Por Nahuel Croza | La segunda vuelta de las elecciones presidenciales del Ecuador arrojó resultados inesperados para todas las consultoras electorales que habían publicado pronósticos en los últimos días. Con una diferencia a su favor de más del 11%, que implica alrededor de 1.165.000 votos, según datos provistos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el actual presidente y candidato Daniel Noboa Zin renueva su mandato, ahora sí, por cuatro años.
En la vereda de enfrente, no necesariamente opuesta, la candidata Luisa González, de Revolución Ciudadana, obtuvo el 44,35% de los sufragios, apenas esas décimas por encima del resultado obtenido en la primera vuelta. “Me niego a creer que haya un pueblo que prefiere la mentira antes de la verdad. Vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas”, advirtió la candidata correísta el domingo por la noche y afirmó que se cometió fraude en el registro de votos para beneficiar al Presidente.
“El resultado es un poco sorprendente. Estamos investigando, intentando entender qué ha pasado aquí. Hay mucha sorpresa porque ninguna encuesta, ni de lejos, se aproximaba a esta realidad. Estaban dando diferencias de 1,5 a favor o en contra, para un lado y para otro de un candidato, pero la cosa no pasaba de dos puntos. Y al final nos encontramos con una diferencia de más de 10”, explica a Canal Abierto Decio Machado, consultor político especializado en Comunicación y Análisis Estratégico, residente en Quito.
“Si es verdad que ha habido fraude es una cosa relativamente fácil de ver. El correísmo tiene un buen sistema de control electoral: tienen actas de escrutinio, tienen copias de esas actas, tienen fotos, etc. Si ha habido algún problema de esas características, lo vamos a saber en 24, 48 o 72 horas”, señala el consultor y arriesga: “Me cuesta creer que haya un fraude de 1 millón de votos. Me parece una locura, pero vamos a ver, hay que esperar las próximas 72 horas y ver realmente si hay documentación que soporte los resultados o la denuncia”.
Las razones del fiasco electoral
“La campaña de la Revolución Ciudadana para la segunda vuelta fue muy mala, honestamente. La candidata era muy mala y creo que hay un agotamiento del correísmo. Este puede ser el último intento de este sector. Este descontento puede eclosionar, vamos a ver cómo se gestiona este próximo año, pero lo tienen complicado. Se va a desatar una crisis interna y no sé en qué puede terminar”, sostiene Machado, quien señala que ya son tres derrotas electorales consecutivas, en cuatro años, las que sufre este sector político.
El analista sostiene que el 44% de la primera vuelta no era voto duro. “El correísmo tiene un voto duro como 10 puntos más abajo. Ese 44% ha sido habitualmente el voto que han conseguido en segunda vuelta. Esa primera vuelta fue muy anómala, porque el 88% del voto se repartió entre estos dos candidatos que pasaron al balotaje”.
“Parecería que González perdió parte del voto blando y habría recibido algunos votos del movimiento indígena, no todos, del apoyo que le han dado los sectores de la izquierda a Luisa”.
Para explicar estos resultados Machado sostiene que “la segunda vuelta fue una acumulación de errores estratégicos por parte de la campaña de la Revolución Ciudadana. Noboa trajo aquí a Edmundo González (presidente electo de Venezuela), estratégicamente para obligar al correísmo a posicionarse, y Luisa tuvo que hacer una defensa de Maduro. Paralelamente a esto el correísmo presentó un plan para el tema de la violencia en la que hablaba de guardianías barriales y de responsables de seguridad de los barrios, etcétera. En seguida, la derecha dio vuelta y los comparó con los Comités de Defensa de la Revolución cubanos o venezolanos y les acusó de totalitarismo, de autoritarismo, etc.”.
Entre los errores no forzados también menciona la aparición, en la última parte de la campaña, de viejas figuras del correísmo de la primera etapa, mal vistas en el Ecuador; el propio Correa, en algunos tramos de la campaña estuvo más presente en las redes sociales que la candidata. A esto, suma “algunas carencias ideológicas notables”. “También hubo errores del lado de Noboa, pero parece que la figura de Noboa tiene más teflón, tiene más capacidad de aguantar este desgaste”.

Estrategia sorpresiva: el voto viejo
Machado señala que la campaña conservadora recurrió al voto de las personas mayores. Contrariamente a la usual convocatoria al voto joven, la campaña de Noboa estratégicamente apuntó al voto de la gente mayor de 65 años, un sector olvidado por todos los gobiernos. “Hay imágenes de una movilización de gente muy mayor. Ancianos que fueron llevados con ayuda a los centros de votación para poder votar, señoras en silla de ruedas, gente mayor, etcétera. Y ahí podría haber una parte, pero evidentemente eso no explica el millón de personas de ese voto sorpresa de esta segunda vuelta”, relata desde Quito el soociólogo y consultor político .
¿La CONAIE pagará el costo de su apoyo a González?
“Yo creo que pasó una parte del voto indígena, una parte del 5% que sacó Leónidas Iza en primera vuelta. Evidentemente no sabemos cuánto del voto indígena fue a Luisa”.
“Leónidas Iza va a pagar porque aquí hay un problema de carácter político serio. El movimiento indígena es el vector más importante de la lucha social en este país; no lo son los correístas que es una institución, un partido institucionalizado que no tiene capacidad movilizadora. Históricamente, desde los 90, el movimiento indígena es el músculo movilizador de la lucha popular en el país.

“El sector de Leonidas Iza, su vertiente ideológica en la CONAIE, es la tendencia vinculada a las luchas sociales, a la lucha de clases, a la lucha campesina. Pero también hay un sector opositor, un ala más conservadora del movimiento indígena que se opuso al apoyo a Luisa González. A fin de año va a haber un Congreso de la CONAIE en la que Leónidas pone en juego su cargo de presidente y posiblemente esta oposición, financiada por el Gobierno, se oponga a la reelección”, sostiene Decio.
Con el correísmo en crisis y hacia una implosión ¿terminal? y la CONAIE dividida o “recuperada por el ala derecha del movimiento indígena, lo que te encontrarías en que este país, desde el ámbito de las organizaciones populares, es un erial. Yo creo que esta fue siempre la estrategia de la derecha”, concluye Machado.
Un nuevo gobierno de Noboa
¿Cómo ves un próximo gobierno completo de Daniel Noboa?
-El escenario es muy complicado, porque el hombre siempre dijo que él no había gestionado su plan de gobierno -que no lo tenía- porque este era un gobierno transitorio (completó el mandato del autoexpulsado por el mecanismo constitucional de muerte cruzada Guillermo Lasso). Ahora, va a tener un plan agresivo de política neoliberal. Me imagino similitudes con el de Milei.
El primer compromiso que tiene es reformar la constitución, esto significará la pérdida de todos los derechos adquiridos por los sectores sociales en el año 2008, que fue lo más interesante que hizo el correísmo en su historia de gestión de gobierno, la Constitución.

La Asamblea Nacional, el poder legislativo, está dividido 67 curules para el correísmo y 66 para el partido de gobierno y quedan un 20% de curules distribuidos entre diferentes fuerzas. Lo más seguro es que este gobierno fácilmente en seis meses haya comprado 15 curules del correísmo y tenga a las fuerzas populares contra la pared.
Vamos a ir a un proceso de involución política muy fuerte y veremos cuál es la capacidad del músculo movilizador de la CONAIE para resistir este embate.