Por Carlos Fanjul | Cumpliendo con lo acordado durante el 2do Encuentro Nacional de Niñez, realizado en noviembre pasado en la ciudad de Rosario, el próximo martes 9 se desarrollará en todo el país la Jornada Nacional de Niñez, con la intención de “visibilizar la grave problemática que viven hoy millones de pibes y pibas argentinos y de hacer conocer la diversas propuestas que las organizaciones sociales tienen para construir el mundo que necesitamos”.
Según le contaron los organizadores a Canal Abierto, la convocatoria es a concretar intervenciones en cada barrio, en cada escuela, en cada lugar de trabajo, en las plazas y en las calles para visibilizar e instalar la situación de la niñez, por medio de volanteadas, murales, festivales, banderas, radios abiertas u otras acciones apelando a la creatividad e inventiva.
“Seguimos diciendo, que con ajuste no hay derechos, y que la niñez no es peligrosa, sino que la niñez está en peligro”, aseguraron.
“El objetivo de la Jornada Nacional por la Niñez es poner la temática en agenda, necesitamos pensar a nuestra niñez, nuestra adolescencia y juventud en el marco de las complejidades que hoy viven nuestros pibes y pibas e instalar el debate en la sociedad para exigirle al Estado respuestas concretas desde la promoción y la protección de derechos”, reflexionó Adolfo Fito Aguirre, coordinador del Foro por los Derechos de la Niñez, una de las instituciones promotoras junto a las organizaciones Che Pibe, Niñez y Territorio y ATE Nacional.
“Durante el Segundo Encuentro del año pasado logramos juntarnos miles en un espacio común para debatir en torno a múltiples temáticas, desde nutrición y soberanía alimentaria, migraciones, financiamiento de políticas públicas, condición de los trabajadores de niñez, salud mental y violencia institucional entre muchos otros”, describió Aguirre.
Además sentenció: “No puede ser que en una Argentina donde el 48.8% de los niños y niñas son pobres, la única respuesta desde el Estado sean medidas represivas”.
Seguir sembrando las semillas de Cajade
En este 2 de mayo, el cura barrial Carlos Cajade cumpliría 67 años y por eso en Berisso, su ciudad más allá de que circunstancialmente haya nacido en una clínica de Ensenada, su recuerdo seguirá flotando en las calles a través de acciones concretas y en consonancia con el espíritu de la jornada nacional de la semana siguiente.
En las horas de su muerte, allá por octubre de 2005, algunos compañeros de la obra para pibes de la calle por él creada, aseguraban con mucho realismo que “la tarea de ahora en más será construir el mundo que soñaba Carlitos y evitar así que su recuerdo solo se convierta en la cara de una estampita”.
Cajade, fundador junto a Alberto Morlacchetti del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo y constructor junto a la CTA de las grandes marchas nacionales que recorrieron el país durante los ’90 para visibilizar el hambre y la desnutrición provocada por las políticas neoliberales del menemismo, se crió en Berisso, tuvo su primer trabajo en los históricos frigoríficos de aquella ciudad y, más tarde ya sacerdote, comenzó su obra en una pequeña parroquia ubicada en uno de sus barrios más pobres.
Y entonces no resulta extraño que las organizaciones sociales de su ciudad, con la Asociación Trabajadores del Estado a la cabeza, así lo entiendan año a año y celebren cada 2 de mayo la vida del sacerdote. Y que lo hagan haciendo. Lo hagan peleando por el mundo de iguales que soñaba y construía día a día Carlitos.
Esta vez será dándole forma en esa ciudad al espacio No a la Baja, y también, en este caso en consonancia con el intendente Jorge Nedela, anunciando la constitución del Consejo Local de Niñez que establece la ley vigente 13.298 -Ley Cajade-, para dictar desde la comunidad las normas que acompañen la buena crianza de los pibes y pibas más vulnerables.
El acto se llevará a cabo alrededor de las 19 en la plazoleta que lleva el nombre del cura, y una vez que haya finalizado la sesión del Concejo Deliberante que anunciará la puesta en marcha del órgano oficial de planificación multisectorial de políticas públicas para la niñez.
Así Berisso honrará a su imprescindible vecino, no colgándole una imagen en la pared, sino como una guía para la pelea transformadora de fondo.
La disputa de los sentidos
Este 2017 comenzó con las declaraciones de Germán Garavano, ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, anunciando la intención del gobierno de impulsar un régimen de responsabilidad penal juvenil con una baja de la edad de punibilidad de 16 a 14 años. Rápidamente desde las organizaciones se realizaron actividades y se coordinaron espacios para señalar que culpabilizar a los pibes del problema de la inseguridad no era la manera correcta de abordar la problemática. Se lanzó la Campaña Nacional No a la Baja de la Edad en la Argentina, y se denunció que se traba de una estrategia electoralista con efectos concretos en una avanzada punitiva.
Al respecto, Aguirre señaló que hay que generar intensos debates para evitar la regresión de bajar la edad y para ello hay que dejar de naturalizar que en la Argentina “casi la mitad de los niños se encuentran bajo la línea de pobreza. Nosotros tenemos propuestas superadoras y apostamos a que ellas sí sean el centro del debate que nos debemos dar como sociedad”.
“La pelea entonces –sintetizó- no sólo es contra la baja de edad de la imputabilidad, sino también por desnaturalizar la precarización que padecen los niños del país”.
“Vamos a seguir insistiendo para que en todo el país haya pronunciamientos y espacios No a la Baja, porque queremos que cuando se trate la ley no solamente quede instalado el planteo de no bajar la edad; sino de hacer una ley penal juvenil moderna, respetando los estándares, para que los legisladores también tengan las mejores propuestas de la ciudadanía y de las organizaciones. Y que sea una oportunidad para que todo el pueblo argentino tome noción de que hay que fortalecer y desarrollar los lineamientos de promoción y protección integral de los derechos de la niñez, garantizándolos como derechos humanos fundamentales”, finalizó diciendo.