Por Elisa Corzo | Alexandra Sabio cuenta que el calvario comenzó en 2020, ni bien nació su hijo, después de que decidió irse de la casa en la que convivía con quien era su pareja, Claude Staicos, un importante empresario de medios que actualmente es secretario de Prensa del gobierno de Neuquén, por reiterados hechos de violencia psicológica. Entre ellos, ser retenida contra su voluntad a días de dar a luz, bajo la amenaza de que le iba a quitar al bebé.
Según relata la mujer, en ese momento Staicos comenzó a denunciarla sistemáticamente, y “de forma intimidatoria”, tanto en el fuero penal -donde contabiliza tres denuncias-, como en el fuero de familia -donde suman diez-, “generando una situación violenta y de amedrentamiento constante”.

El año pasado, cuando una sentencia judicial le otorgó la tenencia unilateral al padre -por “obstrucción de contacto”-, Sabio decidió publicar en internet un detallado dossier para dar a conocer su historia, con el objetivo de defenderse “y pedirles que me apoyen en aras de la verdad y de hacer prevalecer el interés superior del niño”.
“Al ser miembro del gabinete y controlar los medios de comunicación, se ha encargado de utilizar esos recursos para influir sobre la Justicia y viralizar ese fallo que tiene informes completamente falsos contra mi persona”, argumentaba. También destacaba que las medidas avanzaban en su contra “a pesar de todas las propuestas que he realizado porque quiero la vinculación de nuestro hijo con su progenitor”.
Para dar cuenta de quién es Staicos, solo algunos datos: inició su carrera dentro de la política neuquina a principios de los 2000. Cercano a Jorge Sobisch, hoy las abogadas que lo representan – Vanina y Berna Sobisch- son familiares del exgobernador. Además, hasta 2023, cuando asumió como secretario de Comunicación del gobierno de Rolando Figueroa, era director General Ejecutivo de Prima Multimedios, del que aún es “el dueño” -según Alexandra-, o al menos tiene mucha influencia. La empresa concentra las radios Mitre Patagonia, La 100 Neuquén, AM 550, RDV 90.7 y una radio musical; el canal de noticias 24/7, el portal Diariamente Neuquén, y otras marcas de publicidad en la vía pública, según consigna ANRED.

El dossier mencionado, que se puede consultar acá, tiene un detallado relato -con la documentación que lo respalda- que da cuenta de la voluntad de Sabio de garantizar la revinculación y, por el contrario, de Staicos de no colaborar y buscar constantemente criminalizar a la mujer. Entre otras cuestiones, el racconto de denuncias, escritos y pruebas muestra:
-El relato de los hechos de violencia que padecieron la mujer y el niño.
-Los escritos que dan cuenta del cumplimiento de Sabio del régimen de visitas y del incumplimiento reiterado por parte del padre, quien durante seis meses tampoco le pasó la cuota alimentaria argumentando que no le alcanzaba el sueldo, lo que lo llevó a quedar incluido en el régimen provincial de deudores. En un escrito presentado en 2022 en el que se detallan esos incumplimientos, la abogada de Sabio sostiene: “El progenitor ha demostrado que constantemente busca motivos para provocar que fracasen los encuentros, hacer caer el acuerdo arribado en sede penal y criminalizar a la progenitora”.

–La curiosa y deficiente actuación de distintos profesionales, como trabajadores sociales, psicólogos y operadores judiciales, en contra de Sabio. Por ejemplo, en el dossier, Alexandra cuenta que el informe de un trabajador social, que en 2021 había sido suspendido por el Colegio profesional y al se le impuso hacer una capacitación en perspectiva de género por no intervenir en situaciones de violencia que ocurrían durante el cumplimiento del régimen de visitas, fue usado por los jueces que intervenían en la causa, Patricia Clerici y José Noacco, al fundamentar sentencia condenatoria de 2024.
Violencia en el jardín
El caso recién saltó la frontera de Neuquén unos nueve meses después de aquella resolución judicial que condenó a Alexandra por obstrucción de contacto, cuando el juzgado finalmente decidió ejecutar el fallo. Fue a partir de un video que comenzó a circular en redes sociales y que mostraba una escena terrible: un niño pequeño era arrancado de los brazos de su madre, en un jardín de infantes, con la intervención de personal policial armado.
Ese día, el 20 de agosto de 2025, Alexandra terminó reducida, golpeada y detenida. Tras pasar por dos comisarías, donde continuaron los maltratos -según denunció luego en Fiscalía y en Asuntos Internos de la Policía– acudió al hospital Heller de Neuquén donde se constataron las lesiones (golpes en la espalda, en las costillas, en la cadera, en las piernas y en el tobillo) y recibió contención psicológica de urgencia. Desde ese día -cuenta en diálogo con Canal Abierto-no vio ni sabe nada de su hijo de cinco años, a pesar de que no tiene una restricción de contacto.
Además, denuncia que el niño no estaría recibiendo su medicación para la alergia ni asistiendo al jardín, donde no hay registros de un pedido de pase.
“Ya pasaron más de dos semanas. En Neuquén, cuando un nene no va tres días a la escuela se investiga. La Defensoría del Niño tiene que intervenir y la Defensora no está haciendo nada. Prácticamente está secuestrado. Yo entiendo que legalmente es el papá, pero él le tiene impedido el contacto con su mamá, y yo no tengo suspendida la responsabilidad parental. Es ilegal y lo está avalando la Justicia”. Apunta, concretamente, a las responsabilidades del juez Luciano Speroni y de la Defensora de Niños Natalia Stornini.
Para entender cómo se desató ese hecho, Sabio explica que ni ella ni el jardín -ni la Supervisión del Consejo de Educación- habían sido notificados de que se iban a presentar las autoridades a ejecutar la sentencia. De hecho, la anteúltima comunicación era de abril, cuando se celebró una reunión para acordar una propuesta de revinculación en el gabinete multidisciplinario del juzgado.
“Después de esa actuación, el gabinete hace un escrito que dice que las partes no están de acuerdo con la revinculación en el gabinete. Mi abogado, sorprendido, hace un escrito en el que dice que no estamos en contra: es lo que pedimos durante todo el proceso, para que evalúen por qué el nene se resiste el contacto. Incluso pedimos que le hagan una audiencia escucha, que nunca le hicieron a pesar de que mi hijo habla clarito desde los 3 años”, sostiene.

A pesar del silencio mediático y de que el caso está recubierto por un manto de opacidad evidente, los apoyos se multiplican. En primer lugar, de los padres del Jardín N° 65 de Neuquén al que asiste M. y donde ocurrió el violento operativo. Las 40 familias del turno tarde firmaron una carta en la que repudiaron el accionar de los funcionarios que intervninieron: el juez Speroni, la titular de la Defensoría N° 2 de Niños y Adolescentes, Natalia Stornini, y de la psicóloga de la institución, Flavia Barrio.
También acompañan a Sabio diversos sindicatos, entre ellos, ATEN (docentes de Neuquén) que presentó un pedido de jury de enjuiciamiento contra Speroni y Barrio, por su actuación junto a la policía en el Jardín N°65.
El caso también recibió el respaldo del sindicato de Trabajadores Judiciales de Neuquén, del Colegio de Psicólogos de Neuquén -que denunció a la psicóloga que participó del operativo en el jardín- y de ATE Nacional.
“Nos preocupa el intento de avanzar sobre derechos que garantizan la protección de lxs niñxs y de instalar una sospecha sistemática a las denuncias de violencia de género. En ese sentido fue que, Staicos justificó la elección del menor con el falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), que quiere establecer que el progenitor no elegido por el niñx es víctima de una denigración por parte del padre tutor”, expresó el sindicato que conduce Rodolfo Aguiar en una publicación titulada “Violencia vicaria, blindaje mediático y complicidad judicial”.

La semana pasada, además, hubo una multitudinaria marcha para condenar el operativo en el jardín, pero también “contra la impunidad de Staicos” y para exigir “que devuelvan el niño” a su madre.
“Yo lo que pido” -insiste Alexandra- “es que Milo vuelva a su centro de vida, que vuelva a la casa donde ha vivido toda su vida, que pueda volver a estar en su jardín con sus amiguitos, a jugar en su barrio y que tenga una revinculación como lo determinó el Tribunal Superior de Justicia el 28 de abril”. Mediante esa medida, el TSJ había derivado el caso al juez Luciano Speroni “para que haya una revinculación con su papá en el gabinete” y dispuso que “no se podía ejecutar la medida hasta que el niño manifestara la voluntad de irse”.
Portada: Isadora Neuquén

