Redacción Canal Abierto | Un mes atrás, el 25 de abril, unos 70 monumentos bonaerenses y otros tantos porteños amanecieron con pañuelos verdes. Algunos de los próceres que lucieron el simbólico detalle fueron Raúl Alfonsín, Juan Domingo Perón, Eva Perón y Mariano Moreno.
Si bien la original intervención llamó la atención de medios de comunicación y transeúntes, está a las claras que la presencia del pañuelo verde ya no sorprende. Luego de meses de debate por la legalización del aborto, basta caminar por cualquier avenida céntrica, tomar un colectivo o subte para tener una noción del nivel de consenso en torno al tema.
Un síntoma de ello es que en tan sólo cinco meses, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito ya vendió 55 mil pañuelos verdes, 47 mil más que en todo el año pasado.
“No damos abasto, están cotizando como las Lebacs”, bromea Yamila, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Cabe aclarar que la venta del símbolo de la Campaña no persigue fines lucrativos, sino que tan sólo pretende cubrir los costos para la demanda posterior de más pañuelos. “Hay muchos vendedores ambulantes independientes, pero en los espacios de difusión de la Campaña lo que pedimos es una colaboración de $40. De todas formas, nadie se queda sin su pañuelo y quien no pueda aportar algo, se lleva igualmente el pañuelo”, cuenta.
“Los hacemos en cooperativas de trabajo que funcionan en distintas regiones del país. En Salta, por ejemplo, se trata de una cooperativa integrada por compañeras trans. En Buenos Aires lo produce la cooperativa textil Liniers, que integran los compañeros y compañeras del Bloque de Trabajadores Migrantes”, asegura Yamila.
En el bondi, en el subte, en el colegio, en la facultad, en el trabajo, mujeres jóvenes y no tanto, y hasta varones cargan con el pañuelo verde. “Hay una complicidad cuando lo ves sentís la identificación de que todos y todas estamos en la misma lucha”.
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto nació en el 2005 bajo el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir”. A la par, surgió su símbolo: el pañuelo verde triangular.
Esa marea cotidiana de pañuelos representa un consenso de mayorías en torno a un derecho postergado que, mas temprano que tarde, saldará la democracia.