Redacción Canal Abierto | El plan de apertura de importaciones del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, para supuestamente beneficiar con precios más bajos a los consumidores despierta un fuerte rechazo en las distintas actividades industriales. Entre ellas, en la textil, una de las más golpeadas por la política de baja de aranceles y la caída del consumo interno.
En ese marco, distintas organizaciones que nuclean a cooperativas y talleres de costureras y demás trabajadores del sector protestaron esta mañana en las puertas del Ministerio de Economía para advertir que, como consecuencia de las medidas de desregulación, estaban en riesgo unos 150.000 puestos de trabajo.
El decreto 236/2025 del 31 de marzo pasado, que recortó del 18 al 20% los impuestos a la ropa y el calzado comprados en el exterior, fue el tiro de gracia. Sin embargo, como explicó Melen Vergniaud, presidenta de la Red Textil Cooperativa, en diálogo con Canal Abierto, la medida fue “una más” en contra del sector.
En efecto, solo en los primeros tres meses de 2025, las importaciones textiles crecieron un 125%, y según denunció la Unión Industrial Argentina (UIA) luego de sé oficializara el decreto 236, la pérdida de puestos de trabajo ya llegaba a 10.000 en las distintas cadenas de la producción.
“Las importaciones se abrieron y bien asumió el Gobierno pero la última medida directamente remata la situación que estamos viviendo. También tiene que ver con que desde que asumió este Gobierno bajó el consumo, y nosotros producimos para el consumo interno. Todas las medidas que se vienen tomando en el último año son en detrimento de la industria en general y de la textil en particular. Hablamos de que cada 10 máquinas, hay 6 paradas”, denunció la referente textil.
Entre las organizaciones que se movilizaron esta mañana también figuran la Federación de Costureros, Indumentaria y Textiles, el Frente Popular Darío Santillán, el FOL y el MTE Rama Textil. Se trata de entidades que nuclean al sector más débil de la cadena, conformado por costureros, confeccionistas, cortadores y estampadores, organizado en cooperativas o talleres.

Este sector, detalló Vergniaud, registra los niveles más altos de informalidad laboral, “lo que repercute en que la situación sea aún más grave”. Sin embargo, aclaró que las medidas del Gobierno impactan sobre todas las etapas y ramas de la actividad que emplea a unos 500.000 trabajadores y trabajadores en todo el país.
Durante la actividad realizada frente a Plaza de Mayo, Canal Abierto también habló con Gisella Carrasco, de la Rama Textil de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), quien se refirió a las condiciones de clandestinidad y esclavitud que también atraviesa al sector. “Venimos acá, también, porque muchos compañeros vienen con historias duras de talleres clandestinos, y por eso estamos organizados y defendiendo nuestros puestos de trabajo”, afirmó.