Por Sergio Álvez | La reciente Marcha «La Escuela contra el hambre y la pobreza», que la docencia organizada en el Frente de Unidad de los Trabajadores de la Educación protagonizó, recorrió cien kilómetros a pie y marcó el pulso histórico de una insurrección que a base de asambleas, paros, cortes de ruta y un programa revolucionario, apunta a construir un nuevo paradigma en el sistema educativo provincial, apostando a la unidad de la clase trabajadora como herramienta de transformación.
1.Para unir las ciudades de Jardín América y Posadas, a pie, es preciso caminar 102 kilómetros. Eso fue lo que hicieron los y las docentes organizados en el Frente de Unidad de Trabajadores de la Educación (FUTE) para dar mayor visibilidad a un reclamo que el gobierno de la provincia de Misiones viene esquivando hasta el paroxismo de lo vergonzoso: la apertura de una mesa de diálogo con una porción mayoritaria de la docencia misionera.
En líneas generales, desde lo salarial, el reclamo del FUTE -integrado por cinco organizaciones sindicales- contempla un pedido de recomposición salarial no menor al 35%, un sueldo básico no inferior a 5000 pesos para toda la docencia misionera y la modificación de la grilla salarial. El planteo representa apenas una porción de las demandas estructurales de este espacio de unidad conformado en 2016.
La caminata fue áspera, por la distancia en sí, pero más lo fue porque estuvo precedida de un corte de ruta de cuatro días en plena ruta nacional 12, donde la docencia en lucha debió soportar desde térmicas de 40 grados hasta tormentas de un verano agonizante y tremendo.
La marcha partió de Jardín América en el amanecer del domingo 19 de marzo y llegó a la Casa de Gobierno el martes antes del mediodía.
Callos, desgarros musculares, insolaciones y otros quebrantos físicos, signaron la movilización sin por ello diezmarla. La docencia en lucha, que contó con la solidaridad corpórea de otros sectores laborales y de desocupados, impuso de esta forma el debate en la sociedad misionera, acerca de la necesidad de defender la educación pública y transformar su sistema obsoleto y defectuoso, ante el avance de un ajuste salarial que no distingue rubros laborales, sumado a una embestida contra la educación pública que no solo se materializa en los vergonzosos y viralizados dichos del presidente Mauricio Macri («caen en la escuela pública»), sino también en acuerdos salariales espurios que se hacen en un contexto violatorio de la Ley N° 26.075 de Financiamiento Educativo, que estipula la convocatoria a paritarias a las entidades gremiales docentes.
2.Son cinco los sindicatos que decidieron conformar el FUTE. Por orden alfabético, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), el Movimiento Pedagógico de Liberación (MPL), el Sindicato de Educadores de Misiones «Alfredo Bravo» (SEMAB), la Unión de Docentes Nueva Argentina (UDNAM), y la Unión de Trabajadores de la Educación (UTEM).
«La crisis de legitimidad política actual en el sistema educativo nos sitúa en una oportunidad de avanzar en los espacios de decisión. Para superar este mal los trabajadores de la educación proponemos brindar un proyecto educativo que pueda ayudar a la democratización del sistema, a la lucha contra la corrupción y a la defensa de los trabajadores de la educación.
En ese marco decidimos construir el FUTE», se persentaba en sociedad el FUTE allá por octubre de 2016, cuando el objetivo primario era competir en las elecciones a representantes de Consejo y Junta de Clasificación y Disciplina (en el Consejo General de Educación), el 29 de noviembre, comicios en los cuales el FUTE- tras hacer una notable elección- pudo comprobar maniobras fraudulentas y judicializar la elección.
Pero más allá de lo comicial, FUTE comenzaba a dar los primeros pasos en la exhibición de una programa propio y abarcativo.
«Es necesario fortalecer este espacio con todas las voces de los olvidados para representar las demandas y los reclamos de todo el sector”.
«Nuestros objetivos ante este escenario son: Luchar contra los acomodos, el autoritarismo, los falsos programas de evaluación, oponiéndoles estabilidad laboral, concursos, presupuestos para infraestructura y salario digno”.
«Somos un conjunto de organizaciones de trabajadores de la educación que soñamos con un sistema educativo que nos dignifique. Surgimos de la esperanza de transformar la realidad de injusticias que padecen los trabajadores en este sistema”.
«Estamos dispuestos a dar todo en esta lucha y necesitamos contar con vos para triunfar. Juntos podemos cambiar este presente de sometimiento y miedo”.
«Somos la alternativa para lograr estos sueños, tenemos la convicción y la determinación para alcanzarlos. Construyamos juntos una realidad más digna».
3.El «lambreado” o “payaguá mascada” es un plato autóctono del departamento de Misiones, en el Paraguay. Viene a ser como una especie de marinera de pollo. Durante el corte en Línea Chica -punto de la ruta nacional 12 situado a la altura de Montecarlo-, este alimento, ofrecido por mujeres desocupadas a 10 pesos por porción, será la comida base de un corte que el FUTE junto a otras organizaciones sostuvieron por cuatro días, previo a la marcha a Posadas. La metodología del corte fue decidida en asamblea ante la falta de respuestas del gobierno a los pedidos de audiencia. La dinámica asamblearia y el compartir el asfalto caliente durante tanto tiempo con militantes de organizaciones diversas, transformó el corte en una fenomenal escuela de formación política donde maestras, profesores, tareferos, desocupados, campesinos, estudiantes y otros sectores, dialogaron políticamente en busca de consensos para profundizar la lucha por un sistema educativo diferente en Misiones.
«Estamos unidos, casi por casualidad, porque nos cruzamos y nos encontramos, y nos dimos cuenta que uno sentía lo mismo que el otro y decidimos caminar. Lo que nos une no puede siquiera describirse con palabras solo se siente en lo más profundo del alma, porque estamos humanizados y es esa humanidad la que nos impide quedarnos callados y quietos ante cualquier injusticia o mentira.
Quieren silenciar a los maestros porque saben que cuando nuestras voces sean comprendidas y escuchadas, es el pueblo quien va a gobernar.
Nos están matando de hambre cada día, a las familias de nuestros alumnos, quienes no tienen trabajo porque no Hay. Y si hay, le preguntaría al patrón, ¿podría vivir usted con lo que le paga? El trabajo esclavo existe y cada vez se siente más porque lastima y golpea a nuestro pueblo.
Quienes no decaemos en nuestros ideales y sueños, seguiremos luchando.
La sociedad lo está entendiendo, la sociedad esta comprendiendo que la lucha docente no es únicamente salarial, sino mucho más profunda, porque rompería las cadenas que oprimen al pueblo que hoy en Argentina, en nuestra provincia están lastimando, pero no por mucho más tiempo», resumió acerca del proceso de lucha Nancy Hamman, una docente que participó de estas recientes instancias de conflicto y acción directa.
4.Son las seis de la tarde del ardoroso martes 21 de marzo y las columnas de caminantes de la Marcha de la Escuela contra el Hambre y la Pobreza arriba al barrio Santa Rosa. Los que llegan se abrazan entre sí. La caravana de autos que acompaña hace bulla de bocinas. Las banderas flamean. Los calzados son despojados de los pies, que tras tanto aprisionamiento buscan respirar. Heridas que asoman entre dedos y plantas. Sudor. Botellas de agua y palabras de aliento que fluyen. El barrio Santa Rosa sabe de luchas. Aquí la Entidad Binacional Yacyretá valiéndose del aparato represivo estatal entró decenas de noches en años pretéritos –pero no tanto- para desalojar a familias afectadas por la traza urbana y los negocios inmobiliarios derivados de la represa. Acá hubo resistencia heroica al garrote y la bala de goma.
Algunos vecinos se acercan, reciben a los marchantes y ofrecen todo cuanto tienen. Casas para bañarse, seguridad, cocina, afecto. Se arman las carpas. Al rato llega Joselo Schuap junto al acordeonista Yoni Mombaje y ofrendan chamamés que serán bailados por algunas parejas de marchantes. Esa noche, referentes de los gremios UDA, ATEM y SADOP irrumpen en el acampe. Han venido a dar su apoyo a la lucha del FUTE en cuanto a abrir paritarias y discutir salarios.
Es la primera vez entonces, que 8 sindicatos de 10 existentes en representación docente en Misiones, se unen en una consigna.
5.Tras una intensa asamblea, que por momentos se desarrolló bajo una precoz llovizna, el FUTE decidió dar una breve pausa a la acción directa, levantando así un acampe de dos días, que precedido por una marcha histórica y un corte de ruta, cosechó importantes avances en la unidad de la lucha y la visibilización de la pelea con un gobierno alienado y alineado al ajuste del gobierno nacional. Es el comienzo, apenas un round, de un combate que debe ser visto como el piso de una lucha ambiciosa pero fundamental, por otro sistema educativo y otra sociedad, más justa, equitativa y digna. Los días en la ruta y la plaza, dejan algo más que claro: docente luchando, también está enseñando.