafa, que ya carga con denuncias penales por cohecho, tráfico de influencias y violación de la ley de Ética Pública, aunque aún no fue imputada. Nada impide, sin embargo, que eso cambie de la noche a la mañana y la hermanísima no goza de fueros que la protejan.
En lo que respecta a Israel, la suspensión se debió a un nuevo escándalo, que gira en torno a la Conferencia Internacional contra el Antisemitismo en la que Milei iba a ser orador. El diario Haaretz —el matutino progresista de Israel— asegura que el conglomerado de figuras de ultraderecha terminó por incluir invitados neonazis, neofascistas y negadores del Holocausto, lo que desató una interna al interior del gobierno de Netanyahu.