Redacción Canal Abierto | Desde el 1 de mayo de 2025, la Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín S.A. (FAdeA), con sede en la provincia de Córdoba, se encuentra completamente paralizada. La empresa estatal, emblema de la industria aeronáutica nacional, interrumpió sus actividades por la falta de fondos transferidos desde el Tesoro Nacional. La situación fue confirmada por el propio presidente de la compañía, quien declaró que “no se está recibiendo ningún tipo de pago” por parte del Estado, ni siquiera los montos comprometidos en los contratos firmados con el Ministerio de Defensa.
Según detalla el informe del economista Tomás Raffo para el Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, “los trabajadores de FAdeA no tienen tareas asignadas, ya que la falta de fondos conllevó también a la interrupción de pagos a proveedores y a la suspensión de proyectos en curso”. El documento también advierte que está en riesgo el cumplimiento de contratos con Embraer, Boeing y con la propia Fuerza Aérea Argentina.
FAdeA, reestatizada en 2009, había sido recuperada como una pieza clave de un modelo de desarrollo soberano, con capacidad de fabricar y modernizar aeronaves como el IA-63 Pampa, el Pucará Fénix o el IA-100. En los últimos años había diversificado su producción incorporando el mantenimiento de aviones comerciales y la fabricación de piezas para firmas internacionales. Su paralización significa también la interrupción de toda esa cadena de valor, que incluye a más de 100 proveedores nacionales.
La crisis fue reconocida incluso por el gobernador cordobés, Martín Llaryora, quien señaló que “es muy grave que la Fábrica de Aviones esté parada, y el Gobierno nacional tiene que reaccionar”. Llaryora, que ha sostenido una postura ambigua frente a la Casa Rosada, dio a entender que sin inversión nacional no hay posibilidad de mantener ni desarrollar tecnología estratégica.
El informe del IEF-CTAA apunta también al carácter sistémico de este virtual cierre: “El ajuste no es simplemente fiscal; es también un vaciamiento de capacidades estatales, de soberanía tecnológica y de futuro industrial”. Y en el caso de FAdeA, agrega, se suma un componente particularmente preocupante: “Estamos hablando de defensa nacional, de soberanía en el aire, de una empresa que representa una posibilidad de independencia tecnológica frente a un mundo cada vez más conflictivo y concentrado”.
Interés árabe
La semana pasada FAdeA recibió a una delegación de Global Aerospace Logistics (GAL), una empresa emiratí especializada en servicios de mantenimiento aeronáutico y vinculada al conglomerado EDGE Group. La visita culminó con la firma de un memorando de entendimiento para explorar proyectos conjuntos. El desesperante interés por captar divisas, ofrece al capital privado extranjero —en este caso, de un grupo militar de Emiratos Árabes Unidos— una empresa estatal estratégica que el propio Estado argentino decide dejar caer. Este tipo de maniobras forma parte de una política más amplia orientada a la privatización encubierta de enclaves soberanos con promesas de rentabilidad a futuro.

La paralización de FAdeA no parece una simple consecuencia de falta de presupuesto, se asemeja más el resultado de una decisión política. Las medidas referidas al desarrollo soberano (CONICET, INTA, YPF, CNEA, FAdeA, etc.) apuntan a desarticular el aparato productivo estatal, subordinar la defensa nacional a la lógica del mercado y reducir al mínimo las capacidades propias del país en sectores de alta complejidad.