Redacción Canal Abierto | «La Iglesia es la gran escoba barredora debajo de la alfombra. En nuestra provincia, en nuestro país y en nuestro continente. Yo pienso que esta ampliación de derechos, esta oportunidad que tuvo el país de reconocer el derecho a decidir estuvo obstaculizada por la Iglesia y sobre su conciencia recaerán las muertes, toda vez que una mujer queda mutilada por aborto clandestino, toda vez que una mujer muera como murió Liliana Herrera (la joven santiagueña que falleció días atrás), va a caer sobre su conciencia«. Así se expresó la cineasta Lucrecia Martel en diálogo con Canal Abierto y Revista Cítrica en la víspera a la votación en el Senado para darle la media sanción faltante al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Martel es salteña y asumió una posición activa en el marco de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito que de trece años a esta parte logró que el proyecto fuese tratado, luego de haberse presentado siete veces. Durante el debate, la cineasta escribió dos cartas públicas al gobernador Juan Manuel Urtubey, y se entrevistó con él y con los senadores de su provincia para invitarlos a reflexionar sobre su negativa. «Ojalá dé alguna señal de que seriamente le importa la despenalización, y ojalá dé un pasito más allá y le importe la legalización», sostiene sobre el gobernador.
Y agrega: «Los sectores próximos al poder son gente que no se preocupa mucho por ampliar derechos para los otros. En las próximas elecciones nos vamos a acordar de ellos, porque lo que hicieron es de una mezquindad atroz».
En esta charla que ocurrió a metros del Senado, Martel analiza las particularidades de la sociedad salteña, los estigmas sociales, la educación sexual, el rol de la Iglesia y de los representantes, y la construcción colectiva.
Foto: Agustín Ochoa