Redacción Canal Abierto | El Mundial de Rusia podría pasar a ser el más caro de la historia con mas 11 mil millones de dólares (678.000 millones de rublos) invertidos tanto en estadios como en infraestructuras, hoteles y modernización en transporte y comunicaciones.
La cifra impacta, y no es para menos. Al menos cuando se compara la erogación con algunos de los parámetros de la economía argentina, en este caso la fuga de capitales durante tan sólo meses.
La frase “se robaron un PBI” se volvió popular en la Argentina como crítica a la gestión kirchnerista. Según esta premisa, durante el Gobierno anterior la corrupción habría alcanzado una cifra tan monumental como improbable: el Banco Mundial estimó el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina en 2016 en 545,9 miles de millones de dólares.
Si bien en los últimos dos años abundaron las causas de corrupción que complican a ex funcionarios (desde Ricardo Jaime, Julio De Vido, José López, hasta Amado Boudou), cualquier especialista daría por tierra con la citada afirmación.
En las últimas horas el diputado nacional del Frente para la Victoria (FpV), Rodolfo Tailhade, denunció al expresidente del Banco Central Federico Sturzenegger y a su reemplazante en el cargo, el exministro de Finanzas, Luis Caputo, por montar un presunto «esquema» fraudulento que permitió la fuga de más de u$s 10.000 millones de reservas, que benefició a «fondos especulativos», principalmente al JP Morgan.
La presentación judicial solicita que se investigue si las conductas de los funcionarios, exfuncionarios y al menos dos empresarios constituyeron «delitos contra el orden económico» por haber provocado el alza del precio del dólar de 20 a 25 pesos.
La maniobra habría generado un «enorme beneficio económico» para los «fondos especulativos» mediante la eliminación de las restricciones al ingreso y salida de capitales, el ‘carry trade’ y las tasas de interés de las LEBAC y la eliminación de los plazos para que los exportadores liquiden sus divisas.
Según estimó el legislador, entre marzo y mayo de 2018 se fugaron al menos 10 mil millones de dólares, poco menos de lo que le costó a Rusia organizar el Mundial 2018.
Mas allá de la denuncia, se trata de una tendencia poco novedosa en la era Cambiemos. Sólo entre enero y septiembre de 2017, la fuga de capitales por ahorro del sector privado acumuló 15.626 millones de dólares.
En todo 2001, esta cifra fue de 14.977 millones de dólares. Hay otra comparación igual de aterradora: durante toda la Convertibilidad –de 1992 a 2001–, unos 60 mil millones de dólares. En los primeros dos años de gobierno de Cambiemos, ya se fugaron del sistema financiero local casi la mitad de las divisas que se fueron durante toda la Convertibilidad.