Redacción Canal Abierto | El conflicto de la Planta industrial de Agua Pesada de Neuquén que ya lleva 18 meses se agudizó en las últimas horas con el acuerdo firmado entre la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
Con el anuncio de la no actividad en 2019 de la PIAP, se decidió mantener un plantel de empleados que servirían para cuidar las unidades en servicio y el mantenimiento preventivo y predictivo de los equipos.
De 450 empleados que la planta tenía, hoy sólo quedan 329. Ese número se verá ampliamente reducido, ya que según les informaron desde ENSI y CNEA, sólo se necesitan entre 100 y 120 trabajadores.
Lo cierto es que quienes hoy están en relación de dependencia en la planta tienen garantizados los sueldos hasta diciembre de este año. El resto es incertidumbre.
“ENSI tiene dos unidades de negocios. Una es la Planta de Agua Pesada y otra que presta servicios a empresas petroleras, en operación y mantenimiento. Lo que quieren es achicar gente en la planta y sumarlos a los servicios a terceros”, informó el delegado de la junta interna de ATE PIAP, Pablo Sosa.
Si bien el acuerdo ganado por este sector sindical no permitió que haya despidos en el plantel, manifestaron que “no hay garantías de que no vayan a haberlos”.
Por otra parte, Vaca Muerta hoy es un sector muy explotado en esa provincia, sobre todo por las políticas energéticas que puso de manifiesto el mismo secretario del área, Javier Iguacel.
“Iguacel ha estado un montón de veces en la provincia. La PIAP está a 50 km del aeropuerto y jamás se dignó a visitar la planta y conocernos. Pero si ha ido a Vaca Muerta a filmarse y sacarse fotos. Aparte está más que claro que se mueve con CEOs petroleros y que lo que les importa es eso, el petróleo y el gas”, explicó Sosa.
Es por esto que no resulta extraño pensar en una especie de justificación de los nuevos pozos que se habilitaron para la explotación petrolera con los puestos de trabajo de quienes puedan ser trasladados desde la Planta de Agua Pesada hacia este sector.
“En el último derrame que hubo, una de las causales que informaron fue la falta de capacitación del personal. Entonces, otro de los argumentos es decir que la mano de obra que hay en ENSI de la Planta de Agua Pesada es mano de obra calificada, y pasarla a esos servicios sería beneficioso. Y por otro lado está justificar el extractivismo, que es lo que buscan en realidad. Hoy nosotros estamos más que convencidos de que lo que les importa es Vaca Muerta”, sentenció Sosa.
Otra funcionalidad que les informaron que la planta podría tener es la producción de fertilizante, para la cual tampoco habría una inversión confirmada. Todos estos supuestos, estando tan cerca de diciembre, aumentan el clima de incertidumbre entre los trabajadores.
Por otra parte informaron que desde el sindicato siguen pidiendo la apertura de la cuarta central nuclear con agua pesada, que beneficiaría a Neuquén, a Zárata y a Lima, como también a la economía del país, ya que las tarifas eléctricas podrían reducirse con el cambio de energía.
“Más allá de todos los anuncios que ha hecho el gobierno, nosotros lo queremos es volver a producir”, finalizó el delegado.