Redacción Canal Abierto | Después de 49 años, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó el cuerpo del pianista brasileño Francisco Tenório Cerqueira Júnior, desaparecido el 18 de marzo de 1976 en Buenos Aires, una semana antes del golpe de Estado que instauró la dictadura cívico militar en Argentina.
Tenorinho, que entonces tenía 35 años, era carioca, padre de cuatro hijos -su compañera cursaba el embarazo del quinto- y estudiaba medicina. Estaba en Buenos Aires acompañando una gira de Vinícius de Moraes y Toquinho. Era considerado uno de los pianistas más destacados de su tiempo. Salió esa noche del hotel donde se hospedaba, el Normandie, sobre la calle Rodríguez Peña a metros de la avenida Corrientes, y en pleno centro de la ciudad fue interceptado por un grupo de tareas.

Se sospecha que cayó por portación de cara: morocho, barbudo, con anteojos… perfil de un intelectual de izquierda; o porque fue confundido con otro objetivo de la patota.
Dos días después, el 20 de marzo de 1976, se encontró un cadáver en un terreno baldío del barrio de Tigre, situado en calle Belgrano y Ruta Panamericana. Los investigadores policiales tomaron huellas dactilares y la autopsia realizada determinó que la muerte se había producido por disparos de arma de fuego. El cuerpo fue enterrado sin identificación en el cementerio de Benavídez, provincia de Buenos Aires.
El EAAF informó que la conclusión se obtuvo mediante el examen de esas huellas dactilares archivadas en 1976. El cuerpo no fue identificado. El caso fue recuperado por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), que está revisando los procesos judiciales iniciados en la provincia de Buenos Aires entre 1975 y 1983 debidos a hallazgos de cadáveres en la vía pública, archivados sin identificar a las víctimas, para determinar si las víctimas fueron asesinadas por el terrorismo de Estado y permanecen desaparecidas.
A partir de ese expediente y el trabajo de investigación del EAAF, por orden de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, se cotejaron las huellas del expediente de 1976 con las de Tenório Júnior archivadas en Brasil y pudo ser confirmada la identidad del pianista brasileño. Su familia ya fue notificada en Brasil por la Comisión Especial de Muertos y Desaparecidos Políticos (CEMDP) de ese país y por el fiscal Ivan Marx, consejero de la Comisión.

Dispararon al pianista
El director español Fernando Trueba, junto al ilustrador y animador Javier Mariscal, cuentan la historia de Tenório Júnior en el largometraje documental animado “Atiraram no pianista” (Dispararon al pianista), estrenado en 2024.
El film narra una investigación sobre la desaparición de Tenório Cerqueira Júnior y cuenta con testimonios de Chico Buarque, Caetano Veloso, Milton Nascimento, Ferreira Gullar, Gilberto Gil, Toquinho y otras figuras destacadas de la música brasileña. La película ganó el Premio Goya 2024 a la Mejor Película de Animación y estuvo nominada al Oscar.
¿Quién mató a Tenorinho?
Vinicius De Moraes se presentaba en el teatro Gran Rex. Para las tres funciones planificadas lo acompañaban Mutinho en batería, Azeitona en bajo, Toquinho en guitarra y Tenorinho en piano. Al terminar la primera función, en la madrugada, se produjo el secuestro.
Según testimonios y cruzamiento de información, se estima que en su desaparición actuó un grupo de tareas de la Armada en el marco del Plan Cóndor. Se sabe que tras numerosas sesiones de tortura terminó asesinado en la ESMA.
Vinicius y Toquinho -autor de la canción que reproducimos y menciona el hecho- movieron cielo y tierra para saber del paradero de su amigo. Presentaron un habeas corpus sin resultados. De las autoridades argentinas y de la cancillería de su país no pudieron sonsacar ni una sola pista. De Moraes, en pareja con la periodista argentina Marta Rodríguez Santamaría en ese momento y que solía tocar en Buenos Aires, no volvió nunca más a Argentina.
Lembranças – Toquinho
Um carro vai pela rua,
Os barcos voltam pro cais.
Meu pensamento flutua,
Brincando, perdido em lembranças banais.
A vida pára na esquina
Obedecendo aos sinais.
O vento embala o destino,
O sol aquece o menino e a menina,
A noite abraça os casais.
Pedro seguiu seu caminho,
Chico pediu pra ficar.
Tenório saiu sozinho na noite:
Sumiu, ninguém soube explicar.
Outros amigos se foram
Guardando seus ideais
Entre verdade e delírio.
Uns semearam saudade no exílio,
Outros não voltam jamais.
*Con información de prensa del EAAF.

