Redacción Canal Abierto | Momentos tensos se vivieron en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) en momentos en que los trabajadores intentaron ingresar a cumplir su labor. La sede del organismo amaneció rodeada de fuerzas de la Policía de la Ciudad uniformados y de civil y de personal de Murata, la empresa que presta el servicio de seguridad en la institución.
El objetivo que tamaño despliegue tenía era que los trabajadores despedidos, que vienen realizando permanencia en el INTI en reclamo por la reincorporación de 258 compañeros, no pudieran hacerlo. La misma suerte corrieron los trabajadores que aún conservan su empleo. Esto desconoce el acuerdo firmado en febrero de este año en el que las autoridades se comprometían a permitir el ingreso de los despedidos mientras durara el proceso de negociaciones.
Si bien la situación no se desbordó, hubo atropellos de las fuerzas de seguridad públicas y privadas contra los trabajadores. Aquellas contaban además con el visto bueno del Gobierno de la Ciudad, implícito en los mensajes tanto del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, como de su gabinete, Felipe Miguel, avalando lo actuado por la Policía de la Ciudad durante la represión y las detenciones de ayer a Metrodelegados.
La posibilidad de actos violentos por parte de la fuerza de seguridad estaba latente entre los trabajadores, luego del antecedente del viernes pasado, cuando el vicepresidente del INTI, Damián Testori, atropelló con su auto al secretario general de la Junta Interna de ATE en el organismo, Francisco Dolman.