Redacción Canal Abierto | Alicia Del Mazo es enfermera y los miércoles acompaña las movilizaciones al Congreso que realizan los jubilados para exigir recomposición de los haberes. El miércoles 30 de julio no fue uno más.
La represión desatada contra los manifestantes, en esta ocasión por parte de la Policía de la Ciudad, no es algo que haya sido un elemento distintivo de la jornada, pero si lo fue para Alicia: terminó la jornada enyesada con la muñeca quebrada.
La agresión contra ella tuvo lugar en Avenida de Mayo a la altura de Luis Sáenz Peña donde fue atacada con una banqueta de hierro que la hizo desplomar y la dejó un momento inconsciente.
“Estábamos queriendo caminar hacia Plaza de Mayo, después de habernos manifestado sin que hubiera represión hasta ese momento. Pero cuando quisimos ir a la plaza, se formó inmediatamente un cordón policial a la altura de Sáenz Peña. Ahí empezaron algunos escudazos a gente que quería pasar, tanto por la vereda como por la calle”, relató Del Mazo en diálogo con Canal Abierto.
“Estaba absolutamente acordonado por la policía de la ciudad. En un momento, yo abrazo a una chica a la que le estaban pegando un escudazo y me la llevo para la vereda y los segundos tres policías se corren y nos dejan pasar. Y eso es para mí lo que fue una emboscada”, indicó
Del Mazo califica de esta manera esa sesión del paso “porque del otro lado nos esperaba la paliza”.
“Nos esperaban cientos de policías -sigue- que lo primero que hicieron cuando hice 2 metros, fue apuntarme con un arma larga en el estómago, que la sostuvo un rato para mí larguísimo, pero habrán sido 5 o 6 segundos. Fue de terror lo que sentí en ese momento”.
Sin embargo, todavía faltaba lo peor, el momento que queda inconsciente, es gaseada en el piso y el sillazo. Así lo cuenta Del Mazo:
“No entendía por qué me estaba apuntando al pecho un policía, cuando ellos me habían dejado pasar y por la vereda. Pero este policía saca el arma de mi pecho, me vuelve a dejar pasar y ahí empezaron los escudazos. Me tiraron dos veces al piso, de las cuales dos veces me levanté, pero no de la tercera”.
“Yo pensé que lo que me había derribado en la tercera, cuando me quiebro la muñeca, radio y cúbito era un escudazo más, pero luego me mostraron un video en el que se ve que es una silla que voló de atrás de Copacabana, el bar que estaba justo ahí”, manifestó.
En el registro se puede observar que la silla vuela vuela desde atrás e impacta sobre la espalda de Alicia, quien en este momento se encuentra con todo el brazo, desde la mano hasta la axila, inmovilizado.
“En el video se ve perfectamente que yo estoy rodeada y bastante alejada, por lo menos metro y medio del semicírculo de policías que me rodeaban. Cuando me paro por segunda vez con la intención de ir a buscar al policía que me había apuntado para pedirle explicaciones es cuando la silla me cae en la cabeza, que la tiran de atrás de Copacavana”, agregó.
“La silla era para mí -subrayó Del Mazo- porque se ve en el video. Lo ves y te das cuenta. Era una silla pesada y se ve que me cae en la cabeza y me desplomo absolutamente sin defensa, me deja inconsciente. Y en el video se ve que una vez que yo quedo inconsciente en el piso vienen a tirarme gas y después se acercan paramédicos a ayudarme”.
“Después me van trasladando de un lugar al otro, incluso los paramédicos dicen que hay que salir de ahí porque es una zona de riesgo. Se escuchaban los balazos de goma y yo, tirada en el piso, veía como los casquillos rebotaban en la calle. Yo estaba sobre la vereda, pero veía sobre la calle los casquillos que estaban tirando para el lado de Congreso”, culminó el relato.
Alicia es enfermera pero no trabaja en relación de dependencia sino aplicando inyecciones o brindando servicios por pedido. En su situación actual, con el brazo inmovilizado, no puede trabajar y no tiene ingresos desde aquella jornada.
Foto: Laura De Natale