Por Leo Vázquez | Este viernes 12 de septiembre comienzan las Diegologías, un ciclo de ocho clases sobre el universo maradoniano con docentes e invitados que observarán al “genio del fútbol mundial” con distintas lentes. Participarán del curso de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires Pablo Alabarces, sociólogo reconocido por sus trabajos sobre el deporte y el rock, Mónica Santino, exjugadora y entrenadora de equipos femeninos, Fabián D’Aloisio, uno de los creadores de la iniciativa y autor del libro Semilleros sobre los campeones del mundo de 2022, la fotógrafa Cora Gamarnik, el editor y ensayista Ariel Penissi, la escritora y periodista Gabriela Saidón, el historiador Bruno Nápoli, los profesores Juan Sodo y Pascual Calicchio y dos personas íntimamente ligadas a la historia de Diego Armando Maradona: su histórico preparador físico, “El Profe” Fernando Signorini, y Guillermo Blanco, su primer jefe de prensa en la iniciática etapa europea.
Para brindar detalles sobre la propuesta académica y recordar al Diez Eterno, Nápoli y Signorini pasaron por Canal Abierto.
El Profe rompió el hielo imaginando cómo analizaría Diego este momento del país: “Diría lo que lo que decimos todos, nada más que con él tendría otra repercusión. Diego era la voz de los que no tenían voz y que querían decir, sobre todo aquellos que sufren este espanto, no solamente en Argentina sino en el mundo, cada vez es mayor la cantidad de gente que la está pasando realmente muy mal debido a la perversidad del sistema”.
“Lo que más me agrada es que se va a hablar de Diego, de un Diego que conocimos realmente muy poco. A Maradona lo conoció el mundo, es más, a muchos les encantaba estar con Maradona. Y a lo mejor, Diego les importaba muy poco. Sobre todo aquellos que de una manera u otra podían sacar provecho de ese personaje que él mismo se tuvo que construir para estar a la altura de lo que tantos le exigían, muchos de los que cuando él estaba en Fiorito no solamente lo ignoraban, sino que lo despreciaban”, agregó Signorini, que trabajó con Maradona en México 86, Italia 90, Estados Unidos 94 y Sudáfrica 2010.
Nápoli, que además es otro de los coordinadores de Diegologías, explica: “Es una cátedra que trata de mirar a Diego desde diferentes disciplinas. No trata de explicarlo, mucho menos de entenderlo, eso es algo imposible. Diego es un universo inabarcable y además es un universo que se expande”.
“El objetivo es mirarlo desde diferentes disciplinas. El cine, la fotografía, el periodismo, la literatura, en mí caso que hago historia económica, ¿Qué pasó con la pobreza desde que nació Diego? Esas 300 villas que había cuando Diego nació, fueron 6.000 cuando él murió”, ejemplifica el investigador, que además recordó que “el último acto de Diego en vida fue mandar una tonelada de comida a Fiorito. Nunca se olvidó de Fiorito”.
“Sobre Diego se escribieron más de 200 libros en todo el planeta. Es una cosa increíble. El primero, la primera biografía de Diego se escribe en el 85, antes de que sea campeón del mundo y la escribe Guillermo Blanco, que hoy nos acompaña acá, jefe de prensa de Maradona en el Barcelona y en el Napoli”, completa.
Además de su cercanía con el ídolo y con la persona detrás del personaje, Signorini es una de las mentes que con más lucidez ha intentado observar el paso de Diego por la vida. “Fue uno de los pocos argumentos que tenían millones de niños en el mundo para tener una sonrisa. No tenían ni siquiera el derecho a soñar porque su vida era una pesadilla”.
Durante la charla, el entrenador se posó sobre dos momentos cruciales en la historia del 10: “Alguna vez reclamé cuando Diego fue a Gimnasia, yo estuve absolutamente en contra porque sabía que su sistema emocional no estaba ni mucho menos fortalecido como para otra vez sentarse en esa silla eléctrica que era un equipo de fútbol, y sobre todo uno que estaba casi condenado al descenso”.
“Entonces reclamé que si el Estado seguía entendiendo que el fútbol era un hecho cultural, bueno, ¿a dónde estaban los miembros del Ministerio de Cultura de la Nación que no lo llamaban para ofrecerle ir por las escuelas, las universidades, para hacer lo que hicieron los ingleses en Oxford, llevarlo a esos lugares para que Diego les contara su saga de vida, para que los chicos pudieran preguntarle en directo “¿cómo fue que saliste de Fiorito?” Y la cocaína, ¿por qué la cocaína?, ¿Qué mejor que él para transmitirle lo que le había ocurrido?”
“Yo sé que hay quienes no tienen límite para la perversidad –prosiguió-. Por eso apuntaban a Maradona y de Diego que se hiciera cargo su familia. Pero yo creo que el sistema ha sido brutalmente perverso, lo ha instrumentalizado, lo ha usado de la manera más brutal, le pasó en Napoli cuando todo el mundo sabía que Diego se drogaba, porque las cosas hay que decirlas con su nombre, no hay que andar con eufemismos”.
Por otro lado, se refirió al histórico preparamiento previo al Mundial de Estados Unidos, post suspensión, llevado a cabo en Santa Rosa, La Pampa.
“Necesitaba un lugar de mucha privacidad, intimidad para volver a encontrarse con él, lejos de la farándula, lejos de los medios y en íntimo contacto con la naturaleza y en un grupo muy chiquitito que incluía obviamente a su papá. Alguna vez dije en la película de Kusturika, cuando me preguntaron cuál fue el mejor Maradona, referido al Maradona del Napoli, de Barcelona, de Sevilla o de la Selección, dije que “el mejor Maradona fue Don Diego. El hijo juega mejor al fútbol, claro”.
“Ellos que son tan poderosos van a ser olvidados muy rápidamente, y este negrito que desprecian va a ser inmortal, va a llegar hasta el último sol”.
¿Cómo hizo Diego para seguir siendo siempre un representante de la pobreza?
Responde Nápoli: “En plena pandemia envió alimentos, una tonelada de alimentos y artículos de limpieza. Es extraño pensarlo y entenderlo, algunos dicen conciencia de clase, yo no sé bien, es una estructura conceptual muy particular de la sociología y está bien. Hay un sentido de pertenencia de él, de su nacimiento, de su lugar, de Fiorito, que no pierde y no sé por qué no lo pierde. Hay una cuestión de piel ahí, hay un cuerpo con memoria”.
Finalmente, Signorini arriesga una idea posible de Diego vivo en 2025: “Él hubiera ido los miércoles y se hubiera puesto al frente de los jubilados. Por eso digo, qué bárbaro sería que hoy, por ejemplo, que están todos los chicos de la Selección acá en Argentina, ¿Te imaginás que vaya todo el cuerpo técnico con Messi y todos los chicos con la camiseta de Argentina al frente de esa manifestación? ¿Quién tendría el coraje de reprimir?”
“Y sobre Milei hubiera dicho, ‘¿Qué querés, si es arquero?’”.
Además, los organizadores estan preparando un Congreso Internacional que se desarrollará los días 6, 7 y 8 de noviembre.
Entrevista: Leo Vázquez
Equipo audiovisual: Juan Alaimes – Ramiro Lorenzo – Pablo Mártinez Levy