Redacción Canal Abierto| Un 22 de abril, pero de 1985, comenzaba el Juicio a las Juntas Militares responsables del genocidio ocurrido en nuestro país entre 1976 y 1983. Se desarrolló desde ese día y hasta el 9 de diciembre del mismo año, cuando se conocieron las sentencias
El tribunal que juzgó a los genocidas estuvo presidido por León Carlos Arslanián y conformado por Ricardo Gil Lavedra, Jorge Torlasco, Jorge Valerga Araoz, Guillermo Ledesma y Andrés J. D’Alessio.
La acusación estuvo a cargo del fiscal federal Julio Strassera, quien contó con la asistencia de Luis Moreno Ocampo, quienes tomaron el informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que había sido elaborado el año anterior y que, bajo el título Nunca Más, constituía una suerte de best seller de la flamante democracia.
La sentencia condenó a Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera a reclusión perpetua; Orlando Agosti a 4 años y 6 meses de prisión; Roberto Viola a 17 años de prisión; y Armando Lambruschini a la pena de 8 años de prisión. Fueron absueltos Omar Graffigna, Arturo Lami Dozo, Leopoldo Fortunato Galtieri y Jorge Anaya. Los condenados se vieron beneficiados por los indultos firmados por Carlos Menem en 1990.
Un aspecto que no fue incluido en esta causa es el de la apropiación y sustitución de identidades de los hijos de las personas que eran desaparecidas por los grupos de tareas. Lo que pudo ser una falencia en ese momento, resultó una oportunidad de justicia. Fue gracias a esta omisión que, recién en 1998 algunos de los genocidas como Videla y Massera volvieron a estar detenidos en causas instruidas por los jueces federales.
Las audiencias del proceso judicial atrajeron la atención de los argentinos, algunos porque era la primera vez que conocían los horrores ocurridos apenas unos años antes. Otros porque asistían a un suceso inédito en el que los militares responsables de crímenes de lesa humanidad eran juzgados por el gobierno entrante, lo que constituía un hecho sin precedentes en el mundo.
El dato que hoy puede resultar llamativo es que la transmisión televisiva consitía sólo en la imagen, cuando se entiende que lo sustancioso de una audiencia judicial es el audio en el que se escucha el testimonio de quienes declaran. Esta determinación fue tomada por la misma Cámara Federal, a fin de no “generar mayor conmoción en la opinión pública”.
El hecho volvió a cobrar trascendencia a partir de la película Argentina: 1985, estrenada en 2022. Se puede señalar que el film dirigido por Santiago Mitre se centra en el proceso con lógicas narrativas y estéticas propias de las plataformas y deja de lado la importancia que tuvo la lucha de Madres de Plaza de Mayo y otros organismos de derechos humanos para que la salida democrática de nuestro país fuera distinta a la de otros de la región y el juicio fuera posible. Pero es innegable que volvió a poner en circulación para nuevas generaciones lo ocurrido durante la larga noche y la importancia de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia.
También, en 2023 se estrenó el documental El juicio del cineasta Ulises de la Orden, basado exclusivamente en el archivo de las 530 horas de filmación del proceso judicial que cambió para siempre la historia argentina.