Redacción Canal Abierto | La polémica por los procedimientos en la designación de jueces de la gestión Cambiemos volvió a estallar. Carlos Mahiques, ex ministro de María Eugenia Vidal y juez de Casación ordinaria, fue trasladado a la Casación federal, el lugar de la Justicia donde se revisan los fallos contra funcionarios y ex funcionarios. Es decir, un puesto clave para el oficialismo.
El cargo quedó vacante luego del fallo de la Corte que limitó a los 75 años la duración de los mandatos de los jueces. Pedro David, juez de la Casación, de 85 años, renunció, y el Gobierno dijo que no volvería a mandar su pliego al Senado. Allí es cuando Mahiques se propuso.
Más o menos en línea con lo que ocurrió a principios de 2016 con Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti -los jueces de la Corte Suprema que el Ejecutivo designó, en un principio, por decreto-, Mahiques fue nombrado a espaldas del procedimiento constitucional establecido para hacerlo. Esta vez su designación pasó por una votación a su favor en el Consejo de la Magistratura que integra su hijo, Juan Mahiques, representante del Gobierno en ese cuerpo y subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios.
“Es el mismo disparate que hicieron cuando nombraron a los dos jueces con el apoyo kirchnerista, que ahora están en la Corte Suprema y sacaron este fallo de porquería. Es exactamente lo mismo con la jugada extra de que no es directamente el Poder Ejecutivo el que lo designa, sino un acuerdo del Consejo de la Magistratura que es este caso no es nadie porque su rol es ver si los jueces cumplieron con sus funciones, no nombrarlos”, explica Juan Carlos Capurro, abogado penalista y vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos. Y agrega: “Un juez tiene que ser concursado. Y si él tiene el mayor puntaje será designado, si no lo será otro. Hay un mecanismo constitucional para esto y acá se lo puentearon completo. Este hombre no está designado conforme a la Constitución”.
El Consejo de la Magistratura también pidió opinión a Casación y allí encontró resistencias. Algunos de sus jueces tuvieron un plenario esta mañana para discutir el asunto.
El traslado ocurrió entre denuncias del kirchnerismo que alegó que se estaba «metiendo por la ventana a un juez alineado con el oficialismo». Para Capurro, “esto se viene haciendo de forma arbitraria, como ya lo hizo el kirchnerismo con fiscales, por eso no tiene autoridad para criticar esto. De todas formas, un fiscal es designado por la Fiscalía General y depende del Estado, no del Poder Judicial en forma directa. En cambio el juez sí. Con los fiscales la zona es más gris, pero los jueces tienen un mecanismo establecido por la Constitución para ser designados. En la historia de nuestro país ha habido muchas cosas, entre ellas dictaduras y genocidios, pero bajo lo que se puede denominar el mecanismo constitucional donde hay un Estado de derecho, esto no es admisible”.
El decreto que efectivizará el nombramiento de Mahiques en esta oportunidad será a posteriori, la semana que viene, luego de la votación que representa para los críticos un atropello a la Constitución y un escandaloso conflicto de intereses.