Redacción Canal Abierto | “La actividad comercial se desplomó en el inicio del año”, sostiene el último informe de la Encuesta Radar Pyme que cada trimestre elabora la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) en todo el país.
El relevamiento, realizado entre 290 empresarios de 16 provincias, arrojó en números que el desplome en el comercio fue del 14,12% en las ventas; es decir que pasó del 65% del cuarto trimestre de 2024, al 50,88% en el primero de 2025.
“Un 49,1% de las empresas de comercio respondieron que tuvieron caídas de ventas mayores al 10% en unidades en el primer trimestre de 2025”, detalla el informe. En otras palabras, la mitad de ellas vendieron menos.
Pero la preocupante situación del mercado interno no se circunscribe sólo al comercio. “El arranque de 2025 no pudo sostener el nivel de ventas, que tuvo una caída generalizada para todo los sectores de alrededor de 5,5%”, detalla la encuesta.
Y el derrumbe tiene su correlato en la rentabilidad, el empleo y en la cadena de pagos.
De competitividad y coso
“Reconversión y competitividad” podría ser el resumen de las recomendaciones que el gobierno de La Libertad Avanza tiene para el universo de pequeñas y medianas empresas nacionales. Abrazado a la infalibilidad de la autorregulación del mercado, para el ideario económico que enarbola Javier Milei (cuando la conveniencia no lo pone conservador), la caída en las ventas sólo se explica debido a una oferta poco atractiva, que está en manos del oferente mejorar.
Pero la realidad de los empresarios pyme lo contradice, y también la presunción de que la inflación haya sido “domada”.
“Durante el primer trimestre de 2025 el incremento en los costos de las pymes fue del 21,16% mientras que el incremento de precios fue del 15,65% —asegura el informe de ENAC—. Lo que expresa una caída en la rentabilidad y que las pymes no son formadoras de precios al consumidor. Si bien la inflación que mide el INDEC fue del 8,3%, en el mismo período el aumento de costos en las pymes fue del triple, prácticamente”.
Como consecuencia, la rentabilidad también se contrajo: la encuesta relevó que sólo 4 de cada 10 empresas afirma tener rentabilidad positiva, mientras que 2 de cada 10 empresas tuvo rentabilidad negativa.
En este escenario, también se resintió la cadena de pagos. Más de la mitad de las empresas (55,33%) indicaron que se extendieron los plazos de cobro unilateralmente, y el 39% afirmó que se incrementó el incumplimiento.
Finalmente, en un país donde las pymes son las principales generadoras de empleo, un 20,96% de los empresarios respondieron que despidieron trabajadores, mientras que sólo un 18,56% contrató nuevos. En el mismo sentido, un 26,5% contó que redujo horas extras.
Consultados por sus expectativas, los empresarios pyme tampoco fueron optimistas: un 66,7% consideró que la economía de este año empeorará, mientras que sólo un 12,03% piensa que será mejor.
Foto: La Nación